viernes, 5 de julio de 2013

PLANIFICACIÓN FAMILIAR – Algunas Conclusiones



Este es un extracto de un informe mayor, que pretende exponer algunas conclusiones respecto de planificación familiar, que es un tema profundamente relacionado con la urbanización (materia abordada en otro artículo del blog). Quien luego de leer esto desee conocer el informe completo, junto con los gráficos que reafirman estas breves conclusiones, por favor escribame martinpereira@yahoo.com.ar o martinpereira.arg@gmail.com y le envieré el informe.
El crecimiento demográfico constituye uno de los grandes problemas que debe enfrentar la humanidad en el presente y en el futuro. Dada su complejidad, ya que esencialmente se origina en un acto natural, la reproducción, que además constituye uno de los derechos elementales de todo ser humano, resulta ser un problema de difícil abordaje, más si pensamos en que es un acto privado. El análisis del crecimiento poblacional, a fin de establecer su distribución por segmentos socioeconómicos, su distribución geográfica y su distribución por grupos de edades debería ser parte de la agenda política y social de gobernantes y de algunas instituciones públicas y privadas, de modo que su estudio permita tener una visión desde diversos ángulos, para llevar adelante políticas sociales y económicas tendientes a la elevación del nivel de vida de la población. Argentina, como se expone en el informe y en sus cuadros anexos, no ha quedado fuera del problema que tienen muchos países en desarrollo, en donde su población crece de manera no ordenada, lo que podría coadyuvar o complementar la aparición o permanencia de distintos problemas socioeconómicos. A partir de lo expuesto, algunas conclusiones al respecto son:
(i)          A lo largo de los años la distribución de la riqueza ha empeorado. Incluso, teniendo Argentina períodos de crecimiento económico, ello no ha conllevado mejora en la distribución de manera permanente y en el largo plazo, medido desde el punto de vista intergeneracional. CUADRO 9.

(ii)        La distribución de la población del país es totalmente despareja y la tendencia a que empeore continúa, ya que los grados de urbanización son cada vez mayores. CUADRO 2 y 3, caso de Gran Buenos Aires (GBA), Gran Rosario, Gran Córdoba. Se verifica además un crecimiento en la zona de GBA de 14% (Censo 2010) respecto del censo anterior (2001), lo que ratifica la teoría de la urbanización, mientras que el crecimiento general intercenso fue de 10,6% (40,11 MM / 36,26 MM). En Capital Federal (Ciudad de Buenos Aires) el crecimiento intercensal fue de 4,1%, lo que puede implicar disminución por limitaciones de espacio físico o reducción, porque la composición de clase media y alta –quienes en general tienen menor cantidad de hijos- es en porcentaje mayor a otros distritos.
La tendencia a la mayor urbanización del país conlleva también la necesidad creciente de brindar a franjas vulnerables, que se sitúan en dichas zonas, mayores coberturas de salud, de educación, de justicia, de seguridad y ciertos bienes sociales a cargo del Estado (Nacional, Provincial y Municipal). Esto tiene como contrapartida, quizás directa o quizás indirecta, la necesidad de los distintos niveles de administración estatal de contar con mayores fuentes de ingresos, traduciéndose en la elevación casi constante de la presión tributaria que reciben los contribuyentes para poder afrontar parte de estos costos.
(iii)      La tasa de fecundidad –el número promedio de hijos por mujeres en edad fértil- se encuentra en 2.3 hijos, siendo levemente mayor a lo que se considera la tasa de reposición poblacional (2.1 hijos por mujer). Esta tasa ha venido descendiendo a través de las décadas. No obstante, la preocupación central del informe es el análisis de la composición de su evolución.
No se ha verificado en el país, en las últimas 3 décadas, un descenso en el número promedio de integrantes de las familias de quintiles de ingresos más bajos (incluso en el más bajo continúa aumentando), cuando si ha descendido la de los quintiles medios y altos. CUADRO 1.
ESTE INDICADOR DE TASA DE FECUNDIDAD SE MUESTRA COMO EL MÁS PREOCUPANTE EN EL PRESENTE ANÁLISIS, YA QUE SI BIEN, EN GENERAL LAS FAMILIAS DE MENORES INGRESOS TIENEN MENOR CANTIDAD DE HIJOS          QUE 40 AÑOS ATRAS, AÚN EN ALGUNOS ESTRATOS EL NIVEL ES ELEVADO. LA PERSISTENCIA EN ESTA TENDENCIA ACOMPAÑADA POR EL DESCENSO EN EL PROMEDIO DE HIJOS DE LAS FAMILIAS DE INGRESOS MEDIOS Y ALTOS, GENERA UN ACHATAMIENTO EN LA PIRÁMIDE POBLACIONAL SOCIOECONÓMICA.
Cuando existe una continuidad intergeneracional, en donde las familias de menores ingresos continúan o aumentan su cantidad de hijos promedio, se llega a generar también una mayor presión sobre la cantidad de bienes sociales que el Estado tiene que brindar a éstos. A su vez, como los sectores de ingresos medios y altos contribuyen en mayor medida al Estado vía impuestos –en valores absolutos, ya que, en porcentaje por el sistema regresivo de Argentina , familias de menores recursos pueden estar abonando un porcentaje alto de impuestos-, y dado también, la existencia de una menor cantidad de personas de estos estratos sociales a medida que pasa el tiempo, tendremos una causa más que llevará al Estado a ejercer mayor presión tributaria, sobre estos estratos y sobre el resto. Es decir, si achico en cantidad las personas de clase media y alta, para obtener el mismo nivel absoluto de recaudación de estos grupos vía impuestos, tendré que aplicarles mayor presión tributaria.
Finalmente, el crecimiento de la base poblacional en estratos de menores ingresos, genera mayor presión por aumentar el gasto educativo, el gasto en salud, el gasto social y también el gasto en justicia y seguridad –ya que, a causa de la falta de oportunidades para todos, algunas minorías eligen el camino delictivo para obtener sus ingresos-. En este sentido, Argentina no escapa a lo que sucede en otros países de América Latina, dejo un link relacionado con inseguridad y distribución de la riqueza: https://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com/2017/09/la-inseguridad-en-las-sociedad-otro-de.html
En general, también el gasto educativo, social, en salud, justicia y seguridad, por más que ocupe un mayor porcentaje dentro de los presupuestos estatales, no necesariamente terminará siendo de mayor calidad, debido a la cantidad de población creciente que requiere dicho gasto; con lo cual, unitariamente el gasto será menor.
Si bien, lo antedicho no significa que existe una relación directa entre mayor presión tributaria y mayor porcentaje de personas en los estratos bajos, la evolución y el cruzamiento de datos entre todas las variables exhibidas en los distintos cuadros genera el pensamiento de que sí existe alguna correlación y que nuestro país, a pesar de contar con buenas leyes referidas a la planificación familiar, no ha podido implementar programas eficaces que asistan a las parejas o mujeres de los sectores más vulnerables a decidir cuándo procrear.
(iv)      Sumado a lo mencionado en el punto anterior, respecto de la tasa de fecundidad de 2.3 –CUADRO 2- que continúa siendo superior a 2.1 (tasa de reposición poblacional), en los últimos 40 años se triplicó la tasa de nacimientos por madres adolescentes menores de 20 años; donde el 15% -unos 106.000 nacimientos en un total de 700.000 anual aproximado- del total de los nacimientos en el país son hijos de niñas/mujeres. Como dato, podemos agregar que los embarazos en las adolescentes se dan en un porcentaje muy alto en franjas de estratos de ingresos bajos.
Esta relación de fecundidad/edad/ingresos es otro de los vínculos indirectos que genera, podríamos afirmar, que el sesgo de la fecundidad y el tipo de crecimiento poblacional en Argentina sea más el de un país subdesarrollado que tender a cómo crece la población en los países desarrollados. Aparejado a esto, hay mayor deserción escolar en secundarios de madres adolescentes, mayor presión sobre gasto social y padres adolescentes que al verse que tener que criar un hijo, pierden o acortan sus esperanzas de un futuro mejor.

(v)         La tasa de crecimiento poblacional sigue siendo levemente superior al 1% anual, lo que significa que alrededor de 400.000 personas se incorporan al país año a año, como diferencia entre nacimientos más inmigración menos fallecimientos y emigración. Esto no tiene en cuenta las personas indocumentadas que llegan al país. CUADRO 2 y 6.
Al tener Argentina una inmigración positiva de aproximadamente del 10% del crecimiento poblacional anual (40.000 personas), nos encontramos aquí con otro de los factores en donde el Estado y la Sociedad en su conjunto deben año a año brindar nuevos servicios o ampliar los existentes en educación, salud, etc.
Igualmente, pese a crecer la población, el problema central no está en el crecimiento, sino en cómo está concentrada la población, tema tratado en el punto (ii) anterior.
(vi)       Más allá de aumentar la pobreza intergeneracional, por aumento de la población y por peor distribución de la riqueza; aumenta más la pobreza en menores (tal como se expuso en el punto “El país de la precosidad”). Esto también implica la necesidad de un Estado que preste mayores servicios de salud, de educación, de asistencia social y otros tantos para atender esta demanda creciente y urgente que se presenta en Argentina. A su vez, la ausencia de oportunidades en los jóvenes, debido a la imposibilidad de dotar a todos de circunstancias que posibiliten su inserción estudiantil o laboral, es otro de los factores de presión hacia la inseguridad que se vive en nuestro país.

(vii)    El constante aumento en la expectativa de vida es un factor muy positivo, aunque visto estrictamente desde el punto de vista de los recursos económicos se plantea la necesidad de rever y asegurar el bienestar para el creciente número de personas mayores de Argentina. CUADRO 5.
Si bien, no es objetivo de estas breves conclusiones, podemos afirmar que Argentina posee un buen sistema de seguridad social para la ancianidad, al cual se le pueden imputar ciertas falencias y que puede ser mejorado, pero que es relativamente amplio para cubrir amplios sectores de la ancianidad.
(viii)  Sumado al crecimiento poblacional de Argentina, se agrega como punto de análisis, el crecimiento que se produce por la inmigración, que si bien ha disminuido su flujo en los últimos años, aún continúa. Solo a los efectos de ser objetivos, se puede afirmar que Argentina siempre ha sido un país con inmigración que se distribuía a lo largo y ancho del país. Sin embargo, en los últimos 25 años la inmigración, principalmente de habitantes de países vecinos, un alto porcentaje se ido ubicando en Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense. También, sólo a efectos de ser objetivos, la inmigración recibida es en general de estratos bajos en busca de mejores oportunidades de vida. Con las razones podemos escribir un libro. Sin embargo, la cuestión fáctica es que esto existe y que es otro de los factores que contribuyen a que el Estado Nacional, Provincia y Municipal destinen parte de su presupuesto a atender estas necesidades y también a generar políticas que faciliten la convivencia e integración de estos nuevos habitantes.

Referencias : Jorge Luis OSSONA (CEHP/ UNSAM-CEINLADI-FCE-UBA) Trabajo año 2010.      -    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/158561-50851-2010-12-13.html   - http://www.eldia.com.ar/edis/20110522/la-nueva-inmigracion-desafio-escuelas-nuestra-region-educacion0.htm  -   Ernesto Krit (Sel Consultores).

(ix)      Si bien la presión impositiva es cada vez mayor –aunque no es un factor determinante-, esto en Argentina (CUADROS 7 y 8) no se ha traducido y correlacionado con un aumento proporcional en la calidad del gasto público medido a través de 30 años, tal como expusimos, por una cuestión lógica: el aumento en los ingresos públicos no alcanza para satisfacer una base de demandantes de gasto público cada vez más grande. No se pretende una connotación política de este punto, sino una simple mención de cuestión fáctica.
A su vez, las regiones más pobladas del país son las que más problemas presentan para atender esta necesidad individual de mayor gasto, que ocurre en el ámbito educativo, de salud, justicia, etc.
A modo de ejemplo pondremos un cuadro extraído de “RADIOGRAFÍA DE LA EDUCACIÓN ARGENTINA”, DE AXEL RIVAS, ALEJANDRO VERA y PABLO BEZEM.
HABITANTES EN EDAD ESCOLAR (2001)
REGION PATAGONICA
C.A.B.A
NEA Y NOE
PROV. MÁS POBLADAS
                762.307
         570.947
       3.326.200
           6.599.092
INVERSION EDUCATIVA POR ALUMNO ESTATAL EN PESOS (PROMEDIO 2006)
REGION PATAGONICA
C.A.B.A
NEA Y NOE
PROV. MÁS POBLADAS
                     4.408
             4.972
                2.171
                    2.486
RECURSOS EDUCATIVOS POR HABITANTE EN EDAD ESCOLAR CON NBI (PROMEDIO 2006)
REGION PATAGONICA
C.A.B.A
NEA Y NOE
PROV. MÁS POBLADAS
                  30.539
           51.909
                1.629
                 15.377



(x)        Además de sumar el problema de la pobreza y la urbanización, a esto se adiciona los cada vez mayores problemas ambientales que genera: el aumento de la población, su concentración y la concentración de la pobreza. La carga de los problemas causados por factores ambientales en mayor medida recae sobre la espalda de los pobres y extremadamente pobres, siendo éstos quienes sufren los desaforados y muchas veces invisibles daños que se cometen contra la naturaleza.



CONCLUSIONES FINALES SOBRE PLANIFICACIÓN FAMILIAR
Pese a la complejidad del tema y aunque se piense que la procreación es un tema privado, sí debería interesar la forma que la misma toma a nivel macrosocial en nuestro país. Está en los gobernantes y políticos tomar conciencia de que el problema demográfico (aunque el mismo pudiese deberse mayormente a la concentración geográfica de la población, pero también a la cantidades de hijos por pareja, por mujer soltera, cantidad de hijos por segmento económico, o edad de las madres al procrear su primer hijo) existe y que se debe hacer algo al respecto, porque más allá del acto privado está el bienestar de todos y cada uno de los habitantes, y también el bienestar del planeta. Sin una población en equilibrio, el sistema (sociedad-naturaleza) no estará en equilibrio; lo que muy probablemente provoque que los problemas de inseguridad/seguridad, justicia/injusticia, educación/no educación, salud/enfermedad continúen. Sin un planeta sano y en equilibrio no habrá futuro o éste será cada vez más difícil. Uno de los componentes del planeta, y el más influyente sobre él, somos los hombres, y es hora de que hagamos un sacrificio por nosotros y por los demás. Fomentar políticas para autolimitarnos en cuanto a temas reproductivos es un debate pendiente en la sociedad argentina.
Fundamentalmente, la planificación familiar es crear conciencia en la población acerca de que las parejas o las mujeres puedan decidir los momentos y las cantidades de hijos a procrear. Esta definición, luego traerá aparejada la forma en que se elegirá educar a la población y los métodos anticoncepción que se recomendarán según la situación particular de cada mujer, hombre o pareja.
Podemos afirmar también que la planificación familiar es un tema de nivel de conocimiento que tengan las mujeres o parejas acerca de los métodos, con lo cual ésta está conectada al nivel educativo de la población en general y de segmentos socioeconómicos en particular. No obstante, siendo la educación un bien social de largo plazo, el trabajo en planificación familiar debería ser en paralelo con los intentos de mejorar la educación de la población y del desarrollo económico que un país puede alcanzar. Al observar este cruzamiento de desarrollo-educación-planificación muchas personas podrían afirmar que hay una relación directa, pero también muchas personas podrían decir y con razón que no la hay.
Fue desde los tiempos modernos, y aún es, deber de los gobernantes y políticos, generar e implementar modelos socioeconómicos y políticas sociales destinadas a crear condiciones de trabajo, salud y educación que permitan expectativas de progreso y finalmente progresar, en términos de bienestar, a nivel individual y familiar. Es en estos modelos que la variable forma y magnitud del crecimiento poblacional tiene también que ser tenida en cuenta.
Desde hace más de 30 años organizaciones como Naciones Unidas han hecho foco en recomendar políticas de planificación familiar. En general, estas recomendaciones apuntaron siempre a países en desarrollo o subdesarrollados, siendo los motivos principales de éstas, temas de salud en la mujer, disminuir riesgo de contagio de enfermedades, disminuir abortos peligrosos, otorgar poder de decisión sobre su cuerpo a la mujer y también apuntar al menor crecimiento de la población. Este último motivo, según expresa la Organización Mundial de la Salud es clave para aminorar el crecimiento insostenible de la población y los efectos negativos que este acarrea sobre la economía, el medio ambiente y los esfuerzos nacionales y regionales por alcanzar el desarrollo.
Hoy el mundo pone a los gobernantes y a toda la sociedad ante un nuevo deber, generar condiciones para que la población crezca de forma aceptable con el desarrollo económico y geográfico potencial, que les permita mejorar las expectativas de futuro de todos, principalmente los de menores recursos. La decisión acerca de implementación de políticas activas, en planificación familiar, muchas veces son difíciles de tomar y de implementar, porque muchos piensan que se interfiere con un derecho individual y privado. Sin embargo, quienes piensan en el bienestar general deben generar la conciencia que el beneficio a mediano y largo plazo será para todos.
Otro tema que debe ir aparejado y relacionado con el crecimiento poblacional y la planificación familiar interna, es el comportamiento de las migraciones internas y externas. Cuando se trata de introducir algún límite o algún incentivo a un sistema (en este caso poblacional/geográfico) tratando de inclinar una variable para la conveniencia del conjunto, deben atenderse todas las variables que influyen en el sistema completo. Nuevamente, pese a que son decisiones complicadas debe pensarse y debatirse: establecer normas que sean vistas como “límites” o establecer “incentivos”. Sobre esta materia tiene que ser evitada el límite visto como un tema discriminatorio.
Igualmente, como se mencionó acerca de la inmigración interna y externa, los aspectos o medidas orientadas a la planificación familiar no tienen que ser vista sólo como medidas contra los sectores más vulnerables o de segmentos de ingresos bajos. El problema no es la mayor cantidad de hijos de estos, sino que es la mayor cantidad de hijos sostenida en el tiempo a través de generaciones y el aumento en la cantidad promedio, a través de los años, relacionada con el descenso sostenido en el promedio de hijos en segmentos de ingresos medios y altos. A su vez, los aspectos relacionados con la planificación familiar no deberían tener que ver con pobreza/riqueza o con la posibilidad mayor o menor de poder brindarle un buen futuro a la descendencia; sino que la aplicación de políticas activas sobre el asunto tienen que apuntar a todos los segmentos de la pirámide social para crear una sociedad con mayor igualdad de oportunidades que la actual.
Para cerrar, mencionamos que implementar políticas activas en temas de planificación familiar es una de las vías para mejorar la forma en que crece la población. Otra de las vías –insistimos- principales es la educación como bien de largo plazo. Permitir el acceso libre a métodos anticonceptivos modernos, suministrar información, suministrar medicamentos o elementos de profilaxis gratis y generar desde el nivel nacional, provincial y municipal servicios de planificación familiar de buena calidad, verdaderamente activos y diligentes es un desafío que tiene que tomar actualidad dentro de las políticas públicas. En síntesis, para abordar una alternativa de mejora en el sistema social, se debe actuar con una batería de medidas, que en definitiva ayudarán a muchas personas, aunque parezca difícil de creer, a mejorar su situación social y, en el mediano plazo, a brindar mejores oportunidades para su familia, contribuirán a que descienda la fecundidad y a ordenar el crecimiento de la población, haciéndolo más lento. Por otro lado, permitirá al Estado otorgar mejores servicios sociales y de calidad individual superior a la actual; paulatinamente se aliviará la presión sobre el medioambiente, lo que permitirá una mejor convivencia con la naturaleza.

No hay manera de predecir qué magnitud podría alcanzar la población antes de que llegue a aplastar el planeta, metafóricamente hablando, pero pocos son los que quisieran saberlo por experiencia propia. Hoy no hay tiempo que perder, el mundo necesita que todos tengamos un rol activo para lograr un futuro mejor, la planificación familiar es una herramienta para ello.