Esta nota trata acerca de un análisis puntual efectuada sobre fines del 2014, trata de representar un mundo en movimiento, pero a partir de ciertas fotos, por lo cual, la película futura podría no ser exacta a la predicha aquí. No obstante, los invito a leerla.
A la fecha en el mundo nos encontramos con el emerger de nuevos-viejos problemas y espero que la solución como varias veces ha sido, no sea una guerra de amplia escala que pretenda motorizar ciertas economías. Eso no va a suceder más, pero demos un paneo de lo que pasa:
A la fecha en el mundo nos encontramos con el emerger de nuevos-viejos problemas y espero que la solución como varias veces ha sido, no sea una guerra de amplia escala que pretenda motorizar ciertas economías. Eso no va a suceder más, pero demos un paneo de lo que pasa:
En Europa existe un foco de
conflicto basado en posesión de poder político en el territorio de Ucrania, en
donde el trasfondo económico muestra 2 posiciones encontradas: la de Rusia y la
de Europa Occidental con apoyo de EE.UU. Esto genera múltiples consecuencias
para el desarrollo económico de la región europea.
Se ha agravado el conflicto
palestino-israelí al cual no parece encontrar una solución, y la que hay disponible
(que EE.UU. deje de apoyar militarmente y económica a Israel) parece por el
momento que no sucederá. El surgimiento del Estado Islámico como grupo de
acción de actos terrorista parece una nueva faceta (en principio perjudicial
para el mundo) de cómo ciertos sectores musulmanes se relacionan con el mundo;
sin embargo, los países desarrollados no han abiertos canales de diálogos
serios y duraderos para saber que quieren estos nuevos fundamentalistas. Sumemos en el mundo islámico, la guerra civil que se ha desatado en Siria.
En Europa se menciona que han
caído por primera vez en muchos años las exportaciones alemanas, que Francia
intenta con varias medidas volver a ser productiva, que en varios países
europeos afloran –poco o mucho- sentimientos ultranacionalistas que provocan
como emergentes a partidos políticos inclinados por cierto conservadurismo
social y económico, que la eurozona no crece económicamente como debería.
Recurrentemente, en los diarios europeos se mencionan datos que confirman un
amesetamiento de la economía de la eurozona.
Los países más grandes de América
del Sur, Brasil y Argentina, parecen estar sumidos en crisis (de mayor o menor
tamaño) porque la presión fiscal comienza a agobiar a los sectores privados,
con lo cual la sociedad vuelve a debatirse entre formas políticas promercado o
antimercado; pero en donde el poder hace bambalinas entre el Estado y las
corporaciones de distintos segmentos, habiéndose detenido el desarrollo que
lleva verdadero bienestar a los menos pudientes. En Venezuela, el chavismo parece haber tocado fondo, no sabemos sí por la desconfianza de los mercados en su nuevo sistema, por impericia de los gobernantes o porque Venezuela no ha logrado producir la cantidad de alimentos que su población necesita, siendo fundamental en su problema que el petróleo vale menos de la mitad y eso produce que disminuyan drásticamente las posibilidades de obtener divisas.
En China comienzan a vislumbrarse
algunos focos de conflictos democráticos o antidemocráticos en Hong Kong,
dependiendo desde que punto de vista se lo mire, mientras una parte del mundo
teme para que la gran China continental no se desacelere bruscamente. A su lado,
Japón parece no despertar nunca de la siesta económica que comenzó con la caída
bursátil de Tokio en los 90, aunque aún continúa siendo un importante jugador
en la producción mundial. Desde el punto de vista económico, el resto de las
economías del sur y del este de Asía, incluyendo a China, parecen seguir
motorizando el crecimiento del PBI mundial, lo cual se espera se mantenga en
2015.
Estados Unidos muestra un
crecimiento algo superior al 2% para el primer semestre de 2014, parece tener
un mercado laboral algo más consolidado que años anteriores y continúa siendo la
fuente de innovación más importante del planeta. Sin embargo, algunas señales
podrían tornarse negativas, como ser la continua emisión de bonos para cubrir
el déficit del Tesoro de EE.UU., siendo China, Japón y hasta Rusia algunos de
los principales compradores de estos papeles; que la administración de Obama no
haya completado la prometida asistencia a Ucrania significa también que puede
haber una intención de contener un gasto que no dará rédito alguno; que la
Reserva Federal comience a dejar de gestionar la microeconomía (menor emisión,
dejar de comprar deuda de privados y dejar de salvar algunas compañías) podría
ser el inicio de un desacelere que en el 2015 retumbe en todo el mundo, más aún
considerando que la banca de inversión de EE.UU. ha vuelto a arriesgar con
créditos más avezados y mayor cantidad de derivados financieros. Pese a no
negar cierta recuperación en el PBI de EE.UU. en los últimos 5 años, sigue habiendo señales de cierto deterioro en su economía (aunque muy lejos y superior en comparación con la de países en desarrollo). La clase baja y media de EE.UU., quienes sólo
tienen para ofrecer su trabajo al mercado, parece no estar tan conforme y su
poder adquisitivo real ha desmejorado en relación a la fase previa al 2008;
esto es producto de que el sistema mundial no cambia, y que el capital continúa
obteniendo buenas tasas de retorno, mientras que el factor trabajo al aumentar
en número y tener menor poder de negociación se ve desfavorecido. En síntesis
la distribución de la riqueza continúa empeorando en el país más poderoso del
planeta.
Luego de esta larga introducción,
seguiré refiriéndome a lo que tanto se publicó en el blog. Sí bien hay algunas
señales de recuperación, hay también muchas señales de estancamiento en
diversas partes del mundo; el mundo sigue girando sin que los gobernantes de
los principales países se pongan de acuerdo en cómo resolver los aspectos más
cruciales que afligen al planeta y su futuro. La crisis actual del mundo es una
crisis de competitividad y está muy claro, que la distribución de la renta
empeora en el planeta. La falta de una visión que permita hacer dar cuenta a la
población del mundo, y principalmente a los más poderosos, que el único camino
que queda es aplicar políticas supranacionales relacionadas con compartir los
recursos y ponerse de acuerdo en infinidad de temas para que, si existiera
competencia en ciertos segmentos de mercado debería ser equitativa para que la misma pueda ocurrir.
Sumemos a los factores de
incertidumbre política y económica, las crisis climáticas cada vez más
seguidas, el rompimiento de records de calor casi todos los años. Sumemos la
ceguera de creer que el petróleo mueve la economía mundial y los inmensos
lobbys económicos y políticos que esto genera. Sólo algunos países europeos
parecen haber tomado conciencia acerca del calentamiento global y han iniciado
fuertes acciones para reducir las emisiones de CO2; pero es el mundo entero que
necesita hacerlo. Y, sabiendo que el crecimiento económico necesita crecimiento
en las fuentes de energía, aún muchos países que se siguen enfocando en el
petróleo y el gas, lo cual es necesario, pero se descuida la visión de mediano
plazo para lograr un cambio total en el paradigma energético.
En síntesis, el escenario actual
vislumbra que la débil recuperación del mundo, gran parte motorizada por China
e India, es una consecuencia del no reconocimiento de que es el sistema global
el que debe cambiar. A esto, agregamos que se abrieron varios focos de
conflictos bélicos y veremos cómo se vuelve a retroceder hacia otro escenario
que desembocará inevitablemente en otra crisis global hacia fines de 2015 o
principios de 2016.
Sólo reemplazar el actual sistema
de competencia por uno relacionado con formas cooperativas de producción y de
consumo responsable con el medioambiente puede llevar a una senda de desarrollo
real e inclusivo a la humanidad.
No obstante, quien lea esto se
preguntará cuál será el evento que gatille el cambio, ya que no hay a la vista
ningún líder mundial que pueda ser el abanderado del mismo.
Esto escribí en uno de los párrafos de mi anterior
artículo: “La respuesta es una ayuda externa, una ayuda divina, un consejo
superior, optar por mayor sabiduría. Se acerca el momento por primera vez en
98.000 años en donde la Jerarquía Espiritual que guía los designios del planeta
se hará presente; y comenzarán a transitar diariamente estos seres de luz en
nuestras vidas. Estamos cerca de que el momento más importante en la historia
de la humanidad acontezca. Todo se iniciará con lo que se conoce como el Día de
la Declaración”.
Qué será el Día de la
Declaración: será una suerte de comunicación telepática en donde quien ocupa el
cargo de Cristo en la Jerarquía Espiritual del Planeta producirá una impresión
(se sentirán algunas palabras) en las mentes de miles de millones (los niños
menores de alrededor de 12 años no sentirán nada y quizás otros miles de
millones su conciencia no esté preparada para recibir el mensaje). El mensaje
será breve, pero tocará el corazón de muchos. Primero se presentará y dará a
conocer su estatus espiritual. Después, quizás explique algo del plano
evolutivo de la humanidad, algo de la situación a la que ha llegado la
humanidad, acerca de la unidad en la cual los hombres deben vivir y quizás algo
respecto de las elecciones que debemos hacer como raza para que el futuro sea
mejor.
Esto, lo que muchas personas que
lean esto les parecerá algo fantasioso, será el evento más importante en la
historia de la humanidad, y dará inició a la misión abierta, no sólo de
Maitreya –quien está al frente de la Jerarquía Espiritual de Maestros de
Sabiduría-, sino también de un grupo de Maestros de Sabiduría entre los cuales
estará Jesús (quien estimo vendrá para aconsejar a gran parte de los
cristianos) y que comenzarán a aparecer paulatinamente en diversos medios de
comunicación y países.
A partir de ese momento, Maitreya
comenzará a recorrer distintos países para que su mensaje de unidad y evolución
sea esparcido lo más rápido posible.
Cuánto falta para esto, estimo que 3 años.