En el
artículo titulado “Cambios en el Sistema Financiero Mundial en la Economía del
Compartir” utilicé como uno de los primeros párrafos lo siguiente:
…., “aunque parezca difícil los hombres debemos
comprender que el dinero es una forma de energía. El dinero es la forma en que
el sistema económico actual ha elegido como referencia de valor para el
intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, como toda forma de energía va
mutando y transformándose; y la actual forma que ha tomado el sistema
financiero mundial hoy se ha desvirtuado, provocando centros y núcleos de poder
a nivel mundial que no coadyuvan al desarrollo del planeta”.
En el
presente artículo, intentaré explayarme más sobre la función actual del dinero,
en cuanto a energía y podemos denominarlo de esa manera porque lo
consideraríamos la fuerza que inicia determinadas acciones.
Este escrito
tuve la intención de escribirlo luego de que saliera publicado en algunos
medios, que a raíz de la gran oleada de inmigrantes que están llegando a
Europa, la “Unión Europea” ha decidido ofrecer más dinero a países africanos
para que contenga la inmigración (una de las fuentes: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/11/actualidad/1447238314_386461.html), que de
alguna manera es algo similar a lo que expresé en la nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/04/consejo-mundial-para-el-desarrollo-y-la.html, en donde dicho rol
es asumido por la ONU, en vez de un grupo de naciones como lo es la Unión
Europea.
Pero
repasemos por un momento que se entiende por dinero en la actualidad.
Actualmente,
el dinero se divide en categorías que a las cuales se las llama M0, M1, M2 y M3.
A efectos pedagógicos la “M” proviene de “money” –dinero en inglés-, y en
general se los conoce como “Agregados Monetarios”.
M0 serían
todos los billetes y monedas que circulan en el mundo, lo que las personas
(físicas y jurídicas) tienen en sus casas o empresas, bolsillos o donde sea,
más el dinero físico que estos depositaron en bancos, más el dinero que esos
bancos depositaron en los bancos centrales de cada país. Este podríamos
denominarlo el dinero físico. Hacia el año 2000 se calculó que el M0 mundial
era de 2,5 billones de dólares (2.500.000.000.000), mientras que en el 2013 se
calculó que había 5,2 billones de dólares (5.200.000.000.000 dólares) en todo
el mundo. De las aproximadamente 135 monedas que existen en el mundo, el
principal es el dólar estadounidense, y se estima que de un poco más del 20%
del total del dinero físico son dólares estadounidenses.
Mas 2 Ms
que siguen: 1 y 2 son dinero bancario o dinero electrónico de diversas
categorías más M0; yendo desde el más liquido (M0) al menos líquido (M2).
Sí a M0
(el dinero físico) le agregamos los montos o cantidades (recordemos que no es
físico) que las personas y empresas tienen en las “cuentas corrientes
bancarias” –que es disponible de forma inmediata-, más los cheques de viajero,
llegaríamos a M1. En el 2013 dicho monto mundial se calculaba en 25 billones de
dólares.
El
concepto de M2 representa a todo lo incluido en M1, más (dependiendo las
definiciones de distintos bancos centrales de cada país) los depósitos a plazo
fijo de hasta 1 año y depósitos disponibles con preaviso de 3 meses (como
define este último el Banco Central Europeo). A nivel mundial en 2013 se
calculó dicho monto en 55 billones de dólares.
Existen
también definiciones sobre dinero en distintos países o agrupaciones de países
que adicionan otros conceptos como ser Participaciones de Fondos de Inversión
de Mercados Monetarios, títulos de deuda privada o pública menor a 2 años y
cesiones temporales de activos (siguiendo el ejemplo anterior, según define el
Banco Central Europeo), denominándose a esto más la adición de M2: M3. Algunos
países incluyen en sus definiciones de agregados monetarios a M4.
Enfocándonos
en la cuantificación de M2, a efectos de ser simples, podemos decir que el
dinero físico –creado por los Estados de cada país- representa el 9,5% del
total
Entonces,
afirmaríamos que hay aproximadamente en todas las monedas del mundo un valor
equivalente a 55 billones de dólares, de los cuales solamente unos 5,2 billones
son en dinero físico (billetes y monedas emitidas por los bancos centrales de
los países); el resto es completamente dinero creado por bancos a través del
sistema de reserva fraccional que existe virtualmente en cuentas bancarias, en
las bases de datos de los distintos bancos.
De ese
dinero creado en distintas monedas del mundo equivalente a unos 55 billones de
dólares, aproximadamente una quinta parte es en dólares, o sea 10,5 billones de
dólares. Y de esos de 10,5 billones de dólares hay solamente 1,2 billones en
billetes y monedas de dólares estadounidenses circulando por todo el planeta.
Ahora,
una vez establecido el concepto de dinero, repasemos la forma de creación del
dinero bancario, lo cual se realiza a través del método conocido como “Reserva
Fraccionaria”, el cual es el proceso por el cual, un banco recibe dinero físico
u otros dineros bancarios (recibe transferencia electrónica) a ser depositado
en una cuenta corriente o caja de ahorro, o recibe dinero físico o bancario en
forma de plazo fijo, y posteriormente se presta ese dinero y se genera una
cadena de ingresos y préstamos sucesivos. En función de las regulaciones
bancarias de cada país cuando reciben dinero, los bancos deben guardar un porcentaje
del mismo, que en general va desde el 2% hasta el 10%, ya sea como dinero líquido u otros documentos de
alta liquidez; por otro lado con el porcentaje que no guardan deben efectuar
préstamos para sus clientes o invertirlos en ciertos valores negociables.
Entonces,
el sistema bancario cuando genera la cantidad de “dinero en circulación” produce la acción que se
denomina multiplicador bancario—. Como
se dijo antes, el efecto del multiplicador depende de la fracción de depósitos prestables
y de las no prestables o que sean mantenidos en reserva. A esta reserva se la
conoce como “coeficiente de caja” y es determinado
por las autoridades monetarias de cada país (en general denominado Banco Central); a esta
reserva, también pueden añadirse las conocidas como “reservas extras”, que son
aquellas que tal o cual banco decide mantener por sobre lo exigido por las
normas.
Entonces,
en el momento de prestar cualquier fracción de los fondos recibidos en depósito,
es cuando los bancos comienzan a crear dinero. Ese dinero electrónico se
transforma en saldo en cuenta corriente de otro sujeto, en el mismo banco o en
otro, y comienza así una rueda de generación de dinero, en donde como se expuso
antes, en general la proporción es de 1 (billetes físico) a 9 (dinero
bancario). Hay que tener en cuenta que la creación de esa proporción tampoco es
de un día para el otro, ni de un año para otro, sino que se genera
progresivamente en función de las regulaciones de cada sistema bancario y de la
velocidad de circulación del dinero en cada país.
Por otro lado, hay que ser
consciente, de que cada país tienen normas regulatorias que fijan las
cantidades prestables y los límites que se prestan a empresas, individuos,
grupos económicos para reducir los riesgos. Sin embargo, como escribí en la
nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2012/07/el-espejismo-de-la-riqueza-que.html aún
con estos límites, el sistema financiero se torna altamente regresivo al
prestar su dinero, como ser –repito y amplío sólo los puntos 1 a 4 de la nota
del link anterior-:
1. En
períodos de baja actividad económica el crédito disminuye y los prestadores
buscan acotar el riesgo, con lo cual otorgan mayor crédito, en proporción de
sus carteras, a los que más poseen o a sus empresas (por tener estos mayor
capacidad de repago). Esto genera que puedan hacer mejores negocios aún en
época de crisis. Agrego aquí: o puedan
cubrir sus baches financieros de mejor manera, en tanto quienes no tienen ese
poder de negociación o cierta riqueza, entran más fácilmente en situaciones de
no poder pagar sus deudas o no poder invertir lo que debían, lo que en el
mediano o largo plazo les puede acarrear serios problemas.
2. Generalmente, en períodos de baja actividad
económica, muchas pymes o negocios florecientes agotan su capital de trabajo
positivo, teniendo que recurrir en muchos casos a nuevas inyecciones de capital
por parte de sus dueños, hasta que llega un momento en que, si no pueden
“aguantar” la crisis, tendrán que vender (o incluso cerrar) a un precio bajo su
empresa o negocio. Esto genera que quien más tiene aproveche, muchas veces,
oportunidades de compra de negocios, empresas o inversiones a precio bajo, y si
efectúa un buen gerenciamiento y el negocio funciona a futuro, quien más tiene
terminará ampliando más su patrimonio. Agrego
aquí: nuevamente y a colación del punto 1, quienes poseen mejor acceso al
dinero bancario (no lo llamemos “crédito” por ser el dinero que crean los
bancos) tienen posibilidad de apalancar su crecimiento corporativo a través de
pedido de dinero bancario, con lo cual se expanden más y se concentra más la
riqueza.
3. En períodos regulares, de por sí el crédito y
sus tasas son más favorables para quienes más tienen. Agrego: como parte de este sistema, quienes menos tienen en general son
calificados como de mayor riesgo, lo que provoca que: (i) les sea más
dificultoso afrontar deudas para crecer; (ii) a veces les sea mucho más difícil
acceder o incluso no acceden al dinero bancario. Hay excepciones a esta regla,
ya que muchas veces los gobiernos promocionan o subvencionan parte de la tasa
de créditos a Pymes.
4. Normalmente, cuando se busca hacer un negocio
se busca a quien más tiene. Para simplificar, si se quiere efectuar un negocio
de $1 millón se buscará primero a quién tenga $1 millón y no a muchos que tengan
menos. Aunque hay muchas excepciones, en definitiva, en general, los mejores
negocios los hacen quienes más tienen. Agrego:
Sí bien esto parece no ser referencial al sistema financiero, hay que destacar
que el acceso en forma personal o a través de sus empresas de quienes poseen
mayor patrimonio es en proporción muy superior a otros de menor patrimonio, lo
que genera más variables que coadyuvan a concentrar la riqueza.
He mencionado sólo 4 aspectos, que perjudican una
correcta distribución de la riqueza, a tener en cuenta del sistema financiero,
pero aunque es más complejo de explicar se podrían traspolar con algunas
modificaciones la forma de expansión del dinero bancario del sistema bancario
al sistema financiero, ya que algunas mediciones de dinero, como la de la
Eurozona, también incluyen el agregado M3 (que es lo definido arriba como M2
más otros fondos del mercado monetario, cesiones temporales de activos y
títulos de deuda pública y privada menores a 2 años de vencimiento –de estos
últimos 3 el tercero sería el más amplio). Es decir, en función de cómo se ha
venido desarrollando el mercado de títulos privados y de cesiones de activos,
es más factible que grandes empresas o grandes patrimonios tengan mejor acceso
al crédito, financiamiento o como lo llamemos, por tener mayor posibilidad de
emitir esos títulos, crear el M3 y obtener dinero para cualquiera sea el fin.
De todas maneras, lo que se pretende resaltar en este
artículo es cómo entes privados (bancos) tienen una especie de facultad
delegada por los gobiernos –uso el término “especie” de para referirme a que es
intrínsecamente aceptado por la sociedad este poder de los bancos- para generar
un medio de intercambio de bienes y servicios –el dinero bancario-. Entonces,
sí pensáramos con claridad y observamos la proporción al 2013 (M0 5,2 billones
de dólares y M2 55 billones de dólares en el mundo), veríamos como una muy
pequeña cantidad de personas (banqueros y directores de bancos) tienen actualmente
un extraordinario poder que atenta en parte, contra la posibilidad de
implementar un sistema basado en compartir los recursos.
Como una variable más a tener en cuenta, en época de
crisis económicas, una manera que han encontrado los gobiernos de paliar tal
situación es bajar el coeficiente de caja o reserva en poder de los bancos. Los
bancos al encontrarse con mayor cantidad de dinero prestable, en ocasiones se
lo prestan al Gobierno de cada Estado, el Estado abona su déficit o las obras
que haya prometido al emitir el título y con ello gira nuevamente una rueda que
puede terminar en ingreso del dinero en otro banco como depósito (pasivo) y
posibilidad de generar más M2. Cabe destacar que como hay crisis, el riesgo ha
crecido y con ello la tasa de interés (precio) que cobran los bancos al Estado –y
que en definitiva paga el pueblo a través de sus impuestos-.
Hasta aquí he escrito acerca del concepto del dinero como
energía, cómo se produce y los “vicios” que puede provocar al ser creado. Pero,
como siempre se ha tratado de hacer en este blog, comenzaré a pensar (siempre
estoy abierto a las críticas y a la incorporación de más ideas: pueden
escribirme a martinpereira@yahoo.com.ar o martinpereira.arg@gmail.com) cómo podría canalizarse mejor esa energía –creación de
dinero- con el fin de adaptarla a un sistema basado en compartir los recursos.
No obstante, antes hagamos un pequeño repaso de la historia moderna del dinero
para entender el concepto de porque hoy es una energía que está siendo mal
utilizada.
Se dice que las primeras referencias conocidas a papel
billete datan de la China del Siglo VII, y que fue conocido en Europa dichas
historias a través de las narraciones de Marco Polo. Por otro lado, es conocida
la historia de cómo Las Cruzadas con el gran movimiento de tropas y mercancías
que movilizaron crearon las condiciones para que metales preciosos y joyas
quedaran en casas de depositarios que, con determinadas conexiones en otras regiones,
emitían un certificado que podía ser canjeado o reembolsado por oro o joyas en
la casa de otro depositario. En Europa, los primeros billetes de los que hay constancia aparecen en Suecia
en el año 1661 (siglo
XVII) de la mano del cambista Johan Palmstruch, quien los entregaba como "recibo" para quien depositaba oro u otro metal
precioso en el Banco de Estocolmo, que había fundado él mismo.
Con el tiempo estos depositarios fueron dándose cuenta de
que los certificados no eran completamente reclamados y que sólo una parte era
reclamada, con lo cual comenzaron a circular en Europa lo que más tarde se
convertirían en billetes, aún emitidos por los bancos privados (que fueron la
transformación de esas casas de depósitos). Posteriormente, tendremos que pegar
un salto en la historia hasta 1791, cuando Hamilton en EE.UU. creo que el
primer banco central (que duró hasta 1811). Finalmente, en 1861 con la
necesidad de financiar la guerra civil, Lincoln logró crear un Banco Central y
fue emitido el primer dólar. Posteriormente, El Sistema de Reserva Federal fue
creado el 23 de diciembre de 1913 por la Ley de la Reserva Federal,
para crear una oferta monetaria flexible y está integrada por 12 bancos
regionales que a su vez tiene de accionistas (no más del 3%) a bancos privados).
En forma paralela, en Europa también desde el siglo XVIII fueron creándose
distintos tipos de Bancos Centrales, que tenían la misión principal de
financiar guerras y promover el desarrollo de su país. Todos estos bancos
centrales, en principio trataban de respaldar su emisión de billetes a través
de la tenencia de metales preciosos, lo que normalmente fue conocido como
patrón oro.
El patrón oro fue la
pauta de emisión principal durante el siglo XIX como base del sistema
financiero internacional. Sin embargo, debido a que durante la Primera Guerra
Mundial los gobiernos participantes debieron imprimir más dinero que el valor
que tenían de respaldo, el Patrón Oro terminó dando paso a lo que hoy se conoce
como sistema fiduciario. Otro pequeño salto histórico se da hasta los Acuerdos
de Bretton Woods
en donde se adopta el dólar estadounidense
como divisa
internacional, bajo la condición de que la Reserva
Federal (el
banco central
de ese país)
sostuviera el patrón oro. Sin embargo, en 1971 el patrón oro quiebra
definitivamente, por lo que el valor del dólar pasa a sostenerse exclusivamente en la confianza que
le dan sus poseedores; lo que fue siendo adoptado paulatinamente, con distintas
modalidades por la mayor parte de los países del mundo.
Luego de casi una
página de repaso de la historia del dinero, observamos como una cuestión de
confianza, primero en la época de las cruzadas, las casas de depósitos emiten
certificados que son canjeados en otros lugares o en el mismo lugar por oro y
comienzan a emitir certificados más allá de lo que poseen, hasta llegar al
abandono del patrón oro en 1971, termina nuevamente en una cuestión de
confianza en el gobierno del país emisor.
Entonces, sí analizamos la actualidad y vemos cómo
comienza a evolucionar el uso del dinero, ya que en algunos países del norte de
Europa (http://www.elmundo.es/economia/2015/05/12/5550f516e2704ecf048b4578.html) han comenzado a tomar
acciones para eliminar el dinero físico, nos podremos dar cuenta que la mayor
base actual sobre la que el dinero físico ingresa al sistema es la confianza.
Otra muestra de este tipo de acción fue dada en la forma elegida por el
Gobierno de Estados Unidos de América para salir de la crisis comenzada en el
año 2008, en donde la emisión y compra de acciones de compañías con problemas,
más la inyección de dinero en bancos (la cual puede ser criticada por
socializar las pérdidas) fue un acto puro de generación de confianza, pero que
volvió a dejar el sistema financiero funcionando similar a cómo estaba antes de
la crisis, es decir con grandes inequidades.
El papel de las monedas mundiales, los Bancos Centrales
(Europeo, Reserva Federal de EE.UU., de China, Japón, etc.) emiten sus monedas
(en realidad la mayoría son billetes) que sirven para efectuar las
transacciones. En general, estas monedas, consideradas las monedas “fuertes del
mundo” –el yuan chino está comenzando a serlo y el yen japonés está en declive-
son las más aceptadas en las transacciones de comercio internacional y por lo
tanto, se utilizan como “reservas” de los bancos centrales. Cuando hablamos de
reservas, pueden ser estos billetes, depósitos de los bancos centrales en el
extranjero o títulos de los gobiernos (fundamentalmente los emitidos por el
Tesoro de EE.UU.). Como contrapartida y aunque no en todos los casos, los
Bancos Centrales de cada país emiten sus dineros en función de alguna
proporción de “estas reservas”, aunque no necesariamente se sigue un patrón.
Por lo tanto, si bien existen pocas monedas fuertes, al tener cada país la
suya, esto genera que sean demasiadas para lo que un mundo transformado y
evolucionado requiere, lo que conlleva la existencia de una gran cantidad de
energía que se malgasta en las transacciones de monedas y también en todos los
productos derivados que se han creado para comerciar con el precio comparativo
de una versus otra.
Otra arista actual del dinero físico es
considerar su existencia en la necesidad de sustentar actividades no sanas para
el mundo, yendo de las más perjudiciales a las menos perjudiciales, como
actividades ilegales (muchas de ellas serían difícil de efectuar si no
existiese el dinero físico), corrupción pública y privada, existencia de
paraísos fiscales con activos financieros provenientes de actividades no
legales, actividades laborales o comerciales efectuadas en cada país por fuera
de su normativa legal, comercial o laboral, etc.
Por otro lado, está claro que el dinero
como mecanismo de fijación de valor es algo aceptado mundialmente y que su
evolución se hará en forma paulatina, estimo que en un plazo de 30 años hasta
desaparecer como forma de intercambio mundial y establecer de manera completa
un sistema basado en compartir los recursos donde todos los habitantes puedan
obtener lo que necesitan sin comprar. Entonces, para ir en ese sentido, en mi
opinión será necesario una serie de pasos que permitan crear un sistema basado
en compartir los recursos (http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/03/avanzando-hacia-un-sistema-mundial-de.html http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/09/compartir-la-politica-economica-del.html), pero que al mismo tiempo impliquen
una evolución tal en el sistema financiero mundial que permita ir eliminando
las malas prácticas y las distorsiones que tiene éste en la actualidad.
Como siempre, me gusta más proponer
ideas que sirvan, al menos mínimamente, como puntos de debate, a continuación
expondré algunas a modo de conclusión del presente artículo.
1.
Establecer monedas
regionales. Cada grupo de país por región deberían tener una moneda que sea
manejada por un Banco Central regional. Ese Banco Central Regional no podrá ser
manejado con mayor preponderancia de un país, sino que deberá ser gerenciado
una parte por partes iguales entre sus integrantes y otra parte con un grupo de
asesores independientes y otro grupo de directores o asesores deben ser
nombrados por la ONU (más adelante, en otro artículo trataré mi opinión acerca
del rol que debiera emerger de este organismo), que de ser necesario podrán ser
personas de otras regiones. Es obvio que para llegar a establecer monedas se
necesita establecer un plan de convergencia macroeconómica, lo que fue expuesto
parcialmente en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/05/el-cambio-mundial-y-el-pbi-mundial-como.html y en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2013/12/hacia-un-nuevo-sistema-politico.html. Asimismo, requiere
fijar también una agenda de convergencia educacional y social para saber qué
sectores de cada país necesitan asistencia con más urgencia.
Es obvio aquí que sin
la participación de las grandes potencias esto no será posible y para ello,
estas deberán ceder el poder que ejercen a través de la administración de la
emisión de sus monedas.
2. Como se mencionó en la nota http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/04/consejo-mundial-para-el-desarrollo-y-la.html es necesario la creación de un
organismo que dote de dinero (energía) a países subdesarrollados, pero no en
forma de préstamos, sino en forma de donaciones que sean utilizadas con ciertas
pautas que coadyuven al desarrollo del país y del mundo. Esto: http://www.diariojornada.com.ar/144582/internacional/Europa_y_frica_buscaran_respuesta_comun_al_tema_migratorio, a raíz de la crisis de refugiados que
comenzó en 2015, parece ser los primeros pasos para lograr un enfoque distinto
al actual en cuanto a una solución real a los problemas del mundo.
Observando este esquema con otra visión,
esta es una de las formas más sencillas de explicar el concepto de dinero como
energía. Supongamos que la Reserva Federal de EE.UU. o el Banco Central Europeo
emiten miles de millones de dólares y euros. Supongamos también que estos miles
de millones pasan a engrosar las reservas de países subdesarrollados. Por el
momento tenemos papeles o saldos en varias cuentas bancarias o la mezcla de
ambos. Esto eventualmente, permitiría al Banco Central de dicho país emitir con
respaldo. Entonces, la pregunta sería cómo utilizar ese dinero de manera de
generar una mayor oferta de bienes y servicios en cierto país, para elevar el
estándar de su pueblo, pero intentando que ese dinero no sea utilizado para
actos de corrupción o enriquecimiento injustificado de algunos privados; y al
mismo tiempo no se genere inflación. Es obvio que lo ideal sería usarlo para
generar crecimiento con igualdad (punto que trato de abordar más adelante). Podríamos
dar ciertos ítems en un orden de prioridad como ser: (i) financiar en dicho
país inversiones que produzcan bienes o servicios exportables –con esto se
logra activar el circulo de generación de divisas- y al mismo tiempo, pensando
en la futura política de “compartir los recursos” dicho país se transformaría
en un aportante de estos bienes y servicios; (ii) financiar inversiones en
alimentos no existentes en dicho país, a efectos de terminar con el mayor
flagelo mundial: el hambre; (iii) financiar inversiones que generen nuevos
bienes primarios que aumenten la oferta interna –me refiero a bienes primarios
porque estos surgen de la naturaleza y son los que luego se utilizan como
materias primas de otros-; (iv) financiar inversiones que generen bienes o
servicios no existentes en el país; (v) financiar la infraestructura de
transporte o el transporte de los bienes ordenados de (i) a (iv). Cabe destacar
que esta emisión tiene que ser realizada en tramos para que la oferta monetaria
paulatina permita la adaptación de la oferta de bienes y servicios. Asimismo,
lo ideal sería efectuar las inversiones con parámetros relacionados con
compartir las riquezas en base a nuevas organizaciones cooperativas.
3. Como se mencionó en http://nuevaeconomiaycompartir.blogspot.com.ar/2014/10/cambios-en-el-sistema-financiero.html, es necesario 1) terminar con los
paraísos fiscales de modo que todas las personas jurídicas y físicas radicadas
allí abonen impuestos de acuerdo a la región que pasen a integrar según lo
establecido en 1.
4. Terminar con los mercados de derivados y
futuros de monedas y precios de commoditties; de modo que una parte importante
de los fondos especulativos que tienen invertido allí, pasen a generar
inversiones en la economía de otros bienes y servicios a fin de incrementar la
oferta mundial de estos.
5. Es de entender que a medida que el mundo
vaya organizándose bajo un sistema basado en compartir los recursos, el dinero
físico seguirá existiendo en una primera etapa, en una segunda etapa sólo habrá
dinero electrónico, en una tercera etapa sólo habrá pocas monedas, en una
cuarta una única moneda y finalmente el dinero tal como lo conocemos hoy
desaparecerá, dando lugar a un complejo sistema de trueque y merito. No es
posible aventurarse a decir cuánto tiempo transcurrirá en estas etapas, pero
seguramente la última tardará en llegar al menos 50 años.
6. En otros artículos he mencionado que se
requieren acuerdos regionales y globales para determinar los términos de
competencia. En la medida que estos vayan siendo logrados, interiormente cada
país irá delineando sus cambios en materia de política económica, y en
particular los países subdesarrollados y en desarrollo tendrán que ir
modificando sus estructura para progresivamente terminar con lo que se conoce
como economía en negro (fuera del sistema de tributación); ya que entre otras
cosas es necesario el dinero físico para que este tipo de transacciones
funcione. Lo mismo sucede con quienes efectúan transacciones ilegales, que poco
a poco deberían desaparecer.
Sabiendo que esto no se hará de la noche
a la mañana y que los sectores con mayor poder financiero actual son los que
más se opondrán al cambio, por lo que estos puntos que implican acuerdos muy amplios
entre gran parte de los países, pensaremos en lo que sigue cómo utilizar el
dinero existente de forma de crear mayor igualdad en el sistema socioeconómico,
pero al mismo tiempo promover el crecimiento y desarrollo de las sociedades.
7. Una de las maneras de reducir la tasa de
interés de los sectores menos pudientes sería que se cree un Banco de
Desarrollo para Sectores Postergados. Este banco estaría integrado por aportes
de activos de los distintos bancos públicos y privados de cada país (podría ser
en función de la proporción de depósitos) y tendría 2 misiones principales. La
primera que una parte de los créditos totales del país vayan a créditos para
emprendimientos personales de sectores menos pudientes. La segunda que otra
parte de estos créditos vayan a financiar proyectos que sean emprendidos por
cooperativas.
Cabe recordar que las grandes fallas que
han tenido estos tipos de créditos radican en la falta de asesoramiento
financiero, comercial, de marketing, desarrollo estratégico de un proyecto, y
todo lo que atañe a efectuar cada proyecto de manera profesional. Para cubrir
este bache, lo que se sugiere es que desde el Estado a distinto nivel se creen
2 tipos de estructura. Una primer estructura de menor dimensión y que podría
ser a nivel municipal sería aplicable a un grupo de profesionales que asesoren
los emprendimientos individuales, fundamentalmente en aspectos tributarios y
aspectos comerciales, ya que una de las falencias de los microemprendimientos
se refieren a la multiplicidad y yuxtaposición que se producen de algunos tipos
(es decir muchos similares) por lugar, por tipo de materiales a vender, etc.
Este grupo de personas asistirá para que los microemprendimientos tengan la
guía necesaria para tener éxito.
El segundo tipo de estructura de personas
u organizativas a crear serían más amplias. Estas se asimilarían a crear
enteras áreas o cuadros gerenciales completos que incluyan ingenieros,
especialistas en finanzas, especialistas en comercialización, especialistas en
administración, especialistas en distintos tipo de producción para que estos
grupos de personas sean quien tomen a cargo la administración, producción y
comercialización de las cooperativas que organicen grupos de personas. En
general, esto requerirá la modificación en varios países de las leyes
aplicables a cooperativas. Esta sugerencia se basa también en que en numerosas
ocasiones, las organizaciones o empresas cooperativas han fallado a causa de la
falta de profesionalización de su staff directivo. Este tipo de “nuevas
organizaciones” deberían plantearse de manera de que el reparto de las
decisiones fundamentales se efectúe 50% entre Estado/Banco financiador y 50%
entre los trabajadores que conforman la cooperativa.
8. Creación de valor agregado sin base en
préstamo, sino en donaciones con posible retorno. Ampliando los párrafos
finales del punto 2 anterior referido a la emisión de dinero como energía, aquí
diremos que cuando el dinero se otorgue a organizaciones cooperativas o a
individuos, el mismo puede ser otorgado de forma gratuita o con la devolución
de sólo una parte (para no incentivar el derroche) sí se realiza siguiendo las
pautas antes mencionadas referidas a la creación de nuevos bienes y servicios
exportables, nuevos alimentos, nuevos bienes primarios, nuevos bienes y servicios,
etc. Algunas de las condiciones a cumplir serían: (i) primero las mencionadas
en el punto 1 anterior; (ii) ser de utilidad para el aumento de la oferta
global de bienes y servicios; (iii) ser de utilidad para una comunidad en
particular.
9. Creación de un sistema de préstamos, en
base a un sistema similar al descripto en el punto 7 anterior, pero dedicado a
financiar proyectos innovadores en las ramas económicas que cada país desee
incentivar. Sería conveniente que una parte del proyecto fuera organizado como
cooperativo para quienes se integren a trabajar en tal proyecto.
10. Creación de valor agregado sin base en
préstamo, similar al punto 8, pero orientado a distintos sectores geográficos
que no se hayan integrados por diversos motivos a la producción de algún bien o
servicio en cada país. Para esto, es muy importante 2 factores; voluntad y
transparencia política para efectuar los aportes; y el segundo punto es la
incentivación de la creatividad regional para que fluyan nuevos proyectos.
11. Cabe destacar que desde el punto de
vista monetario, lo importante es generar nuevos bienes y servicios para que el
aumento en la oferta de estos acompañe el aumento en la oferta monetaria. La
prioridad en dónde aportar el dinero la dará cada país, pero una sugerencia ha
sido dada en el punto 2 anterior, a la cual podríamos agregar que sean
producidos sobre bases sustentables para el planeta.
A través de todo el artículo intenté mostrar cómo hoy el
elemento de intercambio que utilizamos como sociedad (el dinero) es un mecanismo
de poder y quién lo tiene o tiene la posibilidad de distribuirlo maneja en gran
parte la forma en que la humanidad se va moldeando en cuanto a las relaciones
socioeconómicas de todos sus integrantes. Sobre esta forma de energía es que
los gobiernos han cedido, en general dándose por descontado que así funciona el
mercado, un tremendo poder a bancos y otras instituciones financieras al dejarlos
crear el dinero bancario.
En unos pocos años, en función de las distintas notas que
he expuesto en el blog, comenzará a cambiar de manera drástica muchas de las
formas e instituciones actuales. Uno de los aspectos fundamentales a cambiar
será la forma en qué se genera y circula el dinero, y con este fin efectué
algunas propuestas para el cambio, que no serán las únicas, ya que el ímpetu
natural que tomará el curso de todas las cosas provocará que la sociedad
demande las reformas necesarias para la implementación de un sistema
socioeconómico basado en compartir los recursos.