sábado, 1 de agosto de 2020

La Carreta "Argentina"

 Quisiera describir aquí algunos problemas en la implementación de políticas relacionadas con compartir los recursos. Soy de Argentina y considero que mi país ha construido un relativo buen estado de bienestar en diversos aspectos como salud, educación, sistemas de previsión social, sistemas de asistencia social. Podría describir, según mi opinión, fortalezas y debilidades de cada uno de estos, pero el objetivo aquí es otro.

Este blog está dedicado a la “Nueva Economía” y se llama “Aprendiendo a Compartir”. No obstante, para poder iniciar políticas relacionadas con compartir los recursos se requiere que muchas variables estén alineadas de manera correcta, lograr consenso suficiente implica un trabajo arduo y de décadas de compromiso de todos los sectores involucrados.

¿Por qué el título de la carreta de Argentina? Porque me pareció correcta la analogía entre un medio de transporte para asimilar cómo puede ir desarrollándose un país.

Entonces, vamos a describir los conductores de dicha carreta: Políticos elegidos por Cargos Públicos, Sindicalistas que “representan a los trabajadores” y Empresarios. Ser un conductor en esta analogía significa que participan de las decisiones importantes en materia de “creación” de bienes y servicios, ya sea porque trabajan parar crearlos, promoverlos, controlarlos o dirigirlos en su realización.

Quiénes serían los caballos de esta carreta: También empresarios en algunos casos, trabajadores privados en relación de dependencia, trabajadores privados autónomos (incluyo aquí lo que en Argentina se denomina monotributo), trabajadores privados no registrados, trabajadores públicos que trabajan en prestaciones que brindan bienes y servicios (luego me referiré a esto más adelante). La definición del caballo tiene que ver con la velocidad y con la creación de bienes y servicios que sirven para vivir y mejorar la convivencia en sociedad de todas las personas. En esto es lo que muchas veces los políticos han perdido la brújula, en definitiva, no importa el sistema que nos gobierne, sino que “toda” la sociedad tenga cada día mejores bienes y servicios. Actualmente, también habría que añadir como características de esos bienes y servicios que no tiendan a convertirse en nocivos para el medioambiente. Y “toda” se refiere a crear un equilibrio ascendente en lo que respecta a la distribución de los recursos.

Quiénes van arriba de la carreta: Los adultos mayores, ya sean que reciban o no una compensación por el trabajo que realizaron mientras estaban activos; los niños de 0 años hasta la escuela secundaria, los jóvenes que estudian pero que no trabajan (en este caso en general dependen de sus padres), los jóvenes que no trabajan (sea por el motivo que fuera), las amas y amos de casa (que también son fundamental para el correcto funcionamiento del país); otras personas que por diversos factores no pueden realizar trabajos de brindar bienes y servicios a la sociedad. En este caso, se produce una mezcla rara, porque muchas de estas personas aportan a la creación de bienes y servicios, otras cosechan el fruto de su trabajo y otras por diversas situaciones necesitan una ayuda para mantenerse arriba de la carreta y ser parte de la misma.

 

Veamos un pequeño cuadro que efectué, en base a información de distintos lugares, acerca de cómo está conformada la carreta de Argentina actualmente -octubre 2020 -obvio con ciertas estimaciones- y cómo estaba conformada hace 20 años. Lo que refiere a personas se expresa en millones.




Efectuemos algunas inferencias para analizar más en profundidad:

Empleo privado, casi no se movió en 20 años, incluso parece haber retrocedido. Aquí voy a realizar 2 inferencias fundamentales. La primera es la situación del empleo en relación a la tecnología, la informatización, y el aumento de la productividad del ser humano por la incorporación de mejor maquinaria/tecnología; mi posición la dejé clara aquí http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2016/03/como-esta-el-mundo-respecto-de-empleo.html. En resumen, en el futuro y en el presente se crea cada vez menos empleo y esta es una de las causas por lo que los sistemas basados en compartir los recursos deben implementarse. Incluso, el futuro no tan lejano, gran parte de los bienes y servicios no los realizaremos los hombres y mujeres, y esto es lo que tenemos que proyectar y aprender a vivir en evolución con ello.

En el caso de Argentina, ha sido escaza la generación de puestos de trabajo privados y se han generado condiciones que no incentivan a las personas a transformarse en caballos de la carreta y tirar. Lo que ha sucedido es que a medida que hubo años de bonanza crecieron empleo público, fundamentalmente en provincias y municipios, y también los “beneficios” que otorga el Estado. Cuando llegaron los años magros, lo que sucede aproximadamente desde 2012, el empleo privado comenzó a caer, pero el público no, además con cada cambio de gestión se suma en general más empleo público. Esta compensación para paliar la pérdida de empleo privado no ha servido en el país y las soluciones pueden pasar por: (i) incentivar con créditos productivos para que los empleados públicos puedan salir del Estado; (ii) generar programas de crédito privado para proyectos de nuevos bienes y servicios -aquí hay que ser muy cuidadoso, porque la mayoría apunta a bienes y servicios que se duplican o compiten con otro y sólo hay desplazamiento, pero no crecimiento- y que dichos programas haya cierto beneficio para tomar empleados del Estado -principalmente de gobiernos provinciales y municipales-; (iii) incentivar programas para federalizar la población, sobre esto escribí en: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2016/11/rearmando-las-ciudades-del-futuro.html

 

En el caso de los políticos, además de los cargos electivos que contienen los cargos nacionales, provinciales y municipales por elección, hay que adicionarle todo cargo público que entra cuando hay nuevos nombramientos posteriormente a las elecciones. También hay que sumarle asesores que ingresan y se van en el período del cargo electivo. Estos 2 casos están incorporados en el empleo público. Y además de eso, lo más importante es medir el costo de la política argentina en relación a otros países. Dejó un link en el cual Roberto Cachanosky, un reconocido economista argentino (más allá de que no coincido en ciertos aspectos) explica muy bien la situación con una analogía.

https://www.infobae.com/opinion/2019/03/05/el-descomunal-costo-del-negocio-de-la-politica-en-argentina-y-por-que-eeuu-es-casi-4-veces-mas-eficiente/  En definitiva, no se trata de izquierda o derecha, sino de ver cómo agilizar la producción de bienes y servicios que lleven bienestar a la población. Sobre este tema, hay 3 palabras que parecen no caber en la mente de los políticos de Argentina: Desapego, anticorrupción y eficiencia. Sobre las 2 primeras me referí a estos 2 links: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2015/06/la-etica-dentro-de-la-nueva-economia.html y https://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com/2019/02/corrupcion-codicia-y-complacencia-las-3.html Sobre la eficiencia (medida en este caso por el accionar el Estado) siempre se habla de copiar modelos sociales que funcionen como los escandinavos o alemán, pero poco se hace al respecto, me referí a ello en: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/12/hacia-un-nuevo-sistema-politico.html

Vemos también que ha crecido desproporcionadamente el empleo en provincias y municipios. Es fundamental encarar planes concretos para que dichos empleos disminuyan y comience a fluir mayor producción de bienes y servicios en muchas jurisdicciones. Esto debería hacerse con una mejor ley de coparticipación. Asimismo, aunque en el contexto actual es difícil pensar en ello, con las restricciones existentes por temas sanitarios, debe hacerse. Muchas jurisdicciones se han transformado en feudos que poco aportan y con escasez de ideas.

La ley de coparticipación federal hoy actúa como un límite interno. Teniendo en cuenta que existen impuestos de recaudación por el Estado Nacional, con buen tino la ley pretende que las provincias que más producen y están más desarrolladas aporten, parte de lo que le correspondería de ciertos impuestos nacionales sí el reparto fuera proporcional a su producción, mediante cesión de cierto porcentaje que se distribuye a provincias menos desarrolladas. Primer error, está pendiente la sanción de una ley a fondo que estudie la coparticipación. Segundo error, esté sistema, que queda al arbitrio del gobierno de turno, no conlleva el establecimiento de objetivos por parte de las provincias que menos reciben. Esto último, crea en el tiempo un nulo impulso para mejorar y el estado de dicha provincia se convierte en un botín político que sirve para repartir fondos. Seguramente, todo gobernante quiere que su estado/provincia mejore, pero también saber que los fondos nacionales llegan por meses, años y años, provoca un letargo en los impulsos a generar bienes y servicios nuevos que no dependan de la intervención del estado. Tampoco, se analiza en la coparticipación la evolución de la población de cada jurisdicción, esto es otro grave error, ya que Argentina no es un país que se destaque por tener políticas de federalización y distribución equitativa de su población.

Finalmente, en este aspecto, hay que terminar con las dobles cámaras en los poderes legislativos provinciales que aún tienen 2 cámaras. Achicar el número de legisladores. Fusionar municipios y también provincias. Esto es complejo, pero en algún momento hay que tomar decisiones fuertes.

Tercera edad, creo que sobre este sector hay que diferenciar 2 temas, el primero relacionado con el aumento de la expectativa de vida, que se da en muchos países. Esto produce que el sistema parece colapsar en muchos países, porque la población de abajo ya no sustenta económicamente a los de mayor edad con sus aportes y la de abajo crece menos rápidamente que décadas atrás, la relación de 3 trabajadores activos versus 1 retirado es ya una fantasía. Los sistemas deben cambiarse en todo el mundo, lo expresé aquí

http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2015/08/sistemas-de-proteccion-de-las-personas.html

En Argentina, qué puede hacerse. Yo diría que un tema pasa por quitar beneficios previsionales de privilegio que no tengan que ver con la cantidad de años de aporte, como jubilaciones y pensiones de políticos y parte del sistema judicial. El segundo es quitar la carga tributaria en forma de aportes y transformarla en impuesto al consumo, más un seguro de retiro para los empleados en relación de dependencia. Habría que implementar un adicional a los retirados en base a su consumo por aumento del impuesto para compensarlos. Pero, creo que hay muchos expertos en el tema que pueden estudiar y efectuar programas que sirvan para solucionar esto de cara a futuro.

 

Más allá de que no es posible analizar detalladamente todos los problemas del país, trataré de finalizar haciendo mención a la parte de los menores de edad. Mucho se dice en Argentina acerca de la infantilización de la pobreza y que más del 50% de los menores de 12 años son pobres. Es cierto. Sin embargo, atribuir esto a unas pocas causas como la falta de buena política, la falta de continuidad de buenas políticas económicas, la falta o sobrante de la presencia del Estado en ciertas áreas, es un error. Quizás la causa más importante es un análisis de cómo crece la población, lo que expliqué en: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/07/planificacion-familiar-algunas.html

En síntesis, desde hace más de 40 años se han conjugado 2 factores, clases medias y altas han disminuido la cantidad promedio de hijos y han aumentado el promedio de edad de procreación, mientras que clases bajas han mantenido los mismos niveles, e incluso se ha sucedido que en ciertos lugares del país ha bajado la edad de procreación. Esto, si suponemos que el promedio de inicio en medias y altas está en 33 años, mientras que en bajas está en 20 años, cabría para decir que solamente con estos números más que se duplicaron las personas en segmentos socioeconómicos bajos. Sumado a la falta de oportunidades y el estancamiento de la movilidad social, tenemos un país en una situación poblacional vulnerable. Es bueno, pensar que un Estado presente atiende ciertas necesidades con por ejemplo la AUH. Sin embargo, es malo pensar que esto se puede mantener sin tomar medidas de largo plazo que tiendan a que las personas puedan mejorar sus vidas por sí mismas.

En un mundo globalizado, en donde todos los países compiten entre sí por bienes y servicios, hay que pensar que la carreta no puede cargarse indefinidamente.

Para finalizar, diré que yo no abogo por un sistema de competencia, sino uno de cooperación en donde se aprendan a compartir los recursos. Sobre esto me he referido en numerosas veces y de diversas formas para cambiar el mundo. Lo mismo expuse en mi libro: https://www.amazon.com/Nueva-Era-Econom%C3%ADa-Sociedad-Sabidur%C3%ADa-ebook/dp/B07239C47R

https://www.bajalibros.com/AR/Nueva-era-nueva-economia-nueva-sociedad---una-revision-del-emerger-de-maitreya-y-los-maestros-de-sabiduria-Martin-Pereira-eBook-1286147

No obstante, como mundo, no como país, hasta que no suceda el emerger del Instructor del Mundo y sus Maestros de Sabiduría, seguiremos navegando en la tormenta. Entiendo que es cuestión de muy pocos años para que el mayor evento en la historia de la humanidad suceda. La esperanza de un mundo mejor es cada vez más cercana.