lunes, 26 de marzo de 2012

EL DESAFÍO MÁS GRANDE

La necesidad de vernos como parte de un todo
Repasando las máximas con que se vive actualmente, desde el plano económico se piensa que la suma de los esfuerzos individuales traerá el mayor beneficio para el mundo: esto es un error si analizamos a lo que hemos llegado. Las corporaciones dominan el mundo, dejando miles de millones en la pobreza; los sistemas de producción actual están dejando un planeta degradado día a día por el desastre ecológico, con una inclinación futura hacia la autodestrucción; sigue habiendo focos de conflicto bélico en algunos lugares del mundo y un clima de tensión permanente que no permite tener “paz mundial”; etc. Entonces, al preguntarnos cuál es la principal limitante que impide al planeta prosperar, veremos que la respuesta es la más sencilla, aunque el cambio es altamente difícil (pero no imposible): LA FALTA EN LOS HOMBRES DE RECONOCERSE COMO UNA UNIDAD DEJANDO DE LADO LAS NECESIDADES DE LOS QUE MENOS TIENEN y COLOCANDO EN SU LUGAR EL BIENESTAR INDIVIDUAL O EL BIENESTAR DE LOS MAS TIENEN.
Para vernos como hermanos, siendo cada uno de nosotros una parte de un gran ente viviente llamado Tierra y siendo hermanos de todos los seres humanos, debemos empezar por una visión: Somos parte de un plan, somos parte de un plan de un Ente Superior que enalma al planeta y que llamamos Dios, somos almas en encarnación con el propósito de evolucionar como seres individuales y como raza.
¿Por qué hacer estas afirmaciones cuando estamos hablando de economía? Simple: porque hoy nos regimos por la maximización de los esfuerzos individuales como logro del mayor bienestar y esto rige a las fuerzas de mercado. Cambiar esta visión es el paso más importante que tiene que dar la humanidad para lograr un sistema de mayor armonía basado en compartir los recursos. Cambiar esto es lo que impulsa a este Dios a enviar al Instructor del Mundo. Cambiar esto sería reconocer que hay que cubrir la necesidad de los más débiles (quienes sufren hambre, quienes sufren la falta de vivienda, etc.) como parámetro principal a corregir.
¿Cómo empezar, quiénes tienen que cambiar, por dónde empezar el cambio?, son preguntas que cualquier se haría para comenzar un nuevo sistema, pero que son muy extensas para contestar, y mejor intentar explicar por separado. Como ejemplo solemos apuntar en este sentido a quienes más tienen, pero no sólo ellos deberán hacer un esfuerzo.
Una vez reconocidas estas necesidades, se podrán poner en práctica las etapas de un sistema basado en compartir, ocupándose de las prioridades, pero a su vez expresando en cada etapa algún aspecto adicional de la naturaleza divina del hombre. El desafío es enorme en esta época venidera. La cuestión es ver si cómo sociedad lograremos un estatus espiritual suficiente para sobrellevar correctamente este desafío y evolucionar a un ritmo más elevado y deseado.

viernes, 16 de marzo de 2012

PLAN HAMBRE CERO

Como premisa para comenzar a entender de qué se trataría un sistema basado en el COMPARTIR, una propuesta sencilla, aunque muy sintética por el momento, acerca de cómo atacar uno de los principales problemas del sistema actual.

INTRODUCCIÓN
En el mundo se estima que más de 1.000 millones de personas pasan hambre todos los días y 350 millones son niños. El hambre es la manifestación más extrema de la pobreza y también del fracaso humano como sociedad. La ONU y los países que la integran entre los objetivos del milenio propuestos en el año 2002 plantearon reducir el hambre a la mitad de lo que fue en el año 2000 para el año 2015: Hoy no se estaría cumpliendo. En Argentina, siendo un país que tiene aproximadamente el 0,66% de la población mundial y que produce el 5% de la carne vacuna del mundo y el 2% de las carnes en general y que puede producir alimentos para más de 300 millones de personas, aún existe un déficit alimentario muy alto, en donde según algunas estimaciones de la ONU más de 10 millones de personas pasan hambre casi todos los días, siendo más de 6 millones niños.
Las consecuencias del hambre son múltiples y se agrava cuando se trata de niños: aumentan la mortalidad, la morbilidad y los problemas de peso y estatura, y disminuye el rendimiento escolar, entre otras.
Pese a que mucho se discute acerca de las causas del hambre y se menciona como tales a: los subsidios a los commoditties agrícolas de los países desarrollados; las guerras y la inseguridad en general; la incompetencia de los gobiernos; no promover el desarrollo por parte de los países desarrollados hacia los países subdesarrollados; el clima y las fuerzas de la naturaleza; la falta de caridad; la falla de algunos gobiernos democráticos para adaptarse a una economía de mercado; la demanda creciente de países como China que empuja los precios hacia arriba; el uso de productos agrícolas para hacer biocombustible; etc.; la mayor parte de los expertos obvian un principio que dan por sentado.
Analizando el problema y deteniéndonos por un momento en ese principio, se observa que la causa principal que afectan el buen consumo de los individuos está en la “visión equivocada de la sociedad” respecto de la manera en que hay que vivir: pensamos y actuamos como individuos de un “gran mercado” en donde todo se “comercializa”.
Esta comercialización nos lleva a dar prioridad a dos palabras: “precio” y “ganancia”. Al evaluar los componentes del precio, lo primero que se tiene en cuenta por quien los fija es el costo del producto, la estimación de la necesidad relativa de los mismos y la ganancia esperada. Entonces, efectuando varias inferencias podemos visualizar que en el tema de alimentos existirá: (i) el costo de producción; (ii) el costo de “logística”; (iii) la estimación de la necesidad relativa de cada producto; (iv) una estimación del “desperdicio” o ventas que no podrán efectuarse por los alimentos ponerse en mal estado; (iv) el proceso de oferta estacional y (iv) la ganancia esperada por el “productor” y el resto de los “integrantes de la cadena de comercialización”.
Actualmente asistimos a un gran espectáculo mundial: los vaivenes del mercado global que emite señales de crisis: alimentaria, energética, financiera e inmobiliaria. Cuando hace poco más de una década las voces del mercado pregonaban el predominio del libre mercado, hoy claramente se vislumbra un pedido de actuación de los Estados para solucionar problemas. Particularmente, lo que nos ocupa aquí es actuar para evitar el hambre, mejorar la situación alimentaria de millones y evitar en un futuro probables catástrofes alimentarias.
Cuando hablamos de vaivenes y crisis también podemos visualizar los “efectos climáticos” de un calentamiento global que en general se niega por su inmensidad para medirlo correctamente, pero que en los hechos afecta cada año más la “previsibilidad en la producción de alimentos”, como sucede en nuestro país con las denominadas corrientes de El Niño y La Niña. Sumamos a esto la crisis energética mundial, respecto del aumento o volatilidad en los “precios del petróleo” con su consecuente traslación al costo de logística y finalmente al costo de los productos, existiendo de fondo el gran tema de cómo se reemplazará una economía mundial basada en petróleo.
Y finalmente, mezclando todo lo resaltado podríamos decir que actualmente el hambre tiene su origen en los modos actuales de comercialización que genera que los alimentos estén mal distribuidos, con precios inaccesibles para muchos, por costos de imprevisión climática de desperdicio y de transporte que influyen en la forma que los productores y el resto de los agentes pretendan mantener una ganancia razonable, y que a fin de cuentas se traduce en precios de alimentos que una parte importe de la población no puede afrontar. Es el Estado quien tiene el poder otorgado por la población para actuar y atacar un problema como es el Hambre. El Estado, actuando coordinadamente en todos sus niveles, puede lograr un sistema de producción y no uno de sobreproducción y desperdicio, puede lograr que la comida esté donde se necesita y no en grandes mercados, puedo lograr que la gente como mejor y viva mejor; sólo El Estado puede estar por encima de un mercado y por encima de una búsqueda de ganancia que genera contrariedades e inaccesibilidad a muchos sectores de la población, solo el Estado puede cambiar la “visión equivocada” y generar una sociedad sin hambre y con un sistema de producción de alimentos que sea simple para quienes hoy no tienen sus necesidades alimentarias satisfechas.

1-      Objetivo
Erradicar el hambre, entendiéndose como tal, la privación que sufren ciertos sectores en tener acceso a comida saludable y en cantidades adecuadas, en Argentina, en el plazo de 4 años.
El hambre que sufre miles o millones en Argentina es el capítulo más oscuro y a su vez poco percibido en la historia de nuestro país, muchos han muerto de hambre, muchos la sufren diariamente. Este capítulo tiene que terminar de una vez y para siempre, para ello se necesita un plan y ponerlo en marcha con la mayor celeridad posible.

Acortar la cadena desde la producción a la población, principalmente en aquellos sectores donde hay deficiencias alimenticias.

Generar en cada ciudad la posibilidad de que todas las personas tengan acceso a una nutrición adecuada, entendiéndose como la dotación en cantidad y calidad suficiente para adecuarse a la alimentación necesaria para cada edad.

Generar en cada ciudad una pequeña planta que genere algún valor agregado a productos agropecuarios.

Generar saldos exportables de productos agropecuarios con valor agregado.

2-      Instituciones y agentes que intervendrán
Intervención del Estado a nivel Nacional, Provincial y Municipal. Intervención y formación de Cooperativas de Producción y Consumo, en donde pueden reconvertirse cooperativas actuales que están trabajando en áreas de mantenimiento de espacios públicos o construcción.
2.1. El Estado Nacional deberá encarar un programa que permita:
(i)                  Acceso a tierras cultivables o recursos naturales para producir alimentos.
-          Disposición de tierras fiscales a favor de explotación por parte del Municipio u Organizaciones Intermedias.
-          Disposición de tierras como las del ONABE con instalaciones. Ejemplo: tierras al costado de los ferrocarriles, más viejos galpones de los ferrocarriles que pueden servir como depósitos o centros de distribución y o entrega a la población.
(ii)                Generación de Publicidad para incentivar a donar tierras al programa. Esto puede efectuarse con personas poseedoras de grandes cantidades de tierra o numerosas propiedades.
(iii)               Generación de Programas para Enseñar a comer. Muchas veces, lo que sucede es que además de un problema de no tener para comer, muchas personas no saben lo que es conveniente comer o cuando es más barato; por ejemplo un tema sería darle máxima utilización a frutas y verduras de estación, generando un plan de recetas de cocina utilizando dichos insumos en la época que abundan o de cosecha.
(iv)              Coordinación de plan logístico e Inversión Inicial. Uno de los problemas que aqueja a la población que pasa “hambre” es el acceso a los distintos productos o comestibles.
a.       Para mejorar este tema el Estado Nacional debe invertir en flotas de camiones y camionetas que permitan la distribución por parte de las cooperativas productoras a otras cooperativas productoras, enviando y recibiendo los productos.
2.2. Intervención del Estado Provincial
El Estado Provincial deberá encarar un programa que permita:
(i)                  Detectar cuáles son las posibilidades de producción de cada Municipio.
(ii)    Determinar las normas de consumo e intercambio según las organizaciones que se realicen.
(iii)               Supervisión del funcionamiento de las cooperativas de producción.
(iv)  Organizar los departamentos de logística, proveer personal y coordinarlo junto con la Nación.
(v)   Detectar grandes deudores impositivos, y promover la cancelación de las deudas con donación o expropiación de tierras y/o propiedades.
(vi)  Detección de herencias vacantes, con la posibilidad de que existan terrenos para desarrollar plantaciones de frutas o verduras.
(vii)             Supervisar a las Cooperativas en su funcionamiento y organización.

2.3. Intervención del Gobierno Municipal

(i)     Participan en organizar las cooperativas de consumo e intercambio, pero con acuerdo de sectores intermedios y sin tener la decisión final, trabajando en los diferentes bienes a producir.
(ii)    Organizar los grupos y horarios de trabajo.
(iii)  Detectar las necesidades de inversión en herramientas, semillas, animales-hembras, etc.
(iv)  Efectuar los trámites de apropiación de tierras fiscales y/o donaciones de tierras de privados.
(v)   Generar conciencias en medios de comunicación local acerca de la necesidad de compartir y donar para que muchos que hoy están mal, mañana estén mejor y tengan acceso a la comida.
(vi)  Organización barrial de los puntos de intercambio.
(vii)Organización de la logística local para el intercambio de productos con otras comunidades.
(viii)                      Organización de saldos intercambiables de productos locales o provenientes de otras comunidades y/o organizaciones. Ver Actuación.
(ix)  Organización de los métodos de intercambio:
a.       Uno de los métodos podría ser la detección a través de Escuelas Públicas en donde se inscriba en un padrón confidencial, el grado de vulnerabilidad alimentaria de los alumnos y sus familias, estableciendo rangos de vulnerabilidad de forma que los más vulnerables puedan recibir mayor cantidad de alimentos del programa.
b.      Otro de los métodos posibles es a través de los Gobierno

2.4. Intervención y formación de cooperativas

A nivel local, la organización debe estar centrada también en la participación de varias organizaciones intermedias y ajenas al ámbito de gobierno. Esto se fundamenta en: (i) desligar del control político de turno el funcionamiento de quienes se ocupan de la organización de las cooperativas; (ii) incrementar la conciencia de asistir a quien lo necesita y de “compartir”.

Las organizaciones que pueden participar podrían ser Caritas; Cooperadoras de Asilos de Ancianos; Cooperadoras de Colegios; Organizaciones Rurales; etc.

La idea es que la población entera participe y que se articule todo lo que los Gobiernos Municipales pueden realizar con la intervención de organizaciones ajenas a la política.

3-      Desarrollo del plan

A efectos de llevar a cabo el plan de hambre 0 se propone una serie de pasos ejemplificativos a seguir y consensuar con las autoridades intervinientes.

En primer lugar existen 2 caminos paralelos y complementarios para llevar adelante el plan. El primero es la conformar la fase organizativa

Fase Organizativa:
Crear un Instituto Nacional de Alimentación Argentina que podría depender del Ministerio de Desarrollo Social de La Nación y cuyas dependencias podrían ser:
- Coordinación Logística y Centros de Distribución
- Coordinación productiva
- Coordinación de cooperativas
- Desarrollo de Industrias
- Coordinación alimenticia
- Comercio Exterior

A nivel provincial debería desarrollarse el mismo instituto, agregando la función de:
Coordinación Municipal
Bromatología
Relevamiento y Obtención de Tierras para destino productivo

A nivel municipal las unidades deberían funcionar según el tamaño de la población


4-      Producción Económica y Ecológicamente Sustentable

La realización de las actividades productivas que se emprendan, tendrían que estar enmarcadas en criterios ecológicas, sin la utilización de pesticidas o fertilizantes que sean nocivos para el medioambiente.

Asimismo, hay que crear un criterio de sustentabilidad económica basado en:

(i)                  La creación, coordinación y funcionamiento del sistema logístico debe estar encauzado para lograr el menor desperdicio posible, teniendo en cuenta los tiempos de conservación de cada mercadería en estado natural, los tiempos de llegada a los tiempos de distribución, más los tiempos de llegada y uso por los usuarios finales.
(ii)                A través del Estado Nacional y/o Provincial se fomentarán créditos para el establecimiento de nuevas industrias alimenticias como pueden ser:
a.       Plantas de envasado y conserva, ejemplo:
                                                               i.      Espinaca en conserva, duraznos en almíbar, etc.
b.      Plantas de secado:
                                                               i.      Papá para puré instantáneo; zapallo, zanahoria.
c.       Plantas de salsas.


5-      Lugares de Intercambio y entrega de productos

6-      Formas de Intercambio y entrega

7-      Generación de valor agregado y saldos exportables

8-      Rol del Estado en Actividades Supletorias

jueves, 15 de marzo de 2012

Acerca de las crisis modernas

“La crisis en puerta y el preludio de un cambio”
Cuando en los diarios se lee acerca de la crisis de países como Grecia, Portugal, España o Italia, vemos que en muchos países de Europa se han producido cambios en las últimas elecciones. Lugares donde los gobiernos eran con mayor tendencia de izquierda perdieron ante otros con más tendencia de derecha y lugares con más tendencia de derecha han cedido a otros con más tendencias de izquierda. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué la gente al elegir vislumbra una solución en un país que no se corresponden con lo que hace un país vecino?
La primera explicación que podemos argüir es respecto de la necesidad de cambio, visualizando lo opuesto como algo nuevo y mejor.
Sin embargo, el tema es más profundo y hasta de carácter mundial. Con la economía vista desde la óptica capitalista siempre habrá épocas de bonanza y crisis, pero con cada crisis se producen desplazamiento de personas que estaban en una posición social hacia otra de menor nivel. Esto no implica que algunos países individualmente mejoren, caso Alemania por ser una locomotora industrial europea, caso China por ser una especie de capitalismo de estado en donde la tremenda escala que puede tener su industria por población (mercado), territorio y mano de obra barata favorece cualquiera de su producto/industria, caso India o caso Brasil, etc. A su vez, con más de 200 años de capitalismo aún quedan grandes bolsones de pobreza y muchos problemas graves por solucionar.
Hoy muchas personas se preguntan si los sofisticados sistemas bursátiles del mundo son tan necesarios, si los sistemas financieras funcionan correctamente y son necesarios de la actual manera en que funcionan. Luego de la crisis del 2008 muchos banqueros parecían tambalear y hoy algunos son más ricos que antes, esto es tal vez algo que motivó la indignación, pero también una señal de la necesidad de cambio. Lo mismo sucede con la primavera árabe vista desde la óptica política que finalmente muestra el deseo de una mejora social y económica de estos países. Las señales son más evidentes, la fuerza mundial que puja por algo nuevo se hace notar cada vez más.
A efectos de sintetizar, crisis vendrán y seguirán, ya que hasta que en el mundo, empezando por EE.UU., no se cambié el sistema por otro signado por la premisa de "Compartir", siempre estaremos atados a estos tipos de ajustes, que la pobreza se incremente medida en el largo plazo y que se incremente la brecha entre ricos y pobres. Aunque observamos modos de vida y producción diferenciados: el occidental guiado por EE.UU. y algunos países europeos, Asia y Oceanía; China signada políticamente como comunismo y económicamente como un capitalismo público y privado; intentos capitalistas con instituciones democráticas no afianzadas como en algunos países de Europa del Este; socialismos que ven en peligro parte de su estado de estado de bienestar, como el caso de los países nórdicos de Europa; intentos socialistas con sesgo nacional y social como sistemas “luchadores” que tratan de imponerse, como podría ser los casos de Venezuela y quizás Argentina; países que poco a poco se han ajustado al sistema capitalista y tratan de mejorar sin tocar el sistema, como México, Brasil, etc.; el de algunos países árabes y asiáticos guiados aún con sistemas dictatoriales o monárquicos; los casos de muchos países africanos que transitan en una permanente inestabilidad; etc. Sin embargo, todos estos sistemas y países tienen en común algo: la visión de que para mejorar hay que competir dentro de un mundo globalizado. Si no cambiamos nuestra óptica, nunca cambiaremos.
Pero cómo cambiar cuando quienes tienen el poder piensan que así estamos bien. Sólo hay una manera: Vernos como uno, un mundo, hermanados, siendo consciente de que la necesidad de muchos que están realmente en condiciones de pobreza es el parámetro con el cual hay que actuar de urgencia. Este es el primer paso, luego tienen que seguir muchos más.
Sin compartir no puede haber justicia (social), sin justicia no puede haber paz (social) y sin paz no puede haber futuro...Algunos lugares donde se habla del tema: www.share-es.org http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com/
Martín Pereira

Una elección espiritual con tinte económica y social

Una elección espiritual con tinte económica y social
Visto desde un lugar muy elevado, podríamos decir que la humanidad está estancada en un sistema de convivencia que no le permite evolucionar espiritualmente. Actualmente, nos encontramos con que el capitalismo ha ganado la batalla como sistema económico imperante en el mundo. Observamos modos de vida y producción diferenciados: el occidental guiado por EE.UU. y algunos países europeos, Asia y Oceanía; China signada políticamente como comunismo y económicamente como un capitalismo público y privado; intentos capitalistas con instituciones democráticas no afianzadas como en algunos países de Europa del Este; socialismos que ven en peligro parte de su estado de estado de bienestar, como el caso de los países nórdicos de Europa; intentos socialistas con sesgo nacional y social como sistemas “luchadores” que tratan de imponerse, como podría ser los casos de Venezuela y quizás Argentina; países que poco a poco se han ajustado al sistema capitalista y tratan de mejorar sin tocar el sistema, como México, Brasil, etc.; el de algunos países árabes y asiáticos guiados aún con sistemas dictatoriales o monárquicos; los casos de muchos países africanos que transitan en una permanente inestabilidad; etc. Sin embargo, todos estos sistemas y países tienen en común algo: la visión de que para mejorar hay que competir dentro de un mundo globalizado.
Medido temporalmente podríamos ubicar a este sistema capitalista como uno que tiene poco más de 2 siglos; donde la humanidad en los últimos tiempos no ha sabido resolver temas cruciales como la distribución correcta de la riqueza, el hambre que afecta a miles de millones, la contaminación creciente, situaciones de belicismo en muchos puntos del planeta y el uso descontrolado de determinados recursos productivos.
Espiritualmente, todos estos problemas son inherentes a las fuerzas de mercado descontroladas. La comercialización en la sociedad, causada por una dependencia excesiva en las fuerzas del mercado, se ha vuelto generalizada en todo el mundo, crea en cualquier lugar a largo plazo (un largo plazo que ya experimentamos) caos social y degradación del medio ambiente. Grandes instructores espirituales llaman a las fuerzas del mercado "las fuerzas del mal" porque separan una parte de la sociedad de la otra. Las fuerzas del mercado conducen a la codicia y la posesividad, y no puede otra cosa que llevar división al mundo. Esta matriz de competencia perniciosa para el mundo se inicia con posterioridad a la segunda guerra mundial y toma gran impulso a partir de la década del ´80 y aún más con la caída del muro de Berlín.
Un sendero hacia el futuro lleva a más división social y económica, destrucción medioambiental, guerra y peligro planetario. El otro sendero, el que “alguien debe” proponer, conducirá a una creciente armonía, a un equilibrio económico y medioambiental, y a una era dorada de paz.
Este es un punto crucial de la historia de la humanidad, y por ese motivo se darán a conocer un grupo de extraordinarios instructores espirituales para ayudar a guiarnos a través del sendero de la paz. Pero para que esto suceda, nosotros debemos aceptar su orientación y actuar para resolver nuestros problemas globales más peligrosos.
Entre los más peligrosos está la creciente disparidad entre los ricos y los pobres del mundo. Como ejemplo:
  • Las 225 personas más ricas poseen una riqueza combinada de más de 1 billón de dólares, equivalente a los ingresos anuales del 47 por ciento de las personas más pobres del mundo.
  • Entre los 4.400 millones de personas que viven en los países en desarrollo:
*   cerca de tres de cada cinco viven sin sistemas de saneamiento básicos
*   cerca de un tercio no tienen acceso a agua potable
*   un cuarto carece de vivienda adecuada
*   un quinto vive fuera del ámbito de los servicios sanitarios modernos
*   un quinto de los niños están desnutridos, y un porcentaje igual no ha aprobado el quinto curso de primaria
*   incluso en EEUU, el país más rico del mundo, cerca de 12 millones de familias corren peligro de padecer hambre, y al menos 700.000 personas carecen de cobijo durante una noche cualquiera.
Esta creciente división entre ricos y pobres nos amenaza a todos, dado que el resultante crimen, malestar social, inseguridad, inmigración ilegal y degradación medioambiental no respeta fronteras nacionales o locales.

Consumo global
La codicia de unos pocos ha puesto en peligro el futuro del planeta. El consumo global de bienes y servicios, desproporcionado para el 20 por ciento más rico del planeta, superó los 24 billones de dólares en 1998, el doble que en 1975. El Informe sobre Desarrollo Humano de la ONU concluye que el “incontrolado crecimiento del consumo está creando una presión sin precedentes sobre el medio ambiente”. Hoy casi 14 años después, la situación empeoró. Este informe y otros citan la destrucción mundial de los bosques; el agotamiento de los caladeros y suministros de agua dulce; la contaminación del aire y el agua; el empobrecimiento de la capa superior del suelo; la desertización; la extinción de especies; un crecimiento espectacular de la quema de combustibles fósiles y las resultantes tendencias de calentamiento global. La lista de crecientes problemas medioambientales es casi inacabable.
Algunos de los sistema de sustentación de vida ya están casi en el “punto de no retorno”, según Brian Halwell de Worldwatch. “No podemos sustentar este nivel de consumo para siempre”.

Compartir es la respuesta
¿Qué podría llevar a la humanidad, especialmente a aquellos en el mundo desarrollado, a cambiar a un estilo de vida menos destructivo y más equitativo antes de que sea demasiado tarde?
El esquema ya está escrito en la pared, según el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan. “No es creíble que Estados Unidos pueda permanecer en un oasis de prosperidad, inmune a un mundo que está experimentando un gran y creciente estrés”, comentó. El “estrés” de fallidas economías que suben y bajan (México, Rusia, Brasil y Argentina más crisis asiática en la década del ´90; EE.UU. en la primer década del milenio; ahora se suma Europa, y parte de las naciones árabes) es como un olla siempre a punto de hacer ebullición, que a veces toca los cien grados y vuelve a bajar, en donde es sabido que subirá nuevamente a cien grados pero no cuando. La economía mundial está “hecha un lío”, lo único que produce es estabilidad temporal, pero que en el largo plazo los modos de vida actuales justifican una pauperización de los sectores más vulnerables; o acaso, cuántos años esperaremos para que China entre en crisis !!!
Sumada a las fuerzas de mercado, están dominando actualmente las fuerzas financieras, donde cerca de 1,5 billones de dólares en divisas cambian de manos electrónicamente cada día, para buscar beneficios especulativos no relacionados con ningún intercambio de bienes y servicios reales.

Soluciones disponibles
Afortunadamente, las respuestas a estos problemas aparentemente intratables ya están disponibles.
Durante muchos años, se ha hablado y escrito sobre la presencia en el mundo actual de un grupo de grandes instructores espirituales, conocidos en Oriente como los Maestros de Sabiduría. A su cabeza está Maitreya, sobre quien se dice que está aquí para inspirar a la humanidad a verse a sí misma como una familia interdependiente.
Maitreya nos ayudará a ver que los alimentos, materias primas y recursos energéticos y tecnológicos pertenecen a todos y deben compartirse equitativamente. Esos recursos, dice Maitreya, son dado por derecho divino para la sustentación de toda la humanidad, no para el uso y abuso de unos relativamente pocos. Él recomendará una reorganización de las prioridades económicas para que los alimentos, vivienda, educación y servicios sanitarios adecuados sean derechos universales.
La prioridad más inmediata será salvar a las millones de personas que ahora mueren de hambre en el mundo en desarrollo. Maitreya propondrá un programa de ayuda de choque a escala mundial para aliviar su sufrimiento.
Cuando la humanidad comience a aceptar el “Principio de Compartir”, y las personas exijan a sus gobiernos implementar este principio, los cambios comenzarán. Los planes para tal programa de redistribución, ya existen, esperando sólo la demanda de la humanidad para su implementación.
Habrá oposición a tales planes de algunos de los miembros más privilegiados de la sociedad que verán una pérdida de su status y poder tradicionales. Pero la necesidad de cambio será tan obvia que se encontrarán cada vez más impotentes de detener el impulso.

La elección de la humanidad
El futuro que aguarda a la humanidad depende de las decisiones que tomemos ahora. Maitreya y los Maestros que con él vendrán, nos aconsejarán y orientarán, pero la aceptación del consejo será propia de la humanidad.
Maitreya presentará dos escenarios alternativos del futuro, o continuamos con las formas egoístas y codiciosas del pasado y nos destruimos, o aceptamos el Principio de Compartir y creamos una nueva y brillante civilización donde todos puedan participar como miembros plenos de la familia humana.
Cuando comenzará esto: se especula que el tiempo ha llegado, meses, 1 año o 2, no más. A partir de lo que se conocerá como el “día de la declaración”.

Martín Pereira