Este es quizás uno de los artículos más controversiales que pueda haber
en el blog “Nueva Economía y Compartir”, ya que el sistema financiero
internacional se ha vuelto tan complejo que es sumamente dificultoso
correlacionar las variables a fin de afirmar claramente por qué debe cambiar.
En base a esto he preferido comenzar con las conclusiones para luego
adentrarme en un análisis quizás limitado del sistema actual.
Para concluir, aunque parezca difícil los hombres debemos comprender que
el dinero es una forma de energía. El dinero es la forma en que el sistema
económico actual ha elegido como referencia de valor para el intercambio de
bienes y servicios. Sin embargo, como toda forma de energía va mutando y
transformándose (me explayaré en el próximo párrafo); y la actual forma que
tomado el sistema financiero mundial hoy se ha desvirtuado, provocando centros
y núcleos de poder a nivel mundial que no coadyuvan al desarrollo del planeta.
Una de las aristas de este sistema es la gran cantidad de monedas
existentes en el mundo, en donde hoy la compra-venta de divisas que efectúan
los agentes del mercado (bancos) es el principal bien intercambiado en el
mundo. Estos billones y billones de monedas generan costos y comisiones (sí
quisiéramos opinar del lado legal) que se trasladan al costo de los productos y
servicios por un lado, y también algunas “comisiones non-santas” (ej. Caso por
el cual en noviembre de 2014 se multo con E 2.700 millones a 5 grandes bancos)
u operaciones que subyacentemente encarecen o desvirtúan el valor real de los
bienes. Asimismo, la existencia del dinero como medio físico de intercambio
favorece actividades ilícitas por la fungibilidad del bien, narcotráfico,
lavado de dinero, corrupción pública y privada, temas que serían mucho más
acotado sí se pudiera contener la emisión física del dinero, aunque sea
parcialmente.
La primera idea de a modo de solución sería generar monedas regionales y
en donde ciertos organismos multilaterales se encarguen del movimiento de
divisas. Habría que tener en cuenta que: (i) debería haber una convergencia de
factores macroeconómicos en cada región para que no existen inequidades dentro
de cada una; (ii) esto no es una tarea sencilla pero sí hay que ponerla en
práctica y hay que corregir los errores del pasado –ver más adelante caso
Grecia-; (iii) dentro de cada región y basado en las propuestas del blog, hay
que generar sistemas cooperativos y basados en coordinación para compartir los
recursos; (iv) esos mismos sistemas de complementariedad –siempre dejando
algunos ámbitos donde se promueva la competencia más moderada- luego deberían
replicarse a nivel mundial; (v) posteriormente, luego de lograda la
convergencia de países sectorial, debería pensarse en un sistema de moneda
única; y posteriormente un sistema de intercambio de bienes y servicios basado
en compartir los recursos sin moneda, llegando a durar este proceso entre 30 y
50 años.
La segunda idea a proponer sería la convergencia hacia la inexistencia
del dinero físico. No es alocado pensar en ello, ya que países como Suecia ya
lo están implementando en algunas regiones y con una multiplicad de operaciones
tratando de limitar el dinero físico al 3% del circulante. Sí bien esto es muy
difícil en una innumerable cantidad de países, no es imposible. La dificultad
actual radica que una gran cantidad de países tienen gran parte de sus
transacciones económicas en la marginalidad, empleo en negro, comercios que no
declaran lo que venden, y ni hablar de las actividades ilícitas. Sin embargo,
una de las causas de esto es la percepción del ciudadano de que la presión
impositiva es muy alta, en función de lo que el Estado le da, a ello
respondemos que en un sistema en donde todos nos pongamos de acuerdo a en
compartir los recursos, el Estado pasará a ser un ente rector de los principios
económicos y sociales, pero no un gestionador de dinero a través de quitar a
unos (impuestos) y otorgar a otros (salarios, gastos sociales, inversión en
infraestructura).
La tercera idea a proponer trata colocar controles sobre
la circulación del capital financiero especulativo y de las distintas formas
que la especulación ha tomado forma durante los últimos 40 años. Sí cambiamos
el sistema mundial actual por lo propuesto en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/03/avanzando-hacia-un-sistema-mundial-de.html nos daremos cuenta que las actividades de
especulación tenderán a desaparecer por sí mismas, ya que no serán de utilidad.
El mundo comenzará nuevamente a regirse, como lo ha hecho durante cientos o
miles de años, por el estudio de la autosuficiencia de modo que ciertos
mercados no tengan variaciones de precios que permitan la especulación. Esto es
un cambio fundamental, ya que en esto aparecerá una de las mayores oposiciones,
debido al gran poder que hoy tienen los grandes agentes financieros.
Cuarta idea es darnos cuenta del poder del capitalismo financiero o de
accionistas anónimos. El poder de los “intereses financieros” sobre la economía
“real” ha aumentado enormemente, subordinando actividades económicas a obtener
beneficios en los mercados financieros y creando instrumentos financieros para
obtener beneficios sólo a través de los mercados financieros. Para terminar con
esto, habría que implementar mecanismos de control internacional de las
transacciones; de fiscalización de los receptores de crédito; y terminar con
las actividades especulativas o generar entes que las controlen y multen más en
línea con la realidad. Cambiar el rol del Consejo de Estabilidad Financiera. Terminar
con los paraísos fiscales y los secretos bancarios de modo que la
legislación sea uniforme internacionalmente, y sí un país no la aplica, no se
le puede girar divisas de otro que sí la aplica. Esta tarea es titánica, por el
amplio diálogo y consenso que se requiere, pero cambiar el mundo implica tomar
decisiones muy de fondo y hacerlas cumplir entre quienes se comprometan,
sancionando de ser necesario a las empresas de países que no apliquen la
legislación. Está en juego que entre 3000 y 4000 millones de persona salgan de
la pobreza, para que el mundo comience a evolucionar más rápidamente.
Finalmente, en estas miniconclusiones, uno de los factores fundamentales
es decidir que se hará con el ahorro de las personas, ya que la actividad
financiera tiende a ser la manera de canalizar el ahorro hacia fines
productivos. Ahora, sí analizamos todo lo que se ha dicho en este blog veremos
que en la transición hacia un sistema basado en compartir los recursos que se
maneje con un sistema de créditos hacia las personas y no hacia las empresas,
solamente podrá haber 2 maneras de que el ahorro genere rendimientos: 1-
establecer una tasa base para rendimientos a plazo fijo que será en general una
tasa muy baja; 2- establecer una serie de mecanismos para que el
inversor/ahorrista se convierta en una suerte de socio para quienes quieren realizar
nuevos emprendimientos. Por el resto de las actividades que requieren
financiamiento, existirá en el mediano plazo una cobertura parcial: créditos
intermedios para paliar situaciones en donde las empresas tengan déficit
operativo transitorio, ya que sino tal o cual empresa deberá reorganizarse o
desaparecer.
Prefacio
Lester Thurow,
sostiene que si se analizan las crisis financieras (las cuales hoy son cada vez
más seguidas y profundas), la cuestión no es: ¿por qué los mercados quiebran?
Sino, ¿cómo los precios del mercado han alcanzado esos niveles insostenibles?
Básicamente, -dice Thurow- ¿cómo no pueden advertir los seres humanos
inteligentes que los activos están sobrevaluados? La respuesta está en la
codicia humana. La gente sabe lo que va ocurrir pero no puede resistirse. A
medida que los precios suben en una burbuja, hay una cantidad de dinero para
hacer en el corto plazo de manera más rápida, aún cuando todos sepan que los
precios son demasiado altos y que finalmente deben caer. Todos se lanzan a los
mercados pensando que serán suficientemente astutos de salir antes de que
llegue el fin. Si alguien sale demasiado pronto se pierde una cantidad posible
de ganancias. Thurow nos aclara que en el sistema financiero internacional, en
cualquier momento puede aparecer un eslabón más débil.
Cabe aquí como
prefacio que coincido en que la codicia humana es la respuesta a la
especulación, pero no en que todos sepan lo que va a ocurrir, sino que millones
especulan simplemente como forma de mantener o elevar su patrimonio; existiendo
un grupo reducido (en función del tamaño del planeta) que toma decisiones por
esos millones pensando sólo en sus ganancias o en protegerse para no tener
ellos mismos pérdidas, esto conlleva a la especulación y efectuar cientos de miles
de operaciones que perjudican al sistema. No obstante, parte de esta actuación
es la máscara por donde miles de poderosas personas promueven la libertad, aún
sin conocer que la verdadera libertad del sur humano radica en tratar de llevar
la felicidad hacia el conjunto de la población y no hacia uno mismo o un grupo
en particular. Es por esto que repensar el sistema financiero internacional
tendrá que ver con dotar a la humanidad de una serie de valores más elevados
que lleven a todas las personas a un estándar superior que nos permita
evolucionar, de ser necesario en el ámbito financiero reducir las ganancias
actuales de los grandes actores.
Descripción general
Es indudable que hemos entrado en una etapa de globalización en donde la
provisión de bienes y servicios se ha internacionalizado. La mundialización del
comercio con el pasar de las décadas parece ser la forma más avanzada de
intercambiar bienes y servicios, en donde la eficiencia con que se realiza un
producto o servicio en un punto del planeta parece ser una buena manera de
generar bienestar en otro punto del planeta, donde ese bien o servicio llega a
quien finalmente lo consume. Dejando de lado por el momento, algunos temas que
son objeto de crítica permanente en este blog, como la forma contaminante o no
ecológica con que se produce un bien, el bajo costo laboral que implica muchas
veces que multinacionales o empresas de todo tipo exploten a los trabajadores
abonando magros salarios, o por cerrar fábricas en un país por el sólo hecho de
poder pagar menores salarios en otros, o la utilización de dumping, publicidad
engañosa y/o cualquier factor negativo que afecte al producto o servicio que se
produce y vende; podríamos afirmar que la globalización ha llegado para
quedarse, ya que el planeta debería tender a la eficiencia productiva y de
servicios. Lo que habría que decidir en un futuro es dónde producir cada cosa,
con más o menos globalización. Dejemos de lado también el tema de que todo lo
que se produce podría ser producido por menor cantidad de gente, y con procesos
y logística más eficiente, ya que, este es otro de los puntos centrales a
encarar en un sistema basado en compartir los recursos mundiales: que todos se
pongan de acuerdo en las mismas reglas, ponerse de acuerdo en producir con más
gente y con menos horas trabajadas por persona y en las condiciones sociales,
impositivas (aunque no me gusta mucho el término) y ecológicas con que se
produce; o ponerse de acuerdo en producir con menos gente, pero rotando a las
personas (es decir mayores vacaciones pagas), o generar propiedad cooperativa
en las grandes empresas de modo que muchos sean los propietarios de lo hoy
llamado capital; en definitiva cualquiera sea la forma, lo que se apunta es a
que colectivamente se encuentre la solución para que haya más empleo y más
tiempo libre a la vez.
Teniendo en cuenta la globalización antes
mencionadas, otras de las características de esta ha sido el predominio de los
capitales financieros sobre los productivos. Con esto me refiero a que se ha generado
en el mundo en las últimas 3 o 4 décadas agentes de poder que se hacen cada vez
más presentes en la vida cotidiana, pero que erróneamente han obtenido esas
cuotas de poder en un mundo que no sabe bien hacia dónde se dirige, sí es que
persiste el actual sistema mundial de comercialización y de internacionalización
de los capitales financieros. El poder de los grandes bancos ha sido
sustentando por la existencia de la reserva fraccionaria entre otras, con la
posibilidad de crear dinero (préstamos) en base a porciones de lo recibido,
depósitos, y dependiendo de la velocidad de circulación del dinero puede llegar
a determinarse la velocidad con que el dinero bancario es creado (aunque
correctamente cabe aclarar que los tratados de Basilea han llevado gran parte
de ecuanimidad en la actuación de los bancos). Sumemos a este poder, la
inmersión en el mundo de una cantidad considerable de instrumentos de
especulación, como los son los derivados financieros, las opciones de compra
venta, el mercado de swaps, mercado de futuro. Sumemos también la
commoditización de ciertas materias primas. A su vez, dentro de esta gran
ecuación, sumemos la irrupción a estos mercados de jugadores como grandes
fondos de inversión (aseguradoras, fondos de pensión, etc.), grandes bancos y
también fondos denominados edge funds de gestoría por corredores de bolsa y
corredores privados.
Si bien aún existe cierta controversia respecto de
la actuación de los agentes de especulación en el precio de los commodities,
tendríamos que mencionar que por el tamaño de los mercados y la complejidad de
los mismos, el aumento en los precios muchas veces beneficia a los
especuladores, mientras que los descensos perjudican a los productores.
Siglos atrás cuando nacieron los grandes bancos, su
concepción fue la de canalizar el ahorro de ciertos sectores hacia inversión
productiva de otros sectores; sin embargo, esa simple función hoy en día se
cumple en un porcentaje que va decreciendo década a década, pasando sus pasivos
y patrimonios netos a jugar como contrapartida de activos cada vez más
complejos.
Debido a la complejidad, a los efectos de resumir
el comportamiento de este gran mundo de capitales financieros me centraré en
brindar algunos ejemplos.
Unos pocos de los miles de ejemplos
Primero: El uso de productos derivados como origen de la crisis de las hipotecas
subprime en EE.UU. En estos 2 links se expone el origen de la gran crisis del
2008, de manera muy similar:
Analizando el tema y leyendo varias notas al respecto, se
puede observar la actitud de varios de los principales bancos de inversión de
EE.UU., cuyo error no fue haber creado los títulos securitizados con hipotecas
subprime y otorgarles calificación AAA; sino que cuando algunos bancos fueron
dándose cuenta del mayor riesgo que implicaba tener hipotecas de menor nivel
securitizadas, fueron los mismos bancos que comenzaron a utilizar derivados que
apostaban en contra del índice de esos bonos creado un par de años atrás. Es
decir, fueron algunos integrantes del sistema financiero que crearon los
instrumentos y luego apostaron contra ellos, lo que finalmente terminó
detonando la crisis de 2008.
A raíz de la profunda crisis
financiera que se trasladó rápidamente a la economía real, el Gobierno de EE UU
implementó el mayor plan de rescate de la historia (se autorizó al Tesoro de EE
UU a emplear hasta 700.000 millones de dólares para apoyar a la banca en
apuros, más otras medidas de la Reserva Federal por otros 800.000 millones). Se
trataba de apretar al máximo, -para impedir su quiebra- lo que muchos analistas
definieron como el eslabón más débil de ese capitalismo global: un sistema
financiero, anormalmente hinchado, enfermo.
Como la crisis también se trasladó a
otros países, otros gobiernos nacionales se vieron obligados a dedicar montañas
de dinero a apoyar a un sistema que se venía abajo sin que nadie, por cierto,
asumiera grandes responsabilidades.
En unos de los encuentros
internacionales en Davos (Suiza), el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz
resumió: "Los bancos asumieron riesgos excesivos. Los empresarios se
endeudaron demasiado. Los reguladores permitieron todo eso. Y ahora los
contribuyentes tienen que acudir en su ayuda para limpiar toda la basura, lo
que disparará la deuda del Estado y acabará teniendo consecuencias sobre los
bienes públicos como la sanidad".
Luego de varios años, la economía de
EE.UU. parece haberse recuperado, pero nada parece tener ni siquiera la falsa
firmeza que se mostraba años atrás. Del otro lado de la historia, podemos
afirmar que la distribución de la riqueza sigue empeorando, que los banqueros
siguieron cobrando jugosos bonos y comisiones y que el riesgo de otra crisis
global (estimo a fines de 2015, principios de 2016) está latente.
Segundo. Caso de Grecia. Solamente con buscar en “google” aparecen cientos de
notas relacionadas con la actuación de un gran banco de inversión de EE.UU. y
del uso de derivados para crear índices ficticios en un año y que al pasar
algunos años hicieron explotar la deuda pública de Grecia. El banco de negocios
Goldman Sachs llenó sus arcas con un botín de 600 millones de euros (800
millones de dólares) cuando ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas a fin de que
este país llenara los requisitos para ingresar en el euro, la moneda única
europea. La información no es nueva pero hasta ahora, se desconocían los
detalles. Goldman Sachs engañó a todos los gobiernos europeos que participaban
en la creación de la moneda única y luego evitó responder ante la ley. Este
banco operó protegido por el poder político, que hizo todo cuanto estuvo a su
alcance para impedir las investigaciones.
Dos de los protagonistas de esta megaestafa hablaron por
primera vez sobre las transacciones encubiertas mediante las cuales Atenas
escondió la enormidad de su deuda. Christoforos Sardelis, jefe de la oficina de
gestión de la deuda griega entre 1999 y 2004, y Spyros Papanicolaou, el hombre
que lo reemplazó hasta 2010. El resultado de la operación es una gigantesca
estafa que hizo del presunto salvador, en este caso Goldman Sachs, el operador
del hundimiento de Grecia y de buena parte de Europa. Si se cuentan sólo los
bancos franceses, la aventura griega les costó 7000 millones de euros: BNP
Paribas perdió 3,2 mil millones, el Crédit Agricole 1,3 mil millones, la
Société Générale 892 millones, BPCE 921 millones y el Crédit Mutuel 359
millones. Esto únicamente es lo que le costó al sistema bancario francés: los
pueblos pagaron y pagarán en sacrificios y privaciones mucho más que esto.
El montaje fue astuto. El Tratado de Maastricht de la Unión
Europea fijaba requisitos para integrar el euro: ningún miembro de la Zona Euro
podía tener una deuda superior al 60 por ciento del PIB y los déficit públicos
no podían superar tres por ciento. En junio de 2000, para ocultar el peso
gigantesco de la deuda griega que ascendía al 103 por ciento de su PIB y
obtener así la calificación de Grecia para entrar en el euro, Goldman Sachs
ideó un plan: trasladó la deuda griega de una moneda a otra. La transacción
consistió en cambiar la deuda que estaba cotizada en dólares y en yenes por
euros, pero en base a una tasa de cambio ficticia. Así se redujo de dos por ciento
del endeudamiento griego y, con ello, Grecia respetó los criterios fijados por
el Tratado de Maastricht para ingresar al euro. Un detalle vino a complicar el
maquillaje: Goldman Sachs estableció un contrato con Grecia mediante el cual
disimuló el arreglo bajo la forma de lo que se conoce como un SWAP, un contrato
de cambio para los flujos financieros que viene a equivaler a una suerte de
crédito. Ese esquema fraudulento llevó a que, a raíz de los llamados “productos
derivados” implicados en la operación, en apenas cuatro años la deuda que
Grecia contrajo con Goldman Sachs pasara de 2,8 mil millones de euros a 5,1 mil
millones.
Tercero. Multa por E 2.700 millones a cinco
de los conglomerados financieros más grandes del mundo. Hace sólo unos días se
dio a conocer la siguiente sanción: Nueva acción multimillonaria de los
reguladores contra los excesos de la banca. Los grandes conglomerados
financieros globales UBS,Citigroup, JPMorgan Chase, HSBC y Royal Bank of Scotland han sido sancionados con cerca de
3.400 millones de dólares (2.700 millones de euros) por los regulados
financieros en Estados Unidos y Reino Unido, acusados de haber conspirado
durante casi seis años para conseguir manipular el tipo de cambio de las
divisas y así ir por delante a las operaciones que le confiaban sus propios
clientes. Los cinco bancos afectados deberán pagar colectivamente 1.400
millones de dólares al supervisor del mercado de futuros en
EE UU(CFTC, en sus
siglas en inglés) y 1.750 millones a la autoridad que regula la conducta del sector financiero en Reino Unido (FCA), en su caso la mayor impuesta
en la historia. A estas dos cantidades se suma una sanción de 800 millones
impuesta por el supervisor suizo(Finma) al grupo de entidades
afectadas. Estas sanciones, en cualquier caso, podrían crecer y ampliarse a más
bancos porque hay otros expedientes abiertos.
El problema no reside sólo en la
multa, sino en que el mundo entero no sabe cuán grande pudo haber sido el daño
por esta actuación fraudulenta.
Cuarto. Operación
denominada Megacanje en el año 2000 efectuada en Argentina. La operación del
"Megacanje" la armó el banquero estadounidense David Mulford, ex
secretario del Tesoro de los Estados Unidos y amigo del entonces Ministro de
Economía –Domingo Cavallo-. Bajo el
argumento de diferir una pequeña porción de los vencimientos de pago que
correspondían realizarse desde el 2001 hasta el 2005 y sabiendo que el Gobierno
Nacional pasaba un crítico momento en términos de finanzas, el Gobierno de ese
entonces aceptó incrementar la deuda en una magnitud absurdamente
desproporcionada, pagando tasas de interés usurarias. Antes del
Megacanje la deuda externa comprometida hasta el año 2031, sumaba entre capital
e intereses 206.606 millones. Luego del Megacanje trepó a 247.255 millones de
dólares. En ese momento la deuda pública pasó de 124.358 millones a
126.606 después del canje. Es decir, sólo se incrementó el capital en 2248
millones pero en término de intereses, se pasó de 82.246 millones a 120.650
millones, 38.404 millones más. Sumados capital e intereses se concluye que la
deuda aumentó en 40.649 millones, cifra a la que también se suma la
capitalización de intereses por 12.384 millones. Posteriormente, se inició una causa
judicial en contra del ministro y varios de su equipo (los que finalmente
fueron absueltos, aunque el daño al país quedó).
La
fiscal General Fabiana León solicitó hoy al Tribunal Oral Federal N°4 que
Domingo Felipe Cavallo sea condenado a tres años de prisión e inhabilitación
especial perpetua para ejercer cargos públicos (luego fue sobreseído) Dijo la fiscal: “Me llamó la atención la
referencia a que los bancos querían ayudar a la Argentina y esa es mi mayor
discrepancia. Los bancos tienen sus propios intereses. Se ayudaron a sí
mismos”, concluyó la representante del Ministerio Público. León
contextualizó el panorama que asolaba al país cuando se realizó el
"Megacanje", con “una situación financiera asfixiante, deuda pública
a vencer y prácticamente incapacidad de pago”.
Al respecto, expresó
que las entidades financieras Credit Suisse, JP Morgan, HSBC, Galicia y
Santander Hispano, entre otras que conformaron el consorcio, buscaron que “sus
bonos de poco valor pasen a ser muy valorados, incrementando su capital
financiero” y “mejoraron sus propios activos y pactaron comisiones por un
servicio que se dieron a sí mismos”. Según la pericia realizada por los peritos
de la Corte Suprema, el beneficio alcanzó los 19 mil millones de dólares, de
los cuales más de 5 mil correspondieron a la propia cartera de las
instituciones y más de 14 mil millones por títulos canjeados de terceros. La
maniobra “era inédita por lo riesgoso de la situación: rescatar la deuda y
conformar una nueva en un solo acto”. “Se compró tiempo, pagado a tasas caras”,
resumió la fiscal.
Mulford nunca se
presentó ante los tribunales argentinos y tiene un pedido de captura pendiente.
Planteó la prescripción del caso y el juez Ramos le rechazó esa solicitud. Los
banqueros involucrados en el negocio fueron sobreseídos. El fiscal del caso es
Federico Delgado, quien impulsó la investigación. En el procesamiento, Ramos
señaló: "debo destacar que los imputados eran representantes del Estado
Nacional, con antigüedad en el desempeño de puestos laborales en dependencias
de la Administración Pública en carácter de empleados y, también, en el
ejercicio de la función pública al momento en que ocurrió el sustrato fáctico
en cuestión".
Quinto. La compra de la Banca Barings. La Banca Barings
contaba con 223 años de historia. Había financiado la compra de Luisiana por
Estados Unidos, fue considerada por el cardenal Richelieu como la sexta
potencia del mundo y era todo un emblema británico, con clientes como
Napoleón III y la reina de Inglaterra. Sin embargo, fue vendida por solo una
libra al grupo holandés de servicios financieros Internationale Nederlanden
Groep (ING). ¿Qué pasó? Pasó Nick Leeson: un joven
londinense a los 27 años de edad hizo quebrar a la
histórica institución con un agujero irreparable de mil cuatrocientos
millones de dólares.
El ‘rogue trader’,
como también se llamó luego la película que cuenta su historia, era
muy hábil en el mercado de los derivados financieros.
Escaló rápido en la banca privada y pronto accedió a la cúspide de
Barings, dedicándose a las inversiones en Asia. Al principio ganó
unos cuantos millones -cuando no era tan fácil lograrlo- y consiguió la
confianza del directorio. Pero pronto sus decisiones no resultaron tan
beneficiosas. Empezó a perder dinero y para ocultarlo -con la esperanza de
recuperarse- creo cuentas falsas.
Se la jugó al todo
por el todo en la bolsa de Tokyo, pero el terremoto en Kobe en 1995 hizo que
Japón repatriara su capital en el exterior y fue el golpe de knock
out para el financista, que terminó seis años en prisión y ampliamente odiado
en su país.
El juego de
derivados que se encontraban en la Banca Barings finalmente la llevó a la cuasi
quiebra y fue finalmente comprada por el grupo ING.
Prosiguiendo con estudio de la actividad financiera
La esencia de la actividad financiera no es otra que la movilización del
ahorro y ponerlo a disposición de quienes necesitan financiación externa para
crear riqueza.
Es cierto que los tratados de Basilea I, II y III han tratado de crear
las condiciones para que los principales operadores del sistema bancario
internacional traten de efectuar su rol en un ambiente más seguro para el
mundo, lo cual es correcto, pero insuficiente. Veamos lo que dice el informe
del último tratado en algunas de sus conclusiones (Basilea III) acerca del
origen de la última crisis (… que aún continúa…):
“Una de las razones por las que
la crisis económica y financiera que estalló en 2007 fue tan severa es que los
sectores bancarios de numerosos países habían acumulado un apalancamiento
excesivo dentro y fuera de balance. A esto se unió la gradual erosión del nivel
y de la calidad de su base de capital. Al mismo tiempo, numerosos bancos
mantenían niveles de liquidez insuficientes. Por todo ello, el sistema bancario
no fue capaz de absorber las pérdidas sistémicas sufridas en las carteras de
negociación y de crédito, ni pudo aguantar la reintermediación de las enormes
exposiciones fuera de balance que se habían ido acumulando en sus áreas más
opacas o menos reguladas (el sistema bancario «en la sombra»). La crisis se vio
agravada por un proceso de desapalancamiento procíclico y por las
interconexiones entre instituciones sistémicas a través de complejas
operaciones. En
el punto álgido de la crisis, el mercado dejó de confiar en la solvencia y
liquidez de numerosas instituciones bancarias. Las deficiencias en el sector
bancario rápidamente se transmitieron al
resto del sistema financiero y la economía real, provocando una contracción
generalizada de la liquidez y del crédito disponible. En última instancia,
el sector público tuvo que intervenir con inyecciones de liquidez sin
precedentes y con la provisión de capital y avales, exponiendo con ello a los
contribuyentes a grandes pérdidas.
El efecto sobre los bancos, los
sistemas financieros y las economías en el epicentro de la crisis fue
inmediato. Sin embargo, la crisis también afectó a países periféricos de todo
el mundo, aunque a través de canales de transmisión menos directos, a raíz de
la grave contracción de la liquidez mundial, del crédito transfronterizo
disponible y de la demanda de exportaciones. Ante el alcance y la rapidez con
que se han transmitido las últimas crisis en todo el mundo, y teniendo en
cuenta el carácter impredecible de crisis futuras, es esencial que todos los
países refuercen la resistencia de sus sectores bancarios ante perturbaciones internas
y externas.”
En el punto Conservación de Capital el Informe
Expresa:
26. El Comité introduce un
marco para promover la conservación de capital y la acumulación de colchones
adecuados por encima del mínimo, de los que pueda disponerse en periodos de
tensión.
27. Cuando estalló la crisis,
algunos bancos siguieron distribuyendo enormes sumas en forma de dividendos,
recompra de acciones y generosas remuneraciones, pese al deterioro de su
situación financiera y de las perspectivas para el sector. Esta actitud
obedeció en gran medida a un problema de acción colectiva, al percibirse
cualquier recorte en dichas distribuciones como un síntoma de debilidad, cuando
en realidad estas prácticas debilitaron aún más a los bancos individuales y al
sector en su conjunto. Muchos bancos recuperaron pronto la rentabilidad pero no
hicieron lo suficiente por reponer su base de capital de cara a relanzar la
actividad crediticia. La suma de todos estos factores elevó la prociclicidad
del sistema.
28. Para resolver este fallo de
mercado, el Comité introduce un marco en el que los supervisores contarán con
mejores herramientas para promover la conservación de capital en el sector
bancario. La
implementación del marco mediante normas de conservación de capital
internacionalmente acordadas ayudará a aumentar la resistencia del sector en
fases recesivas y proporcionará los mecanismos para reponer el capital durante
la recuperación económica. Además, el marco es suficientemente flexible para
permitir una gama de respuestas supervisoras y bancarias congruentes con las
nuevas normas.
Me preguntó …¿siguieron abonando enormes sumas de dividendos, recompra
de acciones y generosas remuneraciones, pero quién paga los costos de la
crisis? ¿Cómo quiénes perdieron ante la especulación, quiénes perdieron sus
bienes o simplemente su hogar podrán recuperarlo? ¿Por qué ningún organismo
internacional estudió el tema lo suficiente para aplicar sanciones que
conlleven la pérdida de bienes de los bancos y sus ejecutivos con la
transferencia de los mismos al sector público a modo de compensación, y de este
a los usuarios finales? La respuesta es sencilla, es tan complejo e intrincado
que no puede hacerse y se vende como que la actuación de los bancos en el
futuro será para beneficiar al sistema mundial….¿ A cuál sistema???
Cabe
aclarar que el tratado de Basilea III trata introducir mejoras para que
robustecer el sistema financiero internacional, como en su punto 34: “Los
requerimientos de capital, siendo indispensables para la estabilidad del sector
bancario, no bastan por sí solos. Igual importancia reviste contar con una
sólida base de liquidez, reforzada mediante estándares supervisores robustos.
Hasta la fecha no han existido estándares internacionalmente armonizados en
este área, por lo que el Comité de Basilea introduce ahora unos estándares de
liquidez globales que han sido armonizados a escala internacional. Como ocurre
con los estándares de capital globales, los de liquidez fijan el mínimo
obligatorio y promueven condiciones de referencia equitativas para evitar una
dinámica competitiva conducente a mantener los niveles más bajos”
-¿¿¿se refiere al riesgo bajo o al nivel de líquidez??).
Otros
de los puntos a tratar por el Tratado de Basilea III fue reemplazar el Foro de
Estabilidad Financiera por el Consejo de Estabilidad Financiera como el
organismo internacional encargado de efectuar la supervisión del sistema
financiero internacional, según sigue a continuación:
A fin de fortalecer la
supervisión de los mercados financieros, en abril de 2009 los dirigentes del
G-20 decidieron ampliar la cantidad de miembros del antiguo Foro sobre
Estabilidad Financiera, al que pasaron a denominar Consejo de Estabilidad Financiera. La nueva composición incluye a
todos los países del G-20, los ex miembros del Foro sobre Estabilidad
Financiera, España y la Comisión Europea.
El Consejo de
Estabilidad Financiera se creó para ayudar a mejorar el funcionamiento de los
mercados financieros y reducir el riesgo sistémico a través de un mejor
intercambio de información y una mayor cooperación internacional entre las
autoridades encargadas de mantener la estabilidad financiera.
El Foro de Estabilidad
Financiera se reunió por primera vez el 14 de abril de 1999 en la sede del FMI,
y desde entonces se ha reunido dos veces al año. En septiembre de 1999 el Foro
asumió el carácter de observador del CMFI.
Preside el Consejo a
título personal el Sr. Mark Carney, en un comienzo como Gobernador del Banco de
Canadá, y desde el 1 de julio de 2013 como Gobernador del Banco de Inglaterra.
El Consejo se compone de un Plenario, un Comité Consultivo, otros comités y
subgrupos necesarios y una secretaría con sede en Basilea, Suiza. El Plenario
es el órgano decisorio del Consejo. Está integrado por las máximas autoridades
de los tesoros, bancos centrales y órganos supervisores de los países miembros;
los presidentes de los principales organismos normativos y comités de bancos
centrales; y representantes de alto nivel de instituciones financieras internacionales
(Banco Central Europeo, Banco Mundial, Banco de Pagos Internacionales, Comisión
Europea, Fondo Monetario Internacional y Organización de Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE)). El Comité Consultivo guía las operaciones entre
las reuniones del Plenario para llevar a la práctica las instrucciones del
Consejo; el Plenario decide la composición del Comité a partir de propuestas
del Presidente. El Plenario puede crear Comités Permanentes y grupos de trabajo
según sea necesario.
Miembros
del Consejo de Estabilidad Financiera
|
||
Presidente (1)
Autoridades nacionales (24)
Instituciones financieras
internacionales (6)
Grupos internacionales de
supervisión y regulación (6)
Comités de expertos de bancos
centrales (2)
|
A su vez, existen otros ejemplos de la experiencia internacional de “Consejos
de Estabilidad Financiera a nivel país”. Aunque todos comparten un rol en la
detección y evaluación de riesgos para la estabilidad financiera y la
coordinación de políticas para amortiguar estos riesgos, es posible distinguir
diferencias importantes en términos de sus mandatos específicos, funciones,
perímetro, participación y liderazgo. Asimismo, en general, todos tienen
distinta estructura jurídica, en casos sus resoluciones son vinculantes y en
otros son sólo recomendaciones. Existen comités con facultades explícitas de
fijar ciertos parámetros en la regulación, como es el caso de Estados Unidos,
Malasia y el Reino Unido. Existen otros comités que funcionan sólo como
instancias de coordinación entre diferentes entidades, pudiendo dar
recomendaciones –con distinto grado de vinculación– para limitar la incubación
de riesgos sistémicos. En el segundo caso el supervisor micro-prudencial suele
ser un organismo diferente del Banco Central. Algunos ejemplos en esta
categoría son Australia, Indonesia, México y Chile. En algunos esquemas el
comité está presidido por el Ministro de Hacienda (México) y en otros, por el
presidente del Banco Central (Australia). Algunos tienen atribuciones para
ampliar el perímetro de supervisión financiera (Reino Unido) y otros pueden
ejecutar políticas incluso fuera de perímetro (Malasia). Existen diseños
formales, definidos por ley (Reino Unido, México, Malasia), y otros informales,
consagrados en acuerdos de cooperación (Australia).
Pero independientemente, de cómo el sistema internacional o cada sistema
local, trata de establecer medidas de acción para los participantes del sistema
financiero, poco parece hacerse al respecto para saber sí la influencia de los
bancos y su accionar actual es beneficioso o perjudicial para el mundo. Sí
la persona que lee esto trata de buscar qué se hizo desde el 2009 como acciones
concretas del “Consejo de Estabilidad Financiera” veremos que muy poco. Yo
sólo encontré lo siguiente referido a la postactuación luego de la billonaria
multa a 5 grandes bancos, lo cual parece broma por el “poco apoyo”…. : “http://www.cronista.com/financialtimes/Manipuladores-de-monedas-merecen-sanciones-penales-20141113-0024.html” : “El Consejo de Estabilidad
Financiera sugiere un servicio global central que maneje todas las operaciones
cambiarias, pero probablemente esa idea reciba poco apoyo. Más fácil de
lograr quizás sea ampliar el período durante el cual se establece una
cotización fija diaria, para que sea más difícil de manipular.
La mayoría de los operadores que fueron descubiertos engañando a sus
clientes enfrentan, en el peor de los casos, despidos inmediatos. En la
mayoría de las empresas, las sanciones habituales por defraudar a un cliente
incluyen el riesgo de una pena de prisión. Si las autoridades realmente quieren
cambiar la cultura de las mesas de operaciones, las sanciones penales deberían
convertirse en una posibilidad más realista”.
Cabe preguntarse: ¿cuántas
sanciones ha habido hacia la banca desde 2008?, ¿cuántas hacia sus directivos?,
¿cuánto capital se recupero luego de detectarse las pérdidas? Y finalmente,…lo
imposible: ¿cómo se reparó económicamente a quiénes sufrieron las maniobras?
Como es de observarse el Consejo
de Estabilidad Financiera es un supra ente que por ser tan elevado pierde
margen de maniobra ante la especulación del sistema. Esto conlleva que
nuevamente, la codicia de muchos operadores o la simple presión por obtener
mayores márgenes de ganancia exponga al sistema financiero a nuevas crisis que
se propaguen por la alicaída economía real del mundo. Lo que se propone aquí es
generar un sistema de control local en cada país integrado por comisiones
plurales (de diversos ámbitos socioeconómicos) que supervisen los estándares de
actuación de los bancos, eliminando en el mediano plazo toda operación de
especulación como se mencionan en las conclusiones de los primeros párrafos de
este escrito.
Estudiando la estabilidad de la inclusión
financiera
Uno de los pocos trabajos empíricos que analizan la relación entra la
estabilidad y la inclusión financiera es el de CGAP e IFC (International
Finance Corporation) del grupo del Banco Mundial (Ardic et. inclusión y estabilidad
financieras 7al., 2013). En él se explora la relación entre el acceso
financiero y la estabilidad financiera mediante estudios de correlaciones entre
ambas variables. Para ello utilizan indicadores comúnmente aceptados. El
estudio señala que aunque en la bibliografía se establece una relación positiva
entre la estabilidad y la inclusión financieras, la evidencia empírica no
parece confirmarla todavía. Estadísticamente, la inclusión financiera medida
por la penetración de cuentas de depósitos no tiene correlación positiva o
negativa ni con los indicadores de solidez financiera del FMI, ni con los
indicadores de desarrollo del Banco Mundial.
En el estudio se hace referencia a un trabajo del Banco Mundial (2012),
donde se encuentra un resultado similar al medir las correlaciones en pares
entre la profundidad, el acceso, la eficiencia y la estabilidad financiera. En
el trabajo se encuentra que la correlación entre acceso y estabilidad no es
estadísticamente significativa. No obstante, la correlación entre estabilidad e
inclusión es mayor para los países de ingresos bajo y mediano que para los de
ingreso alto. La razón es que algunos países de ingreso alto y con altos
niveles de acceso tienen asociados una serie de factores de mayor
inestabilidad, como menores requerimientos de capital o menores incentivos
privados de monitorear el riesgo.
El estudio concluye poniendo de manifiesto la necesidad de avanzar en el
trabajo estadístico y de recolección de datos, así como en el análisis de los
fundamentos de la relación entre la estabilidad y la inclusión financiera. En
particular, se destaca la necesidad de elegir indicadores alternativos de
estabilidad financiera. Aparte de la falta de datos e indicadores sólidos, los
autores señalan que la falta de correlación puede deberse a que la relación
entre la inclusión y la estabilidad no es directa.
Es indudable que sí proponemos que haya menor circulante, habrá mayor
dinero bancario, con lo cual el estudio de la actuación de los bancos y sus
márgenes de maniobra deben continuar y profundizarse hasta establecer los
límites que los permitan seguir siendo beneficiosos para el mundo en un esquema
de compartir los recursos.
Síntesis final
No ajeno a la globalización de los factores de
producción, el capital financiero no sólo ha seguido la misma en los últimos 40
años, sino que la ha profundizado inmensamente, logrando la
internacionalización de los capitales financieros y una creciente desregulación
en muchas de sus actividades a medida que éstas se iban diversificando. Desde
la salida final del patrón oro-dólar a principios de los 70, hasta la elección
de tipos de cambios libres, pero regidos por acuerdos de reciprocidad entre
países o zonas para que el crecimiento fuera parejo, llegando hasta poco más de
un lustro atrás en donde comienza la etapa de una casi interminable liquidez
internacional para salvar a los bancos y “que los países vuelvan a crecer”;
llevando a muchos países a endeudarse por niveles insostenibles o pensando sólo
que puede ser repagado a decenas de años (porque se emitirá más deuda) o
emitiendo más moneda para seguir sosteniendo el sistema. En cualquier de los
casos finales vemos que la economía financiera medida por su volumen de
operaciones es cada vez mayor respecto de la economía real (podemos tomar como
uno de los parámetros el PBI mundial). Sin embargo la consecuencia final, es
que la distribución de la renta empeora, ya que por un lado tenemos que las
grandes empresas y las personas más poderosas acceden más fácil a esta gran
liquidez y el mentado efecto derrame es sólo una excusa para continuar con el
mismo sistema, por otro lado tenemos que los actores financieros por haber
mayor liquidez toman mayor poder a la hora de manejar esa liquidez, lo cual
agrava la matriz decisoria en perjuicio del mundo.
La actualidad pauta que la forma en que el mundo ha
elegido para crecer, concentrándose más y más en la individualidad será un
genocidio mundial en cámara lenta sino decidimos cambiar. Abordar un cambio de
matriz energética, como se planteó en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/02/la-necesidad-de-un-nuevo-paradigma_13.html
, para evitar
catástrofes climáticas es urgente; abordar un cambio en las formas de
producción como se planteó en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/05/el-cambio-mundial-y-el-pbi-mundial-como.html y http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/09/compartir-la-politica-economica-del.html es urgente; consensuar leyes comunes o
similares en los ámbitos de la producción; abordar un cambio en los sistemas
políticos y de representatividad para dotar de transparencia y mayor moral en
varios ámbitos también es urgente; recuperar el equilibrio productivo con el
planeta; restablecer el futuro para jóvenes y ancianos de forma global y
mancomunada entre todos los países siendo una forma lo que se propuso en ____ también lo es; pero todo esto no puede
ser efectuado sino hay una completa reingeniería del sistema financiero
internacional para ponerlo a disposición de la evolución mundial.
Como dije al principio, es
quizás el aspecto más difícil de comprender, porque el dinero hoy es el bien
que más se negocia en el mundo, pero sigue siendo una forma de energía no
comprendida. Es por esto que la magnitud del cambio en este aspecto, será más
dificultoso de emprender. Quizás las instituciones bancarias y financieras se
opongan; no obstante confío en que el gran peso del cambio mundial haga que
éstas también inclinen su balanza hacia el logro de la cooperación mundial en
todos los aspectos que nos lleven a tener un futuro brillante para nuestro
planeta.