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viernes, 26 de diciembre de 2014
TESLA y otros. La conciencia global y la lucha por el futuro
Actualmente, el mundo se encuentra dividido en aquellos que quieren construir un mundo mejor en base a la cooperación y cambio de reglas internacionales con ecuanimidad y aquellos que creen que estamos bien, quienes piensan que el mantenimiento de las estructuras de poder tal como están, o incluso otorgándole mayor poder a “la libertad de mercado”, nos conducirán hacia un futuro mejor. Estos últimos se equivocan, no porque no sean inteligentes, sino porque “las fuerzas del mercado” son algo incontrolable y dentro de ellas hay muchos que toman las decisiones pensando en los mejor para una empresa o para ellos, y esto es lo que en el largo plazo generará más consecuencias negativas de persistir el actual sistema. En el medio de estas 2 visiones, que cada vez se harán más palpables, ya que la humanidad se encamina hacia un punto decisorio, están también miles de millones de personas que sólo desean vivir bien o vivir mejor, colaborando desde su rol con la actividad del planeta, pero sin percibir esta dualidad enorme que nos cierne cada vez más a todos. Para que nadie piense que teorizo, antes de adentrarme en el núcleo de este artículo, trataré de definir más “las fuerzas del mercado” como aquellos grupos que hoy tienen posiciones dominantes en distintos segmentos de la economía mundial, de una región o de un país. Un ejemplo son las compañías petroleras, sólo a título ilustrativo, dentro de las 20 primeras compañías mundiales –lista de Fobers 2014- hay 5 compañías petroleras, y dentro de la economía de cada país las petroleras más grandes están dentro de las primeras 5 posiciones. Algo similar sucede con la influencia de los bancos, ya que hay 6 dentro de los primeros 20 en la lista de Forbes –en la última nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/10/cambios-en-el-sistema-financiero.html se explicó el papel del dinero y su influencia en el mundo moderno-. Tampoco, con esto quiero oponerme a la globalización, ni decir que las grandes compañías no deben existir, sino que lo fundamental es que, como expondré más adelante, prive en todas las decisiones el bien común de la humanidad. En este artículo quiero referirme a la conciencia global, a como existen actores (individuos o grupos) que luchan por un planeta para todos, donde los productos y servicios que hoy se producen puedan ser producidos de manera más eficiente, más barata y de forma accesible para todos. En estos años y bajo la gran contaminación que estamos viviendo, tendríamos que sumar como condición productiva que los productos y servicios no sean nocivos para el planeta. Estas 4 premisas definidas sintéticamente muchas veces van en contra del sistema actual. Sí nos referimos al término “conciencia”, éste significa el conocimiento de uno mismo, pero también en sus acepciones se encuentra el discernimiento entre el bien y el mal, inclinándose hacia el bien, es decir una cuestión moral podríamos decir. Al extender el término hacia “global” nos referimos entonces al conocimiento del planeta y al establecimiento de una comprensión mayor del bien y del mal, nuevamente inclinándose por el bien del planeta, en cuanto a las acciones o decisiones que se toman o se intentan. El mundo siempre ha estado plagado de mentes brillantes y mentes que han logrado poder, sin embargo nuestro mundo ha sido incontables veces forzado a detener su evolución por la codicia. Por otro lado, se encuentra la ceguera de los dirigentes mundiales, lo cual fue explicado en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/05/la-ceguera-de-dirigentes-mundiales-y-el.html. Esta conjunción de factores, en general, provoca que ideas o inventos brillantes que permitirían a la humanidad un mejor acceso a ciertos recursos, un uso más eficiente o la protección o mejoramiento del planeta en términos ecológicos, no logren ser llevados a la práctica por ir en contra de intereses económicos muy poderosos, en donde el Estado/Gobierno (las personas que lo integran y deberían velar por el interés general y global) ha estado ausente o ha sido cómplice para que dichos inventos queden en la nada, ocultos o desprestigiados. Por qué menciono al Estado/Gobierno: sencillamente porque son las personas que lo integran quienes deberían favorecer, incentivar y generar las condiciones para que el futuro de la humanidad sea cada vez mejor, entendiéndose por tal cosa: con productos y servicios más sencillos, más baratos, más ecológico, más accesibles a todo el mundo. En este breve resumen de lo que para mí sería la conciencia global quisiera dar un par de ejemplos. El primer ejemplo se refiere a Nicola Tesla, este genio e inventor, quien se conoce por la creación de la corriente alterna, luego de recibirse de ingeniero por las últimas décadas del S. XIX fue desde Europa a EE.UU. con una carta de recomendación a ser entregada a Tomas Edison, quien inmediatamente lo contrató. Edison había creado General Electric, empresa que hoy en día continúa dentro de las 20 primeras compañías más grande del mundo y siendo la más antigua en el índice Dow Jones. Dentro de la gran magia de inventiva que rodeaba a estos 2 genios, entre ellos había una diferencia fundamental, a Edison le interesaba generar productos que tuvieran un mercado rentable y lo movía el afán de lucro, mientras que Tesla estaba convencido que en algún momento la electricidad estaría libremente y a poco costo al alcance de todos. Esta diferencia los separó. Tesla más tarde creó su propio laboratorio. Pero los monopolistas de energía tenían mucho poder y nadie quería cambios, los grandes bancos de la época (con J.P. Morgan a la cabeza) ya estaban metidos en el negocio de la electricidad (eran parte de la producción de cobre y de cables) y generar ganancias era la pieza clave para ellos, por lo tanto necesitaban obstaculizar todo lo que fuera en contra de esa premisa. Tesla siguió enfocándose en el desarrollo de la transmisión de energía gratuita por todo el mundo. En las montañas de Colarado Springs creó una torre de alta tensión para demostrar el transporte de energía sin cable y gratuito. Sin embargo, su proyecto fue obstaculizado por quienes lo financiaban, estando detrás de ellos algunos bancos. Finalmente, cuenta una historia quizás cierta o quizás teñida con algún matiz de fantasía, J.P. Morgan se encargó de que por falta de presupuesto la torre fuera derrumbada. Con esto no quiero decir que Tesla hubiera logrado su objetivo, sino que sus intentos eran boicoteados en vez de ser protegidos o alentados. A partir de allí y con una sociedad donde la obtención de ganancia era puntal en todo emprendimiento, las ideas de Tesla fueron denigradas y la vida fue volviéndose cada vez más cuesta arriba. Cuando Nikola Tesla fallece en 1943, el mismo día el FBI requisó todos sus materiales, cajas, cuadernos de notas… creándose el Informe Tesla y realizando registros en aquellos lugares donde Nikola Tesla pudiera tener anotaciones o referencias de sus inventos. Actualmente, una parte importante de su trabajo sigue bajo secreto de estado. El tiempo lo pinto como un soñador, un loco, un excéntrico. Sin embargo, sí la fuerza del bien común hubiera prevalecido –con esto me refería a un ejercicio correcto en apoyar desde el Gobierno/Estado-, Tesla habría salido adelante o sus magnánimos proyectos hubieran seguido siendo investigados, y hoy es probable que el mundo fuese muy distinto y más cercano al mundo mejor que gran parte de la humanidad desea. Sólo a efecto de mención, le sugiero al lector de este artículo que averigüe por Internet sobre la vida de Tesla y sus inventos (una gran parte logrados ya por el mundo) para entender mejor a lo que me refiero. Incluso, luego de la muerte de Tesla y Marconi (inventor de la radio), se reconoció legalmente que la radio fue un invento mayoritariamente del primero mencionado. El segundo ejemplo que quisiera brindar aquí se refiere a lo que le ha sucedido a quienes intentar generar un mundo mejor, tratando de reemplazar la matriz de petróleo que mueve el mundo. Como bien sabemos, gran parte del mundo está basado en una economía de petróleo y gas, particularmente utilizado para generar la energía de los motores de todo vehículo, maquinaria y transporte que se utiliza en el mundo, pero también altamente utilizado en la generación de energía térmica que utiliza cada país para producir una buena parte de la energía eléctrica que se consume en el mundo. En otras oportunidades he mencionado que desde comienzos del S. XX entramos en una economía de petróleo, pero que por falta de visión de los líderes mundiales (no culpo a las empresas por querer hacer negocios) no se han realizado los esfuerzos suficientes para que el mundo tenga una nueva matriz energética. Seguramente, entre las personas que menciono más adelante debe haber algunos soñadores y quizás también imprudentes, pero hoy (fines de 2014), cuando las crisis climáticas nos acucian, cuando la economía número 1 del mundo (EE.UU.) ha reconocido por primera vez en abril de 2014 que el hombre influye en el “calentamiento global”, hoy más que nunca es responsabilidad de todos buscar esa nueva matriz, más sana para el planeta. Algunas de las mentes brillantes que, tal vez, altruísticamente (quizás sólo intentaron ganar dinero) quieren reemplazar el uso de combustibles fósiles se encuentran con oscuros e insospechados poderes que se oponen a sus inventos, y fundamentalmente sin que nadie desde el Estado (insisto con esto porque es la única institución con capacidad de oponerse a las grandes corporaciones mundiales) los apoye o los proteja, sino que en muchos casos personas del Estado son cómplices, estimo por dinero, quizás sin saber que conspiran contra el mundo entero (aunque suene exagerado). Como bien sabemos el hidrógeno es un elemento presente en la naturaleza a través de varias formas, entre ellas el agua, por lo que varios investigadores con la intención de generar una nueva y altamente accesible fuente de energía han producido algunos modelos de motores o turbinas que utilizaban como combustible el agua, para finalmente por separación y conversión química utilizar el hidrógeno como fuente de energía. Imagínenos como sería un mundo en donde el combustible fuera gratis o casi gratis. Bueno, al parecer alguien o muchos también se lo imaginan, pero así como están los “buenos”, también parecen estar los “malos de la película Humanidad”, que no quieren que el futuro mejor acontezca. Veamos algunos ejemplos: Daniel Dingel, filipino, hizo funcionar sus coches con agua y viene efectuando pruebas desde la década del 70. En el año 2008 a la edad de 82 años fue sentenciado a 20 años de cárcel por no dar el uso correcto a USD 400.000 que había recibido para invertir en su proyecto. … Estamos hablando de USD 400.000, CUANDO SI FUNCIONA SE PODRÍA AHORRAR MILES DE MILLONES Y CUANDO VIENE HACIENDO PRUEBAS DESDE HACE MAS DE 20 AÑOS. Parece que hay algo raro. Stanley Meyer logró inventar y patentar una nueva fuente de energía haciendo andar con agua normal y corriente (la del grifo) cualquier vehículo, es decir, consiguió que un coche funcionara con agua en vez de con gasolina. Este señor hizo varias patentes y trabajó para la NASA. Fue elegido inventor del año en 1993. A los 57 años de edad, mientras comía en un restaurante con su familia, se levantó gritando que lo habían envenenado. Corrió hacia su coche pero cayó muerto antes de llegar. Un día antes habría firmado un contrato con el Ministerio de Defensa de Estados Unidos. Su hermano denunció tiempo después que tanto el vehículo, tipo buggy y su equipo experimental fueron robados de su casa. Su desarrollo quedó en el misterio, como el fin de su vida. Aunque de varios inventores este parece ser el que logró menor eficiencia, el español Antonio Estevez Varela, hizo funcionar su motocicleta con agua ante un notario y siguió investigando hasta su muerte. El tema no es su vida, sino que donó sus patentes a la oficina de patens de España, pero misteriosamente desaparecieron. En 1998, Paul Pantone, ingeniero norteamericano de 48 años, patentaba un artilugio que bautizó con el poco estimulante nombre de Procesador Multicarburantes GEET (Global Enviromental Energy Technology). La patente US005794601A1 consistía en un reactor instalado en un motor diésel que alteraba el sistema de admisión. Con él, los coches podrían funcionar con una mezcla de agua y de un hidrocarburo. Este invento por su parte modifica cualquier motor, desde un diesel a un motor jet, para utilizar entre un 20 y un 25 por ciento del combustible normal y el resto de cualquier soda o agua, lo que quiere decir que podía usar Coca Cola para usarla como combustible. Pero empresarios y funcionarios de Utah quisieron comprarle el invento en millones y millones de dólares por la patente, pero por supuesto como todo inventor no cedió a venderla. Luego de una batalla judicial y manejos oscuros, se lo llevó a la cárcel, para luego internarlo en psiquiátrico. Actualmente, se encuentra en Libertad, y poco se sabe de su invento, excepto que una empresa de Francia está tratando de reproducirlo. En 2007, John Kanzius anunció que la frecuencia de un radio transmisor también se podía utilizar para generar en una mezcla de hidrógeno y oxígeno disociado de agua salada, una fuente de energía, cuya llama alcanza 1.600° C. Pensó que sería una fuente inagotable de energía que podría usarse tanto en grandes cantidades, para producir electricidad en sumas convenientes y para fabricar motores de diferentes vehículos: automóviles, botes, etc. El combustible que usa el genial descubrimiento es sólo agua de mar o de la llave con una cantidad de sal. El sencillo procedimiento de la máquina de Kanzius genera suficiente calor para romper el vínculo químico de las moléculas del agua salada, desligando y quemando el hidrógeno. En su momento, el descubridor se unió a Charles Rutkowsi, director general de una empresa industrial en Milcreek, Pa, Estados Unidos, que hoy fabrica un pequeño generador de ondas de radio que sirve para desarrollar el invento y mover vehículos, en un cubículo realmente pequeño, tal vez más que un motor actual. John Kanzius falleció en extrañas circunstancias en abril de 2009. Para concluir, luego de exponer brevemente algunos casos que “al menos suenan como sospechosos”, imaginemos un mundo con otra matriz energética que no sea petróleo o gas, pero no imaginemos el final donde el planeta está limpio, imaginemos la transición: cientos de miles de empleos se perderían en la industria del petróleo y del gas; las grandes corporaciones perderían miles de miles de millones, algunas desaparecerían y otras se transformarían en algo que hoy no son; también habría cientos de miles de empleos vinculados que no serían necesarios (maquinaria pesada para extracción del petróleo o gas; toda la producción de tubos y metales para el transporte; la construcción de refinerías y su mantenimiento; las plantas termoeléctricas que utilizan el combustible para generar energía); la red de estaciones de servicios distribuidas a lo largo del mundo quizás no sean necesarias; etc., etc. En definitiva, un mundo más simple requeriría mucho menos empleo, no sólo en el segmento de la energía, sino en montones de segmentos que requieren ser modificados. Sumemos la tecnología creciente, y la robotización futura de importantes segmentos de la economía: se requerirá más capacitación, pero menos empleo. El tema es el siguiente, tal como está planteado actualmente el sistema socioeconómico imperante, existe la necesidad de producir y consumir para mantener la rueda de ingreso/consumo girando, esto es en una parte importante del sistema lo que sostiene el empleo de miles de millones de personas, y la ruega de ingreso/consumo gira y gira. Efectuar las modificaciones que cualquier individuo con conciencia global y altruista piensa es ir mucho más allá, incluso hasta modificaciones que el individuo/inventor no conoce. Este “futuro mundo mejor” por obvias razones sólo funcionará sí la humanidad acepta compartir los recursos y generar formas cooperativas de producción, de distribución y de consumo, en donde hay que lograr la rotación necesaria de personas para que exista un equilibrio entre el trabajo y ocio de todas las personas en el mundo, integrándose el sector de los servicios también al nuevo sistema a planear. Finalmente, la conciencia global requiere no sólo de visión de un mundo mejor, sino de la integración de las nuevas partes a un nuevo sistema, pero está en los individuos, en los gobiernos/estados pujar para que el cambio se efectúe en armonía, ya que estoy convencido de que el cambio se producirá, lo que tenemos que develar es sí tomará formas suaves o bruscas dentro de las distintas sociedades que conforman nuestro planeta.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Compartir – la política económica del Siglo XXI
A
lo largo de la historia de la humanidad han sido utilizados por los hombres
distintos sistemas económicos por los cuales regir la vida en sociedad, en el
aspecto de intercambio o acceso a bienes y servicios. A modo muy simplificado
podríamos hablar que la historia muestra el trueque como primer sistema
económico; luego, con el surgimiento de los imperios el aporte al rey o
emperador más trueque; posteriormente, dentro de estos y expandiéndose
fronteras afuera la moneda o los metales preciosos utilizados como medio de
imposición de valor; podemos hablar de feudalismo quizás; siempre dentro de
estos existía una suerte de comunismo, particularmente en las organizaciones tribales
o en pequeñas comunidades cerradas, aunque en la mayor parte, el más
beneficiado era el señor feudal; comienza a surgir ya unos pocos siglos atrás
el colonialismo y en algunos lugares suertes de terratenientes que dominaban
grandes dominios, luego el liberalismo económico con el surgimiento de la
industria; posteriormente comienza a insertarse en el mundo el sistema
financiero; sobre mediados del siglo XIX primeros atisbos de teorías
socialistas con Saint Simon; surgimiento del comunismo moderno –al cual
prefiero denominar estatismo centralizado-; nuevos socialismos; neoliberalismos
y siempre variantes en cuánto al desarrollo del sistema financiero dentro de
estos.
Asimismo,
actualmente podríamos aportar como una de las características del sistema
económico actual es la visión de propiedad privada o estatal. Privada para el
caso de las pertenencias de las personas, estatales para aquello en donde el
Estado Nacional, Provincia o Municipal tiene el control. Este pequeña
diferencia deja de lado la idea de la pertenencia colectiva de ciertas
propiedades, factor que por el momento no es tenido en cuenta por la sociedad
moderna, y que sí quisiéramos definirlo podríamos optar por propiedades
controladas por organizaciones no gubernamentales de distintos ámbitos y por el
Estado en alguno de sus niveles.
El
devenir económico del mundo ha generado algunas desviaciones e inequidades
respecto de la cantidad de recursos que cada persona dispone para su buen
vivir. La distribución de la riqueza global empeora década a década; la
cantidad de pobres aumenta; disminuye el acceso a coberturas de salud
aceptables o se vuelven más caras; la brecha tecnológica se amplía entre las
clases sociales y el mundo se contamina continuamente y en aumento; temas que
he tratado en varias notas del blog. Algo al respecto escribí en un artículo
anterior: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/10/la-no-distribucion-de-la-riqueza-como_18.html
Sin
embargo, en la historia de la humanidad, quizás por incapacidad de acción, pero
más que nada por pensar en que es imposible, una propuesta sencilla ha sido
eludida muchas veces. Este esquive ha provocado que la humanidad se concentre
en el materialismo, se divida, se aleje de la senda evolutiva pretendida por la
divinidad y hasta pongamos en peligro nuestra propia existencia.
La
palabra eludida como sistema es: “Compartir”.
Poner
en práctica principios cooperativos en todo el mundo, en toda nación, y
fundamentalmente en y desde las naciones más poderosas del planeta es lo que
queda por hacer. El principio de “Compartir” responderá a nuestras necesidades actuales
como humanidad y resolverá muchos problemas, pues es fundamental al Plan de
Dios Mismo. Sin compartir, el hombre niega su divinidad y almacena para sí
mismo todas sus futuras aflicciones. Sin compartir, reina el caos atroz y
deniega al hombre la Justicia, que no es sólo el concepto de justicia legal o
justicia de la propiedad.
Dondequiera
que se mire y se hurgue se ven los resultados de nuestra incapacidad para
compartir. En todo el planeta, millones mueren de hambre. Miles de millones
sobreviven en la desesperanzadora pobreza, hasta algunos condenados a sufrir
desde el nacimiento hasta la muerte prematura.
Hay
que mencionar que hasta el momento ha habido muchos esfuerzos por establecer
cooperativas en varios ámbitos de la producción, muchos de ellos en segmentos
económicos rurales, pero gran parte de estos fueron dinamitados por los
miembros más influyentes de las cooperativas que quisieron inclinar la balanza
más a su favor que hacia el entorno en general. Esto no implica que los
sistemas cooperativos puedan mejorarse en el futuro. De hecho, la falta de
unidad y el individualismo de los miembros y de la sociedad en su conjunto es
la mayor limitante actual para poner en práctica mejores condiciones para
todos.
El
cambio sólo llegará cuando los hombres comprendamos las razones de nuestra
presencia sobre la Tierra; cuando nos demos cuenta de que somos parte de un
vasto experimento evolutivo cuyo propósito está oculto, pero no es inaccesible.
Ahora,
como comenzar a cambiar, si aún seguimos mirando cientos de espejismos. La
respuesta es una ayuda externa, una ayuda divina, un consejo superior, optar
por mayor sabiduría. Se acerca el momento por primera vez en 98.000 años en
donde la Jerarquía Espiritual que guía los designios del planeta se hará
presente; y comenzarán a transitar diariamente estos seres de luz en nuestras
vidas. Estamos cerca de que el momento más importante en la historia de la
humanidad acontezca. Todo se iniciará con lo que se conoce como el Día de la
Declaración. Las fichas de la humanidad se están acomodando, lentamente, pero
procediendo para el emerger en muy pocos años. El caos actual lentamente cederá
y el futuro brillante, que hoy parece lejano, comenzará a tejerse, lento, pero
con hilos firmes.
Respecto
del principio de compartir, desde mi punto de vista, quisiera aclarar que no
tiene que ver con:
- No es una acción
filantrópica de los más acaudalados del mundo.
- No es una acción
temporal de un grupo de personas, países, regiones u organizaciones para donar
o mejorar temporariamente la vida de quienes menos poseen.
- No es una acción caritativa
de pocos o de muchos que tienen algo pero no tanto y que deciden dedicar parte
de su patrimonio o de su tiempo en acciones benéficas.
- No es el equivalente
a comunismo desde el punto de vista de control estatal.
- No es centralización
de las decisiones, aunque sí debería haber cierta programación global de los
recursos que pueden aportarse al sistema del mundo en su conjunto.
- No es arrebatar
propiedades a quienes más tienen.
- No es castigar a
quienes más tienen.
Y,
desde mi punto de vista, tendría que ver con:
- Implementar políticas
globales en donde todos los países tenga similar legislación laboral y
previsional.
- Generar un sistema
que permita incorporar al sistema laboral a aproximadamente 25% de la población
del mundo. Esto sólo se logra si todos deciden aceptar el sistema y otorgar,
por ejemplo, más vacaciones a sus empleados para que disfruten el tiempo libre.
Incluso los cuentapropistas tomarán empleados.
- Cada nación deberá
hacer un inventario de lo que produce o puede producir para que sea conocido el
‘pastel’ del mundo: lo que necesitamos, lo que creamos, lo que necesitamos
importar. Cada nación deberá aportar en “confianza” a un fondo común todo lo
que tenga en exceso de sus necesidades, y de ese fondo común se satisfarán las
necesidades de todos. Al comienzo la confianza es clave, por varios años el
auxilio a quienes más necesitan, principalmente alimentos, atención sanitaria y
vivienda digna, será prioridad, pero sólo sí se confía en que todos cooperarán
para que el comienzo del funcionamiento correcto del nuevo sistema sea rápido.
- Que las empresas
pasen a ser en parte propiedad cooperativa de sus trabajadores. De nuevo, sino
se implementa a nivel mundial con el apoyo de los más poderosos es imposible.
- Efectuar una reforma
financiera a nivel global en donde se converja a un sistema similar en todo el
mundo y se quite poder a los bancos, ya que hoy ellos presionan por la rentabilidad
propia, muchas veces con fondos de sus ahorristas. Esta reforma debe incluir la
revisión de los parámetros de emisión de dinero bancario.
- Establecer un sistema
común o similar en todos los países en donde ciertos alimentos sean bienes comunes
o se garantice un acceso a los mismos para toda la población; esto con el fin
de erradicar el hambre del mundo.
- Generar un sistema de
intercambio de bienes a nivel mundial.
- Tender a establecer
gobiernos nacionales de menores tamaños, pero gobiernos regionales con mayor
poder y autonomía, de modo de descentralizar las decisiones. Sin embargo, esto
genera el peligro de que las regiones más ricas no colaboren con el desarrollo
de las más pobres. Uno de los pilares fundamentales es realizar una reforma
política en donde se establezca en cada lugar, lo que denomino “Consejo de
Sabios y Probos”, en donde para estos exista una permanente revisión moral de
sus cargos, pero sean de mayor estabilidad.
- Establecer
organizaciones no gubernamentales de diversos sectores productivos o sociales
que sean democráticas hacia adentro y que participen con poder en la toma de
decisiones de los presupuestos regionales.
- Efectuar una
reestructuración de los más grandes organismos internacionales: ONU, FMI, Banco
Mundial para que se logre un equilibrio de poderes globales a los efectos de
que las decisiones sean conjuntas y no de los países más poderosos. Generar un
organismo de desarrollo internacional con un fondo que entregue dinero y no que
lo preste.
- Efectuar una política
de desarme global para que dejen de producirse armas y se deje de otorgar poder
a los grupos que las producen.
- Tender a efectuar inventarios
regionales de las posibilidades de producción para que a través de un gran
sistema manejado desde naciones unidas se eviten distorsiones en la
distribución de los recursos.
- Efectuar planes
supranacionales para generar un cambio de paradigma que permita reemplazar el
petróleo, el gas y el carbón como generadores de energía. Que dentro de ese
plan se tenga en cuenta la lucha que habrá que dar contra el lobby de las
grandes petroleras. Asegurar que las nuevas formas de generación de energía
sean baratas, ecológicas e inagotables.
- Efectuar un plan
supranacional para atacar los problemas más urgentes de ciertas naciones:
acabar con el hambre, lo que sólo se logrará sí varios bienes alimenticios
dejan de ser comercializados como commoditties; generar planes de largo plazo
para erradicar la infravivienda.
- Efectuar una reforma
en el turismo global de manera que muchos “excluidos del sistema de vacaciones”
puedan disfrutar algo de la vida. Esto sólo se logrará sí se realiza la reforma
laboral antes mencionada.
- Generar las reformas
necesarias para que se asegure a las personas mayores la disponibilidad de
bienes y servicios que les permiten vivir dignamente sus últimos años de vida.
Esto supone un cambio fundamental en muchas estructuras, ya que en gran parte de
las sociedades, las personas mayores son vistas como una carga económica que
tienen que soportar las generaciones más jóvenes. Esta es otra arista a
reconocer mundialmente, ya que sí una nación adopta una postura a favor de los
mayores, y otras no, esto generará problemas en los llamados costos de la
seguridad social, produciendo asimetrías entre países. Entonces, la reforma
también debe ser global.
Pese,
a todo lo bueno que uno puede hablar y que para muchos lectores sólo sea una
serie de declaraciones demagógicas de deseos; la primera entre estas decisiones
que la humanidad debe tomar es: tener la buena disposición para compartir.
Históricamente,
no existe precedente para la actual situación y condiciones en La Tierra. Nunca
antes han coexistido tantas almas en el planeta. Rara vez, o nunca, las
divisiones entre los grupos han sido tan dolorosas y profundas. Nunca antes la
humanidad ha puesto en peligro el planeta por la gran contaminación de
múltiples formas que generamos. Nunca antes el hombre ha controlado fuerzas de
destrucción como las que actualmente se encuentran a su disposición a través de
las distintas clases de armas que se producen.
Hasta
ahora, todos los esfuerzos para resolver los problemas del hombre se han
dirigido hacia el mantenimiento de las estructuras actuales, sólo han sido
reformas superficiales y se han mantenido las desiguales estructuras de poder.
El temor al cambio domina a muchos hoy al escuchar las disputas de sus líderes
y entre pueblos.
Hoy,
los líderes de las naciones luchan contra acontecimientos fuera de control.
Fuerzas de las que nada saben, les empujan a respuestas inesperadas y a menudo
histéricas. Huyendo del caos al caos, conducidos por su propio dogma. Los
líderes mundiales antes las crisis no quieren cambiar el paradigma mundial,
quizás signados por los grandes grupos de poder: los líderes mundiales tienen
una gran ceguera al respecto.
La
humanidad comenzará a recapacitar cuando se produzca el emerger público, el
primer paso será el “Día de la Declaración” que presentará el Cristo, luego se
dará el emerger gradual de varios maestros de sabiduría. http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2012/08/la-ayuda-de-maitreya-esta-muy-cerca.html;
http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/07/una-sintesis-de-la-aparicion-de.html
Es
factible que alrededor de un tercio responda casi de inmediato, que un tercio
dude, tardando algunos años en responder a las nuevas propuestas para la
implementación de un sistema basado en compartir los recursos. Quizás, con el
otro tercio o menos se dará una gran contienda ideológica, que sólo será
superada por la presión de las masas para compartir, el problema aquí reside
que dentro de este tercio se ubican quienes más poder tienen, también grandes
medios de comunicación, que no son malos ni buenos, pero cuyos accionistas en
general pertenecen a los miembros más poderosos de la sociedad mundial, siendo
tal vez muchos de ellos reticentes al cambio. A quienes no estén de acuerdo
habrá que superarlos con propuestas de paz y estando seguros que la presencia
de los Maestros de Sabiduría con sus consejos nos llevarán a un mundo mejor.
En
la primera etapa, la redistribución será la nota clave, poniendo cada nación a
disposición de un gran fondo común sus excedentes en diversas índoles (esto
conllevará el acuerdo de que naciones producirán que cosa y en qué bienes se
dejará de competir). La confusión estará presente, porque habrá que decidir que
muchos productos no se fabricarán para hacer otros más importantes para el
sistema mundial. Esto demorará quizás un par de décadas, pero se superará.
El futuro más mediato debe
basarse en una economía sostenible, en donde se provea las necesidades de todos
dentro de las posibilidades de salud del planeta. Esto lleva a revisar una
infinidad de sectores productivos en donde se producen 2 factores, son
contaminantes del ambiente, son sobreproductores respecto de la explotación de
los recursos planetarios.
Un
párrafo adicional merece la cuestión energética, ya que el mundo necesita más y
más energía para seguir mejorando. Actualmente, se ha reinventado la matriz con
shale gas y shale oil, también existe otro auge en el uso del carbón; aunque se
invierte en energías verdes, éstas tradicionales siguen creciendo. Como
observamos, la estructura de poder no varía, sino que se intensifica, y con
ello el planeta se contamina cada vez más. Entonces, qué es lo que tiene que
surgir: en el corto plazo la fusión en frío (http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/02/la-necesidad-de-un-nuevo-paradigma_13.html) que dará lugar a
bajas notables en el costo de la energía; en el largo plazo los maestros de
sabiduría hablan de “la tecnología de la luz”. Esto último es una nueva etapa
en el estudio de la energía solar, que llegará a transformar totalmente la
situación para la humanidad, y dará una energía ilimitada. Esto transformará totalmente
el tema de la oferta y la demanda, y en consecuencia será la fase inicial del
cambio definitivo.
Posteriormente,
seguirá la etapa de emancipación de la humanidad de la monotonía del trabajo
innecesario. Gradualmente las máquinas asumirán las tareas de fabricación.
Todos los artefactos de nuestras vidas diarias serán algún día creados de esta
manera. Esto conducirá a una autosuficiencia actualmente impensable: millones
de máquinas liberarán al hombre para la exploración de su propia naturaleza
interior y garantizarán su progreso hacia la divinidad. El futuro será
brillante, pero debemos llamarlo y enfrentar las dificultades. “Parece mágico,
pero llegaremos a esto sí la humanidad decide compartir”.
Los maestros ascendidos
vienen a brindar su consejo abiertamente, y es la humanidad quien debe
aceptarlos para que no se infrinja el libre albedrío. La decisión es
fundamental para el futuro de todos nosotros. El compartir es un principio
divino, y hasta que reconozcamos que todas las estructuras deben reflejar esa
divinidad interior, no daremos un paso más en nuestro viaje evolutivo.
¿Por qué millones de
personas no comparten ahora? Porque las personas no tienen esa conciencia
despierta espiritual interna. Porque los líderes mundiales están ciegos ante el
cambio y los más poderosos requieren del estatus quo actual, mientras que las
masas no saben que esto se puede realizar, no se les pasa por la cabeza.
Tenemos libre albedrío, podemos escoger compartir o no. Si decidimos seguir el consejo de los Maestros de Sabiduría y del Cristo (tanto si sabemos que es Su consejo como si no es inmaterial) el recorrido hacia algo mejor y más fácil (me refiero a un sistema de vida menos complejo para todos) será más corto. Sin embargo, si decidimos que no deseamos compartir, si no hay suficientes personas que desean el cambio, el compartir y la justicia, entonces comenzaremos a transitar una senda que nos puede llevar a la autodestrucción como planeta, en 15, 30, 50, 100 o más años, no importa el tiempo, sino el destino en el final del camino.
Fundamental para toda
la transformación de la humanidad es la aceptación del principio de compartir.
De ello depende la justicia, y de la justicia depende la paz del mundo. Aunque
parezca extraño, ese paso tan importante de compartir es lo más fácil de
alcanzar: una cierta unidad de pensamiento y de acción. Con la aceptación del
principio de compartir todos los demás problemas serán más fáciles de
solventar. El futuro se acerca, pero hay que tomar la decisión de llegar
nosotros a él y tomarlo para nuestro bienestar.
Tenemos libre albedrío, podemos escoger compartir o no. Si decidimos seguir el consejo de los Maestros de Sabiduría y del Cristo (tanto si sabemos que es Su consejo como si no es inmaterial) el recorrido hacia algo mejor y más fácil (me refiero a un sistema de vida menos complejo para todos) será más corto. Sin embargo, si decidimos que no deseamos compartir, si no hay suficientes personas que desean el cambio, el compartir y la justicia, entonces comenzaremos a transitar una senda que nos puede llevar a la autodestrucción como planeta, en 15, 30, 50, 100 o más años, no importa el tiempo, sino el destino en el final del camino.
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