miércoles, 24 de mayo de 2017

Una Visión de los Gastos en Defensa – La Necesidad de un Cambio Rotundo

En este artículo trataré de explayarme acerca de uno de los grandes impedimentos que tiene la humanidad para poder evolucionar. Este tema lo dejo para estos momentos finales, entendiendo que está muy cerca el emerger de Maitreya (el Instructor del Mundo), porque en mi pensamiento está que, al cambiar la visión actual sobre el mismo, se provocará un viraje rotundo que impulsará al mundo hacia la aceptación de principios relacionados con compartir. Me referiré primero a conceptos espirituales y, en segundo lugar, a conceptos más tangibles.

Respecto de los primeros, Benjamin Creme (quien tuvo la misión durante su vida de difundir el emerger del Instructor del Mundo y los Maestros de Sabiduría) en una entrevista dijo: Cuando aceptemos el principio de compartir y cuando ese proceso de compartir esté realmente funcionando en el mundo, recibiremos el regalo de estas nuevas tecnologías. No quiero decir que se nos dará un instrumento con instrucciones para usarlo. Recibiremos los secretos de cómo crear esta tecnología. Luego nuestros científicos avanzados la desarrollarán.
Existe una nueva tecnología en perspectiva, el proceso de fusión fría. Diría que dentro de muy pocos años la fusión fría producirá una proporción bastante elevada de las necesidades energéticas de la tierra. Pero luego habrá otra tecnología que Maitreya llama la Tecnología de la Luz, que proporcionará energía de forma ilimitada para todas nuestras necesidades….
… Si esta tecnología la tuviéramos actualmente, destruiríamos el mundo con ella. Casi destruimos el mundo con las armas nucleares. La fisión nuclear es la forma más peligrosa de extraer la energía del átomo…

Con esto quiero recalcar que la humanidad tiene un libre albedrío limitado. Aunque no lo creamos, los conocimientos fluyen hacia nuestro mundo en función de la posibilidad de asimilación de la humanidad y en función de las virtudes que tengamos. Cuando se dice que Dios es amor, crease o no, es cierto. Jamás se otorgará a los hombres una tecnología que no puedan manejar o que ponga en peligro la raza.

En algunos escritos sobre la Jerarquía Espiritual se menciona que, durante la Segunda Guerra Mundial en niveles espirituales hubo que tomar decisiones muy difíciles. El conocimiento del átomo estaba avanzado por parte de investigadores de distintos países, pero muy avanzado en Alemania. Sí Alemania obtenía la fórmula de la desintegración del átomo para desencadenar energía nuclear a través de bombas, el mundo habría sido destruido. La Jerarquía, por métodos espirituales (podría yo imaginar anular temporalmente y perspicazmente la inteligencia de los científicos para que no consigan cierta fórmula) trabó la avanzada de Alemania y aceleró la de los aliados a través de EE.UU. La medida no era fácil de tomar, porque habría consecuencias y de hecho las hubo con las dos bombas arrojadas sobre Japón, pero hubo que elegir, pese al dolor, como dar fin a la guerra.

Actualmente, la energía nuclear, a través del arsenal atómico que poseen distintos países, representa un peligro grave para la evolución. Lo mismo sucede, a una escala menor con la energía nuclear de centrales atómicas, donde los científicos actuales no tienen conocimiento suficiente para medir el daño de la radiación en la atmósfera. Es también un gran peligro la diversidad y cada vez más dañino armamento que existe disponible, más aún si consideramos la escala bélica que ocurre por el primer semestre de 2017.

Las fuerzas que impulsan las maquinarias de guerra y a los hombre hacia la violencia bélica deben apagarse, sí es que queremos evolucionar. El crecimiento en conciencia de la humanidad, hacia aprender a compartir, comenzará a abrir puertas –lo harán los científicos en todas las ramas- hacia tecnologías impensado actualmente. Para ello la paz debe prevalecer.

Acerca de los conceptos más tangibles, comenzaré diciendo que hoy existe una paradoja entre la financiación que otorga el sistema financiero global, más varios gobiernos al comprar Bonos del Tesoro, y el gasto en defensa de EE.UU. El déficit fiscal en el año 2015 de EE.UU. fue de 3,5% del PBI y el gasto en defensa fue de 3,3%. Aclaro que no es directa la relación, sino que es extraño pensar que entre los gobiernos mundiales financian parte del armamento que se usa por todo el mundo. Con esto no quiero decir que EE.UU. no tenga que tener gastos en defensa, sino que su excesivo gasto es financiado con superávit de balanza de pagos de varios países.

Repasemos por unos párrafos cómo se conforma por estos años lo que gastan en defensa algunos gobiernos:
Los cinco que más gastaron en 2016 (fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2017/04/24/rusia-es-ahora-el-tercer-pais-con-mayor-gasto-militar/)
EE.UU.: USD 611.000 millones; China: USD 215.000 millones; Rusia: USD 69.200 millones; Arabia Saudita: USD 63.700 millones e India: USD 55.900 millones.

Sigamos con algunos números:
·     *   Presupuesto de defensa: el de Estados Unidos es mayor al de once países juntos (China, Arabia Saudita, Gran Bretaña, Rusia, Japón, India, Alemania, Francia, Italia, Corea del Sur y Brasil).
·        *  Personal militar: China, el país más poblado del mundo, tiene el ejército más grande del mundo con 2,3 millones de personas y similar cantidad en reserva. Corea del Norte, que en el ranking ocupa el puesto 25, tiene el quinto ejército más numeroso con alrededor de 700 mil personas (2,75% de su población total), sin tener en cuenta las personas en reserva.
·         * Aeronaves: Estados Unidos tiene más aeronaves militares que los siguientes seis países (Rusia, China, India, Japón, Corea del Sur y Francia). De esas aeronaves, tiene 2.308 aviones de combate, 2.785 de ataque a tierra, 5.739 aeronaves de transporte, 2.771 aviones de entrenamiento, 6.084 helicópteros y 957 helicópteros de ataque.



Se observa que, posteriormente a la caída del muro de Berlín disminuyó drásticamente el gasto en defensa. Otro punto de inflexión fue el año del atentado a las Torres Gemelas. Este hecho provocó que comenzaran a subir, hasta llegar al año 2009, donde nuevamente se inició un retroceso hasta el 2015.

Según el grupo de expertos sueco (SIPRI: Instituto Internacional de Estudios para La Paz de Estocolmo) dijo que el gasto militar mundial aumentó a 1.7 billones de dólares en 2016. Los gastos militares crecieron en Asia, Europa y África del Norte, pero cayeron en Oriente Medio y Suramérica.

En esta nueva y vigente andanada de incrementos en los gastos militares se menciona a principios de 2017, que China aumentará un 7% su gasto en este rubro; que EE.UU. lo hará en un 10%; que Rusia lo subió un 6% en 2016 respecto de 2015; siendo un 5,3% de su PBI; que con el resurgir de Rusia, países de Europa aumentaron un 2,4% su gasto en 2016 respecto del año anterior. Uno de los pocos, casi obligado por el bajo precio del petróleo, que bajó sus gastos en 2016 fue Arabia Saudita, quien sigue involucrada en el conflicto con Yemen.

Reviendo los principales focos de conflicto bélicos, o potencialmente peligrosos, tenemos actualmente: problemas en Siria; problemas con Corea del Norte; problemas con algunos países de África del Norte; problemas por la anexión de Crimea por Rusia; el surgimiento del grupo Estado Islámico en varios países de Asia y su presencia en Europa; y los que luego de muchos años en el mundo no se han solucionado o siguen sin importar demasiado, como algunos países del Islam con Israel o viceversa, y los conflictos civiles armados en varios países de África.

Sin embargo, más allá de los números, que realmente impresionan, el gasto en defensa o gasto militar va mucho más allá del estricto gasto en armamento o personal militar. Significa enormes segmentos de la sociedad que sirven a dicha causa con diversos bienes y servicios. Sólo para ejemplificar gastos en: alimento, servicios sanitarios, diversos tipos de energía, instalaciones, investigación y desarrollo, industria de metales y todos sus productos relacionados, almacenamiento, transporte, etc., etc., etc.

Una gran parte de la población se da cuenta, o se ha dado cuenta, que en momentos bélicos, prebélicos, escalada de tensión o cuando se aceleran los gastos militares, los flujos económicos se aceleran y con ello, muchas veces se motoriza la economía. Esto no es nuevo. Se hizo en la Primera Guerra Mundial y por esto se abandonó el patrón oro como base de emisión con reservas. La activación económica es más rápida, porque (realidad o pretexto) la defensa de los intereses de la nación necesita velocidad. Pero esto debe cesar. Deberíamos como humanidad encontrar mejores formas de motorizar la economía, que los gastos en defensa, armar el mundo para la violencia, no sean la excusa para estar mejor económicamente.

Muchas veces, también se ha escuchado o se ha leído que sí tal país dejara de fabricar o comprar armamento se podría terminar con el hambre en el mundo o ayudar a países extremadamente pobres. Esto hay que efectuarlo, pero no sin cambiar el sistema global como he mencionado a los largo del libro. La sola inyección de dinero sin verdaderos planes de desarrollo y sin planes para que el mundo y los países aprendan a compartir, serviría solo momentáneamente. Sería un paliativo temporal, pero cuando se hayan consumido los recursos inyectados esos países retornarán a la situación inicial. Los planes tienen que ser integrales para construir un nuevo planeta. Por otro lado, cambiar el sistema requiere también que se planee muy cuidadosamente qué harán incontables segmentos e industrias que hoy sirven al belicismo; esto no será fácil, los intereses en juego son enormes.

Tampoco podemos pensar que desanudar los numerosos focos de conflicto existentes en el fundo es una tarea sencilla. ¿Qué hacer con el conflicto en Siria? ¿Con el de Corea del Norte? ¿Con la lucha entre Israel y Palestina por los territorios que cada uno se adjudica? ¿Con las facciones en permanente conflicto en varios países de África? ¿Con el rezago económico y social que sufren varios países del Islam, que engendra la semilla de movimientos como Estado Islámico?

Sumemos a todo lo antedicho conflictos de otra naturaleza, como ser el incremento de violencia interna por el narcotráfico, violencia interna por problemas sociales y otros aspectos que conllevan al crecimiento de uso de armas o armamento; que también alimentan, aunque sea en menor cuantía, los gastos relacionados con seguridad o defensa.

Como expusimos a lo largo de este escrito, convergen varias en este tema varias cuestiones. Necesidades espirituales que, en caso de que se logren dejar atrás los “estados de guerra” por lo cuales transitamos, podrían provocar la aceleración de la evolución humana. Necesidades de abrir procesos de diálogo y consenso para la búsqueda de soluciones reales a dichos conflictos, tema complejo, pero inevitable. Necesidades de comenzar a imaginar cómo dar un nuevo uso a la tremenda energía (efectuada por todas, todas las acciones relacionadas con la defensa) que se utiliza para la seguridad/inseguridad mundial. Y hasta necesidades de encontrar un nuevo rol financiero y económico a todo el flujo que se destina a esto.

Mirando esta materia mundial del lado que la queramos mirar, hay algo que sí está claro. Los gobernantes y las personas más poderosas que intervienen en estos asuntos deberán tener un cambio de actitud rotundo. La energía de las maquinarias de guerra deberá ser apagada y ser canalizada hacia la creación del nuevo mundo y mejor. Cuando esto sea logrado, habremos dado como humanidad un paso importantísimo, para evolucionar hacia lo que la Jerarquía Espiritual desea.

El diálogo es el único camino a la paz. Asimismo, creo que la ayuda ya está en camino. La amalgama de amor, por el emerger del Instructor del Mundo y sus Maestros, será el impulso que asistirá para que distintas partes se sienten a conversar. La política deberá servir a la creación de una nueva armonía planetaria, los políticos tendrán que poner toda su inteligencia para este propósito. Muchos tendrán que entender que perder o cambiar puntos de vista, en realidad significará ganar.