lunes, 26 de diciembre de 2011

Para quienes luchan...

Para quienes luchan, perseveran y se esfuerzan, la alegría es múltiple cuando se alcanza el fin. Con caminos arduos y sinuosos cada paso hacia adelante representa más que acercarse al objetivo, representa un aprendizaje que transforma la conciencia. El contraste causa alegría, pues conociendo el pasado de tinieblas, gozarán en la luz de la fructificación y poseerán la alegría del compañerismo experimentado y probado; los años habrán demostrarán la paciencia, la tranquilidad, pero también el estado vibratorio interior que fuerza al ser. La alegría después de la victoria será suya, pero será en paz sin exposición, con la conciencia recta y por el camino del medio. Para el cansado guerrero los frutos de la realización y el descanso son doblemente dulces; obtendrán la alegría de participar y la paz de llegar. La alegría de haber ayudado a consolar a un mundo necesitado, de haber llevado luz a las almas ensombrecidas, de haber curado en alguna medida las llagas del sufrimiento del mundo, les pertenecerá, y tener conciencia de haber empleado bien los días y recibir la gratitud de las almas salvadas, trae la mayor de todas las alegrías, cualquier cosa por debajo de estos, excepto ver la familia feliz, es efímera, material en un mundo tan material. De manera que, no hay que trabajar para la alegría, sino hacia ella; no por la recompensa, sino por la necesidad interna de ayudar; no por la gratitud, sino por el impulso que sobreviene al percibir la visión de un mundo mejor y haber colaborado en ello.