martes, 29 de diciembre de 2015

La Energía del Dinero o Mejor Decir: El Dinero Como Energía

En el artículo titulado “Cambios en el Sistema Financiero Mundial en la Economía del Compartir” utilicé como uno de los primeros párrafos lo siguiente:
…., “aunque parezca difícil los hombres debemos comprender que el dinero es una forma de energía. El dinero es la forma en que el sistema económico actual ha elegido como referencia de valor para el intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, como toda forma de energía va mutando y transformándose; y la actual forma que ha tomado el sistema financiero mundial hoy se ha desvirtuado, provocando centros y núcleos de poder a nivel mundial que no coadyuvan al desarrollo del planeta”.
En el presente artículo, intentaré explayarme más sobre la función actual del dinero, en cuanto a energía y podemos denominarlo de esa manera porque lo consideraríamos la fuerza que inicia determinadas acciones.
Este escrito tuve la intención de escribirlo luego de que saliera publicado en algunos medios, que a raíz de la gran oleada de inmigrantes que están llegando a Europa, la “Unión Europea” ha decidido ofrecer más dinero a países africanos para que contenga la inmigración (una de las fuentes: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/11/actualidad/1447238314_386461.html), que de alguna manera es algo similar a lo que expresé en la nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/04/consejo-mundial-para-el-desarrollo-y-la.html, en donde dicho rol es asumido por la ONU, en vez de un grupo de naciones como lo es la Unión Europea.
Pero repasemos por un momento que se entiende por dinero en la actualidad.
Actualmente, el dinero se divide en categorías que a las cuales se las llama M0, M1, M2 y M3. A efectos pedagógicos la “M” proviene de “money” –dinero en inglés-, y en general se los conoce como “Agregados Monetarios”.
M0 serían todos los billetes y monedas que circulan en el mundo, lo que las personas (físicas y jurídicas) tienen en sus casas o empresas, bolsillos o donde sea, más el dinero físico que estos depositaron en bancos, más el dinero que esos bancos depositaron en los bancos centrales de cada país. Este podríamos denominarlo el dinero físico. Hacia el año 2000 se calculó que el M0 mundial era de 2,5 billones de dólares (2.500.000.000.000), mientras que en el 2013 se calculó que había 5,2 billones de dólares (5.200.000.000.000 dólares) en todo el mundo. De las aproximadamente 135 monedas que existen en el mundo, el principal es el dólar estadounidense, y se estima que de un poco más del 20% del total del dinero físico son dólares estadounidenses.
Mas 2 Ms que siguen: 1 y 2 son dinero bancario o dinero electrónico de diversas categorías más M0; yendo desde el más liquido (M0) al menos líquido (M2).
Sí a M0 (el dinero físico) le agregamos los montos o cantidades (recordemos que no es físico) que las personas y empresas tienen en las “cuentas corrientes bancarias” –que es disponible de forma inmediata-, más los cheques de viajero, llegaríamos a M1. En el 2013 dicho monto mundial se calculaba en 25 billones de dólares.
El concepto de M2 representa a todo lo incluido en M1, más (dependiendo las definiciones de distintos bancos centrales de cada país) los depósitos a plazo fijo de hasta 1 año y depósitos disponibles con preaviso de 3 meses (como define este último el Banco Central Europeo). A nivel mundial en 2013 se calculó dicho monto en 55 billones de dólares.
Existen también definiciones sobre dinero en distintos países o agrupaciones de países que adicionan otros conceptos como ser Participaciones de Fondos de Inversión de Mercados Monetarios, títulos de deuda privada o pública menor a 2 años y cesiones temporales de activos (siguiendo el ejemplo anterior, según define el Banco Central Europeo), denominándose a esto más la adición de M2: M3. Algunos países incluyen en sus definiciones de agregados monetarios a M4.
Enfocándonos en la cuantificación de M2, a efectos de ser simples, podemos decir que el dinero físico –creado por los Estados de cada país- representa el 9,5% del total
Entonces, afirmaríamos que hay aproximadamente en todas las monedas del mundo un valor equivalente a 55 billones de dólares, de los cuales solamente unos 5,2 billones son en dinero físico (billetes y monedas emitidas por los bancos centrales de los países); el resto es completamente dinero creado por bancos a través del sistema de reserva fraccional que existe virtualmente en cuentas bancarias, en las bases de datos de los distintos bancos.
De ese dinero creado en distintas monedas del mundo equivalente a unos 55 billones de dólares, aproximadamente una quinta parte es en dólares, o sea 10,5 billones de dólares. Y de esos de 10,5 billones de dólares hay solamente 1,2 billones en billetes y monedas de dólares estadounidenses circulando por todo el planeta.
Ahora, una vez establecido el concepto de dinero, repasemos la forma de creación del dinero bancario, lo cual se realiza a través del método conocido como “Reserva Fraccionaria”, el cual es el proceso por el cual, un banco recibe dinero físico u otros dineros bancarios (recibe transferencia electrónica) a ser depositado en una cuenta corriente o caja de ahorro, o recibe dinero físico o bancario en forma de plazo fijo, y posteriormente se presta ese dinero y se genera una cadena de ingresos y préstamos sucesivos. En función de las regulaciones bancarias de cada país cuando reciben dinero, los bancos deben guardar un porcentaje del mismo, que en general va desde el 2% hasta el 10%, ya sea como dinero líquido u otros documentos de alta liquidez; por otro lado con el porcentaje que no guardan deben efectuar préstamos para sus clientes o invertirlos en ciertos valores negociables.
Entonces, el sistema bancario cuando genera la cantidad de “dinero en circulación produce la acción que se denomina multiplicador bancario—. Como se dijo antes, el efecto del multiplicador depende de la fracción de depósitos prestables y de las no prestables o que sean mantenidos en reserva. A esta reserva se la conoce como “coeficiente de caja” y es determinado por las autoridades monetarias de cada país (en general denominado Banco Central); a esta reserva, también pueden añadirse las conocidas como “reservas extras”, que son aquellas que tal o cual banco decide mantener por sobre lo exigido por las normas.
Entonces, en el momento de prestar cualquier fracción de los fondos recibidos en depósito, es cuando los bancos comienzan a crear dinero. Ese dinero electrónico se transforma en saldo en cuenta corriente de otro sujeto, en el mismo banco o en otro, y comienza así una rueda de generación de dinero, en donde como se expuso antes, en general la proporción es de 1 (billetes físico) a 9 (dinero bancario). Hay que tener en cuenta que la creación de esa proporción tampoco es de un día para el otro, ni de un año para otro, sino que se genera progresivamente en función de las regulaciones de cada sistema bancario y de la velocidad de circulación del dinero en cada país.
Por otro lado, hay que ser consciente, de que cada país tienen normas regulatorias que fijan las cantidades prestables y los límites que se prestan a empresas, individuos, grupos económicos para reducir los riesgos. Sin embargo, como escribí en la nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2012/07/el-espejismo-de-la-riqueza-que.html aún con estos límites, el sistema financiero se torna altamente regresivo al prestar su dinero, como ser –repito y amplío sólo los puntos 1 a 4 de la nota del link anterior-:
1.       En períodos de baja actividad económica el crédito disminuye y los prestadores buscan acotar el riesgo, con lo cual otorgan mayor crédito, en proporción de sus carteras, a los que más poseen o a sus empresas (por tener estos mayor capacidad de repago). Esto genera que puedan hacer mejores negocios aún en época de crisis. Agrego aquí: o puedan cubrir sus baches financieros de mejor manera, en tanto quienes no tienen ese poder de negociación o cierta riqueza, entran más fácilmente en situaciones de no poder pagar sus deudas o no poder invertir lo que debían, lo que en el mediano o largo plazo les puede acarrear serios problemas.
2.   Generalmente, en períodos de baja actividad económica, muchas pymes o negocios florecientes agotan su capital de trabajo positivo, teniendo que recurrir en muchos casos a nuevas inyecciones de capital por parte de sus dueños, hasta que llega un momento en que, si no pueden “aguantar” la crisis, tendrán que vender (o incluso cerrar) a un precio bajo su empresa o negocio. Esto genera que quien más tiene aproveche, muchas veces, oportunidades de compra de negocios, empresas o inversiones a precio bajo, y si efectúa un buen gerenciamiento y el negocio funciona a futuro, quien más tiene terminará ampliando más su patrimonio. Agrego aquí: nuevamente y a colación del punto 1, quienes poseen mejor acceso al dinero bancario (no lo llamemos “crédito” por ser el dinero que crean los bancos) tienen posibilidad de apalancar su crecimiento corporativo a través de pedido de dinero bancario, con lo cual se expanden más y se concentra más la riqueza.
3.   En períodos regulares, de por sí el crédito y sus tasas son más favorables para quienes más tienen. Agrego: como parte de este sistema, quienes menos tienen en general son calificados como de mayor riesgo, lo que provoca que: (i) les sea más dificultoso afrontar deudas para crecer; (ii) a veces les sea mucho más difícil acceder o incluso no acceden al dinero bancario. Hay excepciones a esta regla, ya que muchas veces los gobiernos promocionan o subvencionan parte de la tasa de créditos a Pymes.
4.   Normalmente, cuando se busca hacer un negocio se busca a quien más tiene. Para simplificar, si se quiere efectuar un negocio de $1 millón se buscará primero a quién tenga $1 millón y no a muchos que tengan menos. Aunque hay muchas excepciones, en definitiva, en general, los mejores negocios los hacen quienes más tienen. Agrego: Sí bien esto parece no ser referencial al sistema financiero, hay que destacar que el acceso en forma personal o a través de sus empresas de quienes poseen mayor patrimonio es en proporción muy superior a otros de menor patrimonio, lo que genera más variables que coadyuvan a concentrar la riqueza.

He mencionado sólo 4 aspectos, que perjudican una correcta distribución de la riqueza, a tener en cuenta del sistema financiero, pero aunque es más complejo de explicar se podrían traspolar con algunas modificaciones la forma de expansión del dinero bancario del sistema bancario al sistema financiero, ya que algunas mediciones de dinero, como la de la Eurozona, también incluyen el agregado M3 (que es lo definido arriba como M2 más otros fondos del mercado monetario, cesiones temporales de activos y títulos de deuda pública y privada menores a 2 años de vencimiento –de estos últimos 3 el tercero sería el más amplio). Es decir, en función de cómo se ha venido desarrollando el mercado de títulos privados y de cesiones de activos, es más factible que grandes empresas o grandes patrimonios tengan mejor acceso al crédito, financiamiento o como lo llamemos, por tener mayor posibilidad de emitir esos títulos, crear el M3 y obtener dinero para cualquiera sea el fin.
De todas maneras, lo que se pretende resaltar en este artículo es cómo entes privados (bancos) tienen una especie de facultad delegada por los gobiernos –uso el término “especie” de para referirme a que es intrínsecamente aceptado por la sociedad este poder de los bancos- para generar un medio de intercambio de bienes y servicios –el dinero bancario-. Entonces, sí pensáramos con claridad y observamos la proporción al 2013 (M0 5,2 billones de dólares y M2 55 billones de dólares en el mundo), veríamos como una muy pequeña cantidad de personas (banqueros y directores de bancos) tienen actualmente un extraordinario poder que atenta en parte, contra la posibilidad de implementar un sistema basado en compartir los recursos.
Como una variable más a tener en cuenta, en época de crisis económicas, una manera que han encontrado los gobiernos de paliar tal situación es bajar el coeficiente de caja o reserva en poder de los bancos. Los bancos al encontrarse con mayor cantidad de dinero prestable, en ocasiones se lo prestan al Gobierno de cada Estado, el Estado abona su déficit o las obras que haya prometido al emitir el título y con ello gira nuevamente una rueda que puede terminar en ingreso del dinero en otro banco como depósito (pasivo) y posibilidad de generar más M2. Cabe destacar que como hay crisis, el riesgo ha crecido y con ello la tasa de interés (precio) que cobran los bancos al Estado –y que en definitiva paga el pueblo a través de sus impuestos-.
Hasta aquí he escrito acerca del concepto del dinero como energía, cómo se produce y los “vicios” que puede provocar al ser creado. Pero, como siempre se ha tratado de hacer en este blog, comenzaré a pensar (siempre estoy abierto a las críticas y a la incorporación de más ideas: pueden escribirme a martinpereira@yahoo.com.ar o martinpereira.arg@gmail.com) cómo podría canalizarse mejor esa energía –creación de dinero- con el fin de adaptarla a un sistema basado en compartir los recursos. No obstante, antes hagamos un pequeño repaso de la historia moderna del dinero para entender el concepto de porque hoy es una energía que está siendo mal utilizada.
Se dice que las primeras referencias conocidas a papel billete datan de la China del Siglo VII, y que fue conocido en Europa dichas historias a través de las narraciones de Marco Polo. Por otro lado, es conocida la historia de cómo Las Cruzadas con el gran movimiento de tropas y mercancías que movilizaron crearon las condiciones para que metales preciosos y joyas quedaran en casas de depositarios que, con determinadas conexiones en otras regiones, emitían un certificado que podía ser canjeado o reembolsado por oro o joyas en la casa de otro depositario. En Europa, los primeros billetes de los que hay constancia aparecen en Suecia en el año 1661 (siglo XVII) de la mano del cambista Johan Palmstruch, quien los entregaba como "recibo" para quien depositaba oro u otro metal precioso en el Banco de Estocolmo, que había fundado él mismo.

Con el tiempo estos depositarios fueron dándose cuenta de que los certificados no eran completamente reclamados y que sólo una parte era reclamada, con lo cual comenzaron a circular en Europa lo que más tarde se convertirían en billetes, aún emitidos por los bancos privados (que fueron la transformación de esas casas de depósitos). Posteriormente, tendremos que pegar un salto en la historia hasta 1791, cuando Hamilton en EE.UU. creo que el primer banco central (que duró hasta 1811). Finalmente, en 1861 con la necesidad de financiar la guerra civil, Lincoln logró crear un Banco Central y fue emitido el primer dólar. Posteriormente, El Sistema de Reserva Federal fue creado el 23 de diciembre de 1913 por la Ley de la Reserva Federal, para crear una oferta monetaria flexible y está integrada por 12 bancos regionales que a su vez tiene de accionistas (no más del 3%) a bancos privados). En forma paralela, en Europa también desde el siglo XVIII fueron creándose distintos tipos de Bancos Centrales, que tenían la misión principal de financiar guerras y promover el desarrollo de su país. Todos estos bancos centrales, en principio trataban de respaldar su emisión de billetes a través de la tenencia de metales preciosos, lo que normalmente fue conocido como patrón oro.
El patrón oro fue la pauta de emisión principal durante el siglo XIX como base del sistema financiero internacional. Sin embargo, debido a que durante la Primera Guerra Mundial los gobiernos participantes debieron imprimir más dinero que el valor que tenían de respaldo, el Patrón Oro terminó dando paso a lo que hoy se conoce como sistema fiduciario. Otro pequeño salto histórico se da hasta los Acuerdos de Bretton Woods en donde se adopta el dólar estadounidense como divisa internacional, bajo la condición de que la Reserva Federal (el banco central de ese país) sostuviera el patrón oro. Sin embargo, en 1971 el patrón oro quiebra definitivamente, por lo que el valor del dólar pasa a sostenerse exclusivamente en la confianza que le dan sus poseedores; lo que fue siendo adoptado paulatinamente, con distintas modalidades por la mayor parte de los países del mundo.
Luego de casi una página de repaso de la historia del dinero, observamos como una cuestión de confianza, primero en la época de las cruzadas, las casas de depósitos emiten certificados que son canjeados en otros lugares o en el mismo lugar por oro y comienzan a emitir certificados más allá de lo que poseen, hasta llegar al abandono del patrón oro en 1971, termina nuevamente en una cuestión de confianza en el gobierno del país emisor.

Entonces, sí analizamos la actualidad y vemos cómo comienza a evolucionar el uso del dinero, ya que en algunos países del norte de Europa (http://www.elmundo.es/economia/2015/05/12/5550f516e2704ecf048b4578.html) han comenzado a tomar acciones para eliminar el dinero físico, nos podremos dar cuenta que la mayor base actual sobre la que el dinero físico ingresa al sistema es la confianza. Otra muestra de este tipo de acción fue dada en la forma elegida por el Gobierno de Estados Unidos de América para salir de la crisis comenzada en el año 2008, en donde la emisión y compra de acciones de compañías con problemas, más la inyección de dinero en bancos (la cual puede ser criticada por socializar las pérdidas) fue un acto puro de generación de confianza, pero que volvió a dejar el sistema financiero funcionando similar a cómo estaba antes de la crisis, es decir con grandes inequidades.
El papel de las monedas mundiales, los Bancos Centrales (Europeo, Reserva Federal de EE.UU., de China, Japón, etc.) emiten sus monedas (en realidad la mayoría son billetes) que sirven para efectuar las transacciones. En general, estas monedas, consideradas las monedas “fuertes del mundo” –el yuan chino está comenzando a serlo y el yen japonés está en declive- son las más aceptadas en las transacciones de comercio internacional y por lo tanto, se utilizan como “reservas” de los bancos centrales. Cuando hablamos de reservas, pueden ser estos billetes, depósitos de los bancos centrales en el extranjero o títulos de los gobiernos (fundamentalmente los emitidos por el Tesoro de EE.UU.). Como contrapartida y aunque no en todos los casos, los Bancos Centrales de cada país emiten sus dineros en función de alguna proporción de “estas reservas”, aunque no necesariamente se sigue un patrón. Por lo tanto, si bien existen pocas monedas fuertes, al tener cada país la suya, esto genera que sean demasiadas para lo que un mundo transformado y evolucionado requiere, lo que conlleva la existencia de una gran cantidad de energía que se malgasta en las transacciones de monedas y también en todos los productos derivados que se han creado para comerciar con el precio comparativo de una versus otra.
Otra arista actual del dinero físico es considerar su existencia en la necesidad de sustentar actividades no sanas para el mundo, yendo de las más perjudiciales a las menos perjudiciales, como actividades ilegales (muchas de ellas serían difícil de efectuar si no existiese el dinero físico), corrupción pública y privada, existencia de paraísos fiscales con activos financieros provenientes de actividades no legales, actividades laborales o comerciales efectuadas en cada país por fuera de su normativa legal, comercial o laboral, etc.
Por otro lado, está claro que el dinero como mecanismo de fijación de valor es algo aceptado mundialmente y que su evolución se hará en forma paulatina, estimo que en un plazo de 30 años hasta desaparecer como forma de intercambio mundial y establecer de manera completa un sistema basado en compartir los recursos donde todos los habitantes puedan obtener lo que necesitan sin comprar. Entonces, para ir en ese sentido, en mi opinión será necesario una serie de pasos que permitan crear un sistema basado en compartir los recursos (http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/03/avanzando-hacia-un-sistema-mundial-de.html  http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/09/compartir-la-politica-economica-del.html), pero que al mismo tiempo impliquen una evolución tal en el sistema financiero mundial que permita ir eliminando las malas prácticas y las distorsiones que tiene éste en la actualidad.
Como siempre, me gusta más proponer ideas que sirvan, al menos mínimamente, como puntos de debate, a continuación expondré algunas a modo de conclusión del presente artículo.
1.    Establecer monedas regionales. Cada grupo de país por región deberían tener una moneda que sea manejada por un Banco Central regional. Ese Banco Central Regional no podrá ser manejado con mayor preponderancia de un país, sino que deberá ser gerenciado una parte por partes iguales entre sus integrantes y otra parte con un grupo de asesores independientes y otro grupo de directores o asesores deben ser nombrados por la ONU (más adelante, en otro artículo trataré mi opinión acerca del rol que debiera emerger de este organismo), que de ser necesario podrán ser personas de otras regiones. Es obvio que para llegar a establecer monedas se necesita establecer un plan de convergencia macroeconómica, lo que fue expuesto parcialmente en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/05/el-cambio-mundial-y-el-pbi-mundial-como.html y en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/12/hacia-un-nuevo-sistema-politico.html. Asimismo, requiere fijar también una agenda de convergencia educacional y social para saber qué sectores de cada país necesitan asistencia con más urgencia.
Es obvio aquí que sin la participación de las grandes potencias esto no será posible y para ello, estas deberán ceder el poder que ejercen a través de la administración de la emisión de sus monedas.
2.    Como se mencionó en la nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/04/consejo-mundial-para-el-desarrollo-y-la.html es necesario la creación de un organismo que dote de dinero (energía) a países subdesarrollados, pero no en forma de préstamos, sino en forma de donaciones que sean utilizadas con ciertas pautas que coadyuven al desarrollo del país y del mundo. Esto: http://www.diariojornada.com.ar/144582/internacional/Europa_y_frica_buscaran_respuesta_comun_al_tema_migratorio, a raíz de la crisis de refugiados que comenzó en 2015, parece ser los primeros pasos para lograr un enfoque distinto al actual en cuanto a una solución real a los problemas del mundo.
Observando este esquema con otra visión, esta es una de las formas más sencillas de explicar el concepto de dinero como energía. Supongamos que la Reserva Federal de EE.UU. o el Banco Central Europeo emiten miles de millones de dólares y euros. Supongamos también que estos miles de millones pasan a engrosar las reservas de países subdesarrollados. Por el momento tenemos papeles o saldos en varias cuentas bancarias o la mezcla de ambos. Esto eventualmente, permitiría al Banco Central de dicho país emitir con respaldo. Entonces, la pregunta sería cómo utilizar ese dinero de manera de generar una mayor oferta de bienes y servicios en cierto país, para elevar el estándar de su pueblo, pero intentando que ese dinero no sea utilizado para actos de corrupción o enriquecimiento injustificado de algunos privados; y al mismo tiempo no se genere inflación. Es obvio que lo ideal sería usarlo para generar crecimiento con igualdad (punto que trato de abordar más adelante). Podríamos dar ciertos ítems en un orden de prioridad como ser: (i) financiar en dicho país inversiones que produzcan bienes o servicios exportables –con esto se logra activar el circulo de generación de divisas- y al mismo tiempo, pensando en la futura política de “compartir los recursos” dicho país se transformaría en un aportante de estos bienes y servicios; (ii) financiar inversiones en alimentos no existentes en dicho país, a efectos de terminar con el mayor flagelo mundial: el hambre; (iii) financiar inversiones que generen nuevos bienes primarios que aumenten la oferta interna –me refiero a bienes primarios porque estos surgen de la naturaleza y son los que luego se utilizan como materias primas de otros-; (iv) financiar inversiones que generen bienes o servicios no existentes en el país; (v) financiar la infraestructura de transporte o el transporte de los bienes ordenados de (i) a (iv). Cabe destacar que esta emisión tiene que ser realizada en tramos para que la oferta monetaria paulatina permita la adaptación de la oferta de bienes y servicios. Asimismo, lo ideal sería efectuar las inversiones con parámetros relacionados con compartir las riquezas en base a nuevas organizaciones cooperativas.
3.    Como se mencionó en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/10/cambios-en-el-sistema-financiero.html, es necesario 1) terminar con los paraísos fiscales de modo que todas las personas jurídicas y físicas radicadas allí abonen impuestos de acuerdo a la región que pasen a integrar según lo establecido en 1.
4.    Terminar con los mercados de derivados y futuros de monedas y precios de commoditties; de modo que una parte importante de los fondos especulativos que tienen invertido allí, pasen a generar inversiones en la economía de otros bienes y servicios a fin de incrementar la oferta mundial de estos.
5.    Es de entender que a medida que el mundo vaya organizándose bajo un sistema basado en compartir los recursos, el dinero físico seguirá existiendo en una primera etapa, en una segunda etapa sólo habrá dinero electrónico, en una tercera etapa sólo habrá pocas monedas, en una cuarta una única moneda y finalmente el dinero tal como lo conocemos hoy desaparecerá, dando lugar a un complejo sistema de trueque y merito. No es posible aventurarse a decir cuánto tiempo transcurrirá en estas etapas, pero seguramente la última tardará en llegar al menos 50 años.
6.    En otros artículos he mencionado que se requieren acuerdos regionales y globales para determinar los términos de competencia. En la medida que estos vayan siendo logrados, interiormente cada país irá delineando sus cambios en materia de política económica, y en particular los países subdesarrollados y en desarrollo tendrán que ir modificando sus estructura para progresivamente terminar con lo que se conoce como economía en negro (fuera del sistema de tributación); ya que entre otras cosas es necesario el dinero físico para que este tipo de transacciones funcione. Lo mismo sucede con quienes efectúan transacciones ilegales, que poco a poco deberían desaparecer.
Sabiendo que esto no se hará de la noche a la mañana y que los sectores con mayor poder financiero actual son los que más se opondrán al cambio, por lo que estos puntos que implican acuerdos muy amplios entre gran parte de los países, pensaremos en lo que sigue cómo utilizar el dinero existente de forma de crear mayor igualdad en el sistema socioeconómico, pero al mismo tiempo promover el crecimiento y desarrollo de las sociedades.

7.    Una de las maneras de reducir la tasa de interés de los sectores menos pudientes sería que se cree un Banco de Desarrollo para Sectores Postergados. Este banco estaría integrado por aportes de activos de los distintos bancos públicos y privados de cada país (podría ser en función de la proporción de depósitos) y tendría 2 misiones principales. La primera que una parte de los créditos totales del país vayan a créditos para emprendimientos personales de sectores menos pudientes. La segunda que otra parte de estos créditos vayan a financiar proyectos que sean emprendidos por cooperativas.
Cabe recordar que las grandes fallas que han tenido estos tipos de créditos radican en la falta de asesoramiento financiero, comercial, de marketing, desarrollo estratégico de un proyecto, y todo lo que atañe a efectuar cada proyecto de manera profesional. Para cubrir este bache, lo que se sugiere es que desde el Estado a distinto nivel se creen 2 tipos de estructura. Una primer estructura de menor dimensión y que podría ser a nivel municipal sería aplicable a un grupo de profesionales que asesoren los emprendimientos individuales, fundamentalmente en aspectos tributarios y aspectos comerciales, ya que una de las falencias de los microemprendimientos se refieren a la multiplicidad y yuxtaposición que se producen de algunos tipos (es decir muchos similares) por lugar, por tipo de materiales a vender, etc. Este grupo de personas asistirá para que los microemprendimientos tengan la guía necesaria para tener éxito.
El segundo tipo de estructura de personas u organizativas a crear serían más amplias. Estas se asimilarían a crear enteras áreas o cuadros gerenciales completos que incluyan ingenieros, especialistas en finanzas, especialistas en comercialización, especialistas en administración, especialistas en distintos tipo de producción para que estos grupos de personas sean quien tomen a cargo la administración, producción y comercialización de las cooperativas que organicen grupos de personas. En general, esto requerirá la modificación en varios países de las leyes aplicables a cooperativas. Esta sugerencia se basa también en que en numerosas ocasiones, las organizaciones o empresas cooperativas han fallado a causa de la falta de profesionalización de su staff directivo. Este tipo de “nuevas organizaciones” deberían plantearse de manera de que el reparto de las decisiones fundamentales se efectúe 50% entre Estado/Banco financiador y 50% entre los trabajadores que conforman la cooperativa.
8.    Creación de valor agregado sin base en préstamo, sino en donaciones con posible retorno. Ampliando los párrafos finales del punto 2 anterior referido a la emisión de dinero como energía, aquí diremos que cuando el dinero se otorgue a organizaciones cooperativas o a individuos, el mismo puede ser otorgado de forma gratuita o con la devolución de sólo una parte (para no incentivar el derroche) sí se realiza siguiendo las pautas antes mencionadas referidas a la creación de nuevos bienes y servicios exportables, nuevos alimentos, nuevos bienes primarios, nuevos bienes y servicios, etc. Algunas de las condiciones a cumplir serían: (i) primero las mencionadas en el punto 1 anterior; (ii) ser de utilidad para el aumento de la oferta global de bienes y servicios; (iii) ser de utilidad para una comunidad en particular.
9.    Creación de un sistema de préstamos, en base a un sistema similar al descripto en el punto 7 anterior, pero dedicado a financiar proyectos innovadores en las ramas económicas que cada país desee incentivar. Sería conveniente que una parte del proyecto fuera organizado como cooperativo para quienes se integren a trabajar en tal proyecto.
10.  Creación de valor agregado sin base en préstamo, similar al punto 8, pero orientado a distintos sectores geográficos que no se hayan integrados por diversos motivos a la producción de algún bien o servicio en cada país. Para esto, es muy importante 2 factores; voluntad y transparencia política para efectuar los aportes; y el segundo punto es la incentivación de la creatividad regional para que fluyan nuevos proyectos.
11.  Cabe destacar que desde el punto de vista monetario, lo importante es generar nuevos bienes y servicios para que el aumento en la oferta de estos acompañe el aumento en la oferta monetaria. La prioridad en dónde aportar el dinero la dará cada país, pero una sugerencia ha sido dada en el punto 2 anterior, a la cual podríamos agregar que sean producidos sobre bases sustentables para el planeta.
A través de todo el artículo intenté mostrar cómo hoy el elemento de intercambio que utilizamos como sociedad (el dinero) es un mecanismo de poder y quién lo tiene o tiene la posibilidad de distribuirlo maneja en gran parte la forma en que la humanidad se va moldeando en cuanto a las relaciones socioeconómicas de todos sus integrantes. Sobre esta forma de energía es que los gobiernos han cedido, en general dándose por descontado que así funciona el mercado, un tremendo poder a bancos y otras instituciones financieras al dejarlos crear el dinero bancario.

En unos pocos años, en función de las distintas notas que he expuesto en el blog, comenzará a cambiar de manera drástica muchas de las formas e instituciones actuales. Uno de los aspectos fundamentales a cambiar será la forma en qué se genera y circula el dinero, y con este fin efectué algunas propuestas para el cambio, que no serán las únicas, ya que el ímpetu natural que tomará el curso de todas las cosas provocará que la sociedad demande las reformas necesarias para la implementación de un sistema socioeconómico basado en compartir los recursos.