Otro de los temas centrales, aunque será abordado luego de
generar planes contra el hambre global y mejorar la vivienda de miles de
millones, en un sistema basado en compartir los recursos, será la revisión
completa de los sistemas de salud.
Actualmente, vemos como en el mundo se desarrollan
diferentes sistemas de salud en cada país, sin saber cuál es el correcto o a
dónde tendería un sistema eficiente y de amplio alcance, pero sí detentando las
anomalías o fallas que contienen estos sistemas.
Con una tecnología médica que innova permanentemente con nuevos
productos y nuevos tratamientos a un ritmo prodigioso debemos pensar en cómo
otorgarle al mundo entero el alcance a las mismas, o al menos que una gran
parte de los servicios de salud, que utilizan tecnología avanzada, alcancen a
la mayor parte posible de la población. Más aún, sí se piensa en un futuro de
la salud a punto de producir una revolución médica por estar a pocos años de
descifrar y utilizar correctamente todo lo involucrado con descifrar los datos
genéticos; lo que sería comparable (parafraseando términos) a la llegada del
hombre a la luna.
Sin embargo, parece en todo el mundo haber 4 cuestiones que
hoy generan inconvenientes respecto de lo estrictamente médico: (i) los nuevos
productos en vez de abaratar costos los encarecen o los mantienen –ejemplo
cirugías con laser que duran minutos cuando antes duraban horas-; (ii) drogas mejores
y de más rápido efecto reemplazan a otra que debía ser tomada por más tiempo,
terminan siendo más caras (en general esbozan que los costos de investigación
son más altos); (iii) internaciones que antes eran de varias semanas y ahora
son de días terminan siendo más caras que las anteriores; (iv) el equipamiento
más avanzado se vuelve también más caro, con lo cual estos “tratamiento o
mejoras de diagnóstico” quedan limitados cada vez más a quienes pueden pagarlos.
En definitiva, el aumento de la disponibilidad de una mejor tecnología médica
no necesariamente se ha traducido en un abaratamiento de costos que lleguen a los
usuarios del sistema de salud. A estos factores, luego deberemos adicionar las
cuestiones sociales, económicas, poblacionales y políticas que afectan los
sistemas de salud.
Uno de los factores de porque no se logra abaratar la
medicina es quizás la falta de conocimiento de las ganancias que puede haber en
lo que se denomina preindustria, como ser los fabricantes de equipamiento
médico, los laboratorios y en menor medida el no conocimiento de cuánto debe
cobrar un buen médico. La ley de oferta y demanda funciona a medias en estos
aspectos (como en la mayor parte de los ámbitos de la sociedad moderna) y en
general la salud se ha transformado en un negocio más.
Por otro lado, la pregunta que debemos hacernos es quién
debería pagar por las prestaciones de salud: el usuario; la comunidad; el
Estado de sus distintos niveles; o efectuar un mix de determinados temas.
Para dar algunos ejemplos, varios especialistas creen que
muchos servicios de salud no funcionan correctamente porque no son los
pacientes quienes pagan las cuentas, por lo tanto no hacen el esfuerzo del
pago. En Canadá, los gobiernos provinciales son los que pagan y en Estados
Unidos, Medicare, Medicaid, o el seguro de salud del empleador paga las
facturas médicas de una parte de los estadounidenses, aunque no cubre todos los
rubros. En general, en varios países existe un sistema mixto, que es más o
menos eficiente según cuántas variables coloquemos en la ecuación, sin embargo,
por el costo incremental de los productos médicos, la mayoría de los sistemas
parecen estar peor que algunas décadas atrás.
Por otro lado, existe un despertar de conciencia fuerte en
algunos líderes mundiales acerca de la necesidad de dotar de un buen sistema de
salud a la mayor cantidad posible de personas. El lanzamiento del sistema de
salud del presidente Obama de EE.UU., aunque parezca insuficiente es una
muestra de ello. El sistema médico de Inglaterra, aunque sufra de críticas por
la atención digitada, es otra muestra. No hay que dejar de mencionar el sistema
canadiense que desde hace tiempo que funciona relativamente bien. En América
Latina sucede algo curioso, ya que Chile, en donde la economía de mercado está bastante
desarrollada, y Cuba, en donde la economía de mercado prácticamente no existe,
son los que mejores posicionamiento tienen en lo que respecta a indicadores de
salud.
No obstante, por el momento sólo hemos observado el sistema
en los países de occidente, por lo cual tendríamos que preguntarnos también
como llevar mejor salud a los países de Africa, a los países de oriente medio y
algunos de Asia. Y es aquí donde se pone más compleja la situación, ya que el
atraso de tecnología médica en estos es sustancial.
Estados Unidos es el país que más invierte en salud en el
mundo. El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca estimó que dichos
gastos representan el 16% del PBI, aunque sólo la mitad son aportes estatales.
Sin embargo, y pese a las mejoras, la medicina en EE.UU. se considera cara,
pero cara respecto de qué, ya que al observar los mayores laboratorios del
mundo, vemos que dentro de los primeros 10, los 3 primeros son originarios de
EE.UU. y también hay 2 más en la lista.
Eli Lilly and Company; EE.UU.
Abbott Laboratories; EE.UU.
Johnson & Johnson; EE.UU.
AstraZeneca; Gran Bretaña y Suecia
Roche; Suiza
Glaxo Smithkline; Gran Bretaña
Merck; EE.UU.
Sanofi Aventis; Francia
Novartis; Suiza
Pfizer; EE.UU.
Ahora, por qué enfocarnos en los laboratorios, es simple,
por qué gran parte de sus costos están asociados a costos de comercialización,
costos de marketing y costos de búsqueda de nuevos productos que poco tienen
que ver con la investigación. El sitio
norteamericano de investigación periodística Propublica puso a disposición de
sus lectores una extensa base de datos que elaboró luego de revisar cerca de dos
millones de registros que distintas empresas de la industria farmacéutica han
hecho públicos sobre los pagos que han realizado a distintos médicos en todo
Estados Unidos. Las cifras son millonarias. Si se suman los montos, en los
últimos cuatro años –sólo considerando los pagos informados por 15 compañías–
los profesionales se han embolsado cerca de US$ 2.000 millones de dólares.
Aunque la
retórica es alentadora, tiene muy poco que ver con la realidad, primero el pago
o beneficios que los laboratorios pagan a médicos funciona como una suerte de
cohecho para que se beneficie una droga o un tratamiento en detrimento de otro
y no debiera ser permitido; segundo, investigación y desarrollo es una parte
relativamente pequeña de los presupuestos de las grandes compañías
farmacéuticas (reducida por sus enormes gastos en comercialización y
administración, y mucho menor que las ganancias). De hecho, año tras año, por
más de dos décadas, esta industria fue de lejos la más lucrativa en los Estados
Unidos (en el año 2003, por primera vez, la industria fue desplazada del primer
lugar y ocupó el tercer puesto detrás de "minería, producción de petróleo
crudo" y "banca comercial"). Los precios que cobran las
compañías farmacéuticas guardan muy poca relación con los costos de fabricación,
y podrían rebajarse en forma dramática sin poner en peligro, ni de cerca,
I&D. Segundo, la industria farmacéutica no es precisamente innovadora. Por
increíble que parezca, sólo unas pocas drogas importantes han aparecido en el
mercado en años recientes, y estas provenían en su mayoría de investigaciones
realizadas en instituciones académicas, pequeñas compañías biotécnicas, o
Institutos Nacionales de Salud (NIH, según sus siglas en inglés), costeadas con
el dinero de los contribuyentes; aunque a veces apropiadas por los laboratorios
de forma sospechosa. Sobre este punto debería ponerse la vigilancia para que lo
logrado en innovación por el Estado o por Universidades no vaya a parar a
empresas privadas. La gran mayoría de las "nuevas" drogas no son
nuevas, sino simples variantes de viejas drogas ya presentes en el mercado. A
estas se las denomina medicamentos "yo-también". La finalidad es
asegurarse una buena participación en un mercado ya establecido y lucrativo
produciendo algo muy similar a un medicamento de gran éxito en ventas.
Dentro de un
sistema basado en compartir los recursos, tendríamos que pensar que en el
mediano plazo habría menor cantidad de laboratorios y que lo que se produzca
debería ser de la más alta calidad en todos sus aspectos. Una solución parcial
a introducir a efectos de abaratar los costos de los medicamentos podría ser
que todos los costos de I&D fueran financiados por algún organismo
dependiente de Naciones Unidas, en donde todos los países en base a estudios de
población de riesgo para tal o cual enfermedad financien el desarrollo de
nuevas drogas a los laboratorios. Esto se haría con el fin de que los
laboratorios no expongan los costos de I&D como un costo sustancial del
nuevo producto. Otro punto para abaratar el costo de los medicamentos podría
ser la eliminación de las llamadas droguerías de distribución, es decir los
intermediarios entre farmacias y laboratorios; para esto debería ser creado un
sistema logístico de administración entre laboratorios y el Estado que sea sin
fines de lucro (los primeros para proteger la venta de sus productos y los
segundos para proteger el interés de la
población).
Así como se hizo
mención acerca de los medicamentos, los mercados de instrumentos dentro del
sector médico son altamente dinámicos, como diagnósticos, equipamiento
quirúrgico, marca pasos, implantes. no convencionales, etc., que requieren un
alto grado de innovación y son altamente competitivos. Esto también lleva a que
los gastos de investigación determinen la ventaja de grandes empresas que deben
tener una base mínima de recursos y esto constituye lo que se llama una barrera
a la entrada.
Por otro lado
existe un número importante de productos que no requiere estos gastos y que
pueden ser abordados por pequeñas empresas en el mundo. Incluyendo el
equipamiento hospitalario propiamente dicho. (Camas etc. Mesas de operaciones.,
etc.). Otro rasgo del mercado es que el gasto en salud tiende a crecer a una
tasa mucho mayor que el resto de la economía debido a dos factores: (1) el
envejecimiento de la población y (2) la tendencia al aumento del gasto en salud
debido a la conciencia mayor que toman las personas respecto del cuidado de su
salud.
En 2012, EE. UU. no sólo fue el
mayor productor de la industria, sino que también fue el mayor consumidor con
un monto de USD 218 miles de millones, equivalente al 33.3% de la participación
del mercado. Asimismo, como segundo consumidor mundial de dispositivos médicos
figuró China con el 23.4%, seguido por Japón, con una participación del 3.5%.
Con el crecimiento de la
población, el incremento en la esperanza de vida y una mayor incidencia de
enfermedades crónico-degenerativas, se espera que la demanda por servicios
hospitalarios aumente y con ello también los costos de salud. Así, existe una tendencia
a invertir y desarrollar dispositivos médicos personalizados, sobre todo en
áreas como monitoreo, diagnóstico y terapia, con la finalidad de reducir tanto
los costos como el tiempo de atención por paciente; la cuestión es que cómo
esos servicios de diagnóstico y monitoreo también puedan llegar a quienes no
tienen recursos suficientes.
En 2012, la población mundial de
adultos mayores de 65 años fue de 577 millones de habitantes (mh) y se estima
que en los próximos siete años crecerá a una TMCA de 3.3%. Aunado al fenómeno
de transición demográfica, se espera un aumento en las enfermedades
crónicas-degenerativas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y
cerebrovasculares, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, entre
otras. En el otro lado de la misma cara, las nuevas generaciones de adultos
mayores tienden a ser más educadas y comprometidas con su propio bienestar que
las anteriores, lo cual también hace esperar un incremento en la demanda de
productos médicos. De estos, los dispositivos cardiovasculares, neurológicos y
ortopédicos serán los que presenten mayores niveles de crecimiento en ventas.
He reparado a considerar varios
párrafos en el aumento en la población de adultos mayores, ya que sí pensamos
siempre en un mundo mejor tendremos una esperanza de vida mayor cada año. Como
todos sabemos, es evidente que alrededor de los 65 años, aunque podríamos
pensar en los 70 años como edad de corte, las personas deberían retirarse de la
vida activa para pasar a disfrutar otros aspectos y trabajar menos. Es
indispensable entonces pensar en un sistema nuevo, en donde los adultos no se
transformen en una carga económica, tal como muchos países (o más bien sus
gobiernos) así lo piensan. Por más que se lo analice, desde los puntos de vista
que se utilizan actualmente en los ámbitos socioeconómicos y políticos, sino
hay una transformación fundamental del sistema económico y político, a esas
personas (aunque siempre hay excepciones) se los seguirá viendo como una carga.
Solamente, un sistema pensado para compartir los recursos será un sistema que
los contenga y además que les permita llevar una vida plena y merecida. No sólo
es necesario reformar el sistema de salud y de equipamiento, sino todo el
sistema de previsión social, de ocio, del mercado de alimentos para que un
futuro brillante para los mayores sea posible.
La aplicación de tecnologías de
la información y sistemas computacionales innovadores en el campo medico ha
impulsado el desarrollo de nuevas prácticas como la telemedicina, la robótica médica
y la medicina personalizada, que permiten lograr diagnósticos en tiempo real,
así como la automatización de algunos procesos de atención a la salud. La
incorporación de estas tecnologías en dispositivos médicos es un fenómeno
paulatino pero
constante. Por otra parte, la
biotecnología y la nanotecnología impulsarán la manufactura de dispositivos de
menor tamaño, tratamientos y material quirúrgico mínimamente invasivos y
dispositivos con generación de energía captada del propio cuerpo humano.
Ranking de empresas productoras de equipamiento y
aparatología para medícina
Al repasar el cuadro de las principales empresas que producen equipamiento médico, nuevamente observamos los miles de millones que venden anualmente para lograr tal ubicación en el ranking, vemos también que dentro del sector, el de equipamiento es un mercado concentrado y por lo tanto donde se manejan enormes intereses económicos en juego que actualmente son difíciles de medir en cuanto al beneficio o perjuicio que generan a los habitantes del mundo, en lo que a su salud se refiere.
Como pudo
observar quien leyó hasta aquí, el tema es muy amplio y las opiniones pueden
ser muy divergentes, trataré de aquí en adelante de arribar a una suerte de
conclusiones de manera breve:
1. A. El sistema de salud, dentro del sistema de
competencia mundial actual no está exento de sus defectos: se torna más caro
década a década, los servicios y medicamentos más avanzados también se tornan
más caros; generándose las divisiones en la sociedad entre quienes tienen
buenos planes de cobertura, quienes tienen planes regulares y quienes no
tienen.
2. B. Existe un despertar en el mundo respecto de
estos problemas y de la importancia futura del sistema de salud, promoviendo
algunos países centrales reformas (aunque insuficientes por el momento).
3. C. Debido al crecimiento de la esperanza de vida
y del crecimiento de la conciencia acerca del cuidado del cuerpo de grandes
sectores, la necesidad de contar con buenos sistemas de salud se extiende en
años para cada persona.
4. D. Grandes laboratorios y grandes empresas
dominan el mercado de medicamentos, insumos y equipos de diagnóstico. La concentración
económica debiera seguir, para ahorrar costos, el tema es como los desplazados se
vuelven a insertar en el sistema. Por esto se propone grandes cambios y
homogeneidad en las leyes laborales y sociales.
5. E. A fin de disminuir los “inflados costos de
I&D” se propone crear un organismo supranacional o nacional para que se
haga cargo de los mismos y estos no se trasladan al precio de los productos.
6. F. Las grandes corporaciones productoras de
equipamiento también debería ser supervisadas y apoyadas por organismos
supranacionales.
7. G. Los países que poseen niveles de atención más
avanzada que otros debería poner a disposición sistemas de atención de
ciudadanos de otros países que requieran los servicios de salud. Esto debería
ser efectuado dentro de un marco de compensaciones del país que no puede
brindar tal servicio, pero estudiando la cantidad de casos para ver sí tal
problema conviene que sea atendido en el exterior o desarrollar la unidad de
atención dentro del país, de ser necesario con ayuda externa.
8. H. Todos los países que aboguen por un sistema
basado en compartir los recursos deberían también efectuar un inventario de
disponibilidad y necesidades de servicios y equipamiento médico, para luego
generar planes internos de desarrollo ayudados por los organismos
supranacionales.
9. I. Sobre los países de mayor vulnerabilidad en
temas de salud debieran hacerse planes de desarrollo para que en pocos años
estos tengan un moderado sistema que atienda al menos necesidades básicas. Con
esto me refiero esencialmente a Programas de Desarrollo en algunos países de
Africa, Asia y América Latina.
1 J. Un tema a tener en cuenta y que afecta el
sistema de salud es el funcionamiento del sistema de previsión social para la
ancianidad, ya que este también debería ser revisado de manera global, porque
coexisten en el mundo sistemas muy divergentes en donde por parte del Estado o
quien lo reemplaza (caso de sistemas de retiro privados) generan buena
cobertura hasta sistemas en donde luego de la vida activa las personas se
retiran sin tener ningún beneficio externo (del Estado o privado) para poder
vivir dignamente en su vida posterior a los 65 o 70 años.