lunes, 25 de febrero de 2019

Corrupción, Codicia y Complacencia; las 3 C del Estatus Quo – Más Creación de Consensos


Con el fin de seguir analizando la probable realidad futura, que comience a gestarse luego del emerger público del Instructor del Mundo y sus Maestros de Sabiduría, quisiera referirme a un par de cuestiones que han quedado rezagadas en artículos anteriores, pero que conllevan una importancia fundamental para la correcta transformación del planeta.

El primero es cómo deben producirse los cambios. Muchas personas, y hasta me quisiera incluir en este grupo, deseamos que los cambios hacia una cultura basada en compartir los recursos se den de forma rápida. Sin embargo, es fundamental saber el punto actual del cual se parte. Desde el punto de vista socioeconómico, según mi parecer, vivimos aún en un mundo muy poco evolucionado, fundamentalmente en lo referente a las formas de relacionamiento social. Muchos especialistas mencionan que nunca antes en el mundo los recursos han estado tan mal distribuidos, en donde minúsculos grupos o pocas personas controlan gran parte de los recursos financieros y económicos. Tampoco, nunca antes en la historia la humanidad, o mejor decir, algunos pocos gobiernos han tenido armas de destrucción masiva que pueden generar enorme daño a los hombres de cierta zona geográfica, a la humanidad en su conjunto y al planeta; pudiendo en circunstancias extremas llegar como raza a la autodestrucción. Los otros dos factores más críticos son el hambre o la mal nutrición (aunque se vienen haciendo avances al respecto, pero siempre dentro del llamado sistema de comercialización) que sigue afectando a una parte muy importante de la población del planeta y el peligro ecológico. Finalmente, creo que desde comienzos del siglo XXI hasta el presente se ha ido produciendo otro fenómeno social que es la división de las ideas. Nunca antes estuvo el mundo tan dividido en cuanto a las formas de gestionar la sociedad, y aunque el mundo ya atravesó la dicotomía entre capitalismo y comunismo, el momento actual es de profundas brechas internas en cada país.
Los ultracionalismos, la xenofobia, las ideas radicalizadas contrarias a la inmigración, a favor de la mayor actuación policial o militar, a políticas antiglobalización, son mechas que encienden muy fácil en la mente de millones y millones de personas. Parte de estas doctrinas tienen razón, pero lo que no ven es opciones de desarrollo para los países subdesarrollados o en desarrollo, desde donde proceden los flujos migratorios. La solución no es cerrarse, la solución es buscar formas para que se desarrollen el resto de los países. La solución no es cerrarse, es comenzar a reconocer la unidad de todos los seres humanos, la unidad en la diversidad de lo que somos como humanidad, y en función de esto, promover sistemas socioeconómicos similares para que, en un par de décadas, crear un sistema nuevo, basado en compartir los recursos y complementarnos, dejando de la lado la comercialización a ultranza y la competencia en una parte importante de los ámbitos de la sociedad.
La unidad, lo más difícil, lo expresé en una de las primeras notas del blog: https://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com/2012/03/el-desafio-mas-grande.html

Pero, más allá de lo dicho en los párrafos precedentes el cambio fundamental pasará por dos cuestiones. La primera está relacionada con cambios en los valores, esencialmente ir alejándonos del exceso de materialismo, cuyas raíces son la comercialización en demasía, la codicia, la corrupción y la complacencia. Sea el sistema político que sea, izquierda o derecha, liberal o socialismo, nacionalista o de mayor apertura, ningún gobierno y/o sistema económico puede perdurar cuando se instalan en él las 3 C: corrupción, codicia y complacencia. La corrupción y la codicia son dos conceptos íntimamente correlacionados y van de quienes manejan el Estado (en cualquier ámbito del mismo) hacia las personas particulares o empresas, desde las personas particulares o empresas hacia quienes manejan el Estado, y desde y entre particulares y/o empresas. La complacencia es el placebo que complementa a los conceptos anteriores y se instala en una parte importante y poderosa de la sociedad, como la facultad de pensar en que yo o mi grupo estamos bien o no estamos tan mal, entonces los cambios en la sociedad pueden esperar.
Entonces, cómo se sale de esto. Lo primero que diré es que uno de los motivos de la presencia y emerger de la Jerarquía Espiritual (siempre según mi opinión) es realizar una gran inyección de valores en el mundo. Maitreya habla de 3 sencillos principios de conocer que se refieren a “Honestidad de Mente, Sinceridad de Espíritu y Desapego”. Los 2 primeros, en mi opinión, están relacionados con la actitud propia de cada ser humano consigo mismo y con sus actitudes. El tercero, más allá del desapego interno del ser, es fundamental para la creación de una sociedad menos material, más interesada por el prójimo y más interesada por el servicio altruista en los diversos ámbitos que se desarrollan las sociedades. Una vez que comienza a correr el agua del desapego por la sociedad, los valores irán mutando, iremos poco a poco virando hacia una sociedad menos basada en la codicia, la corrupción dará paso al servicio público más desinteresado y poco a poco un nuevo halo de bienestar comenzará a recubrir a las sociedades. No se trata solamente del bienestar nacional, sino de integrar en diversos planes el crecimiento y el desarrollo de los distintos pueblos y países del planeta. La tarea no es fácil, al principio, el mero hecho de la existencia física de los Maestros provocará un gran impulso, pero todos los seres humanos deberán formar parte del trabajo de reconstrucción y mejoramiento del planeta.

La segunda parte de este artículo trata de llevar luz a un tema poco tratado en mi blog. Al pensar en una sociedad dividida en sus ideas, tal como lo vengo expresando hace un tiempo largo: http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2016/03/la-division-de-ideas-en-todo-ambito-de.html nos encontraremos, a continuación del emerger del Instructor del Mundo con un nuevo mundo. Millones y millones sentirán por primera vez la existencia de algo superior en sus vidas, lo que les provocará un cambio interior que, posteriormente, se transformará en el motor de los cambios exteriores. Al comienzo, todo parecerá funcionar, habrá una suerte de camino sobre algodones, pero lo más importante recién comenzará. La real transformación de la sociedad, y una de las principales tareas de los Maestros de Sabiduría, trata acerca de cómo unir a la diversidad de pensamientos que se encuentran en los individuos con conforman las sociedades y las distintas culturas. La respuesta, fácil de expresar, pero difícil de llevar a cabo en todos los ámbitos trata acerca de: CREACIÓN DE CONSENSOS.

Crear consensos es la amalgama de la diversidad, la aceptación de nuevas pautas, basadas en el interés general, en una sociedad para todos, lo cual no puede ser efectuado sin cambios en los valores con que se maneja la sociedad, la codicia de pocos tiene que ir lentamente siendo dejada atrás. La corrupción tiene que ser removida por el desinterés en lo material desde la política. El agua del desapego por la materialidad tiene que invadirnos poco a poco. Para ello, los Maestros estarán caminando junto a la humanidad, buscando acercar opiniones, transformando. Y por más, que mucha gente piense, sí es así, es cómo los Maestros nos aconsejan: ese es el camino; tendremos que saber que, como grupo o sociedad, un consenso real y genuino funcionará y provocará que los engranajes se muevan en el sentido correcto, cuando la aceptación de cierta idea sea de un grado muy, pero muy importante por el conjunto de individuos que conforman la sociedad. En algunos textos se habla hasta del 90% de aceptación por parte de las personas. A veces, sí pensamos que muchas decisiones políticas se toman con la mayoría más uno, nos podremos dar cuenta de la importancia que tiene la creación de nuevos consensos. Quizás pensemos que un 65% de aceptación puede estar bien, quizás un 60%, pero los cambios llevarán tiempo, y es probable que repitamos errores o volvamos sobre sistemas que pensamos pueden dejarse atrás, sí la aceptación es baja. Un 60% de aceptación puede estar bien, pero habrá un 40% (quizás algunos con mucho poder) que estarán insatisfechos, y hasta podrán estar efectuando acciones contrarias a los cambios. Quizás, hasta se vuelva atrás con la propuesta; para luego pasado un tiempo de regreso a las viejas formas imperantes en la actualidad, volver a retomar, con el consenso nuevamente aumentado y creado, el nuevo rumbo. Entonces, tendremos que darnos cuentas que la Creación de Consensos es otra de las aristas en donde se deberá trabajar y mucho. Algunos cambios se producirán rápido, en cortos períodos de tiempo, otros (cuando nos demos cuenta que muchos problemas persisten) llevarán tiempo, quizás algunas 2 o 3 décadas (sólo pongo un marco temporal por aventurarme a decir algo, ojalá todo se encamine rápido).

Finalmente, para terminar, quisiera mencionar algo acerca de la Nueva Era. El Instructor del Mundo y su Grupo de Maestros volcarán al mundo una infinita (para nosotros los seres humanos) energía de síntesis (que es la energía que fusiona y une ideas que parecen opuestas). También rebozarán el mundo con una energía relacionada con un amor incomprensible para nosotros. Ambos tipos de energía serán parte de las grandes llamas que cobijarán a la humanidad para lograr los cambios. Esto, que hoy son palabras, se transformarán en nuevos sentimientos, conocimientos y nuevas aptitudes de las personas, que todas juntas serán los motores para lograr un mundo evolucionado.